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Y estudia subir más los impuestos

El Estado 'se bebe' hasta el 40% del precio del alcohol

Los hosteleros avisan de las consecuencias de gravar aún más a las destiladas, que sufren los mayores impuestos del conjunto de bebidas alcohólicas.

Montoro ha puesto a las bebidas alcohólicas en su punto de mira. Junto con el Plan de Reformas que ha enviado a Bruselas, el Gobierno adelantaba el pasado abril una nueva ronda de subidas impositivas para este año. Montoro insistía en que "no tocará el IVA", mientras anunciaba subidas de impuestos en casi todo lo demás: Sociedades, IRPF (no cumplirá su compromiso de bajarlo en 2014), medioambientales, sobre los depósitos y Especiales.

"Al Gobierno le quedan todavía otras categorías de impuestos por subir", aseguraba Montoro, y daba algunas pistas sobre por dónde van a ir encaminados sus planes en materia tributaria. Respecto a los Impuestos Especiales, el responsable de Hacienda anunció que los incrementaría, aunque descartó subidas en hidrocarburos, "ni tampoco en impuestos que sean perjudiciales para la hostelería".

Como se supone que el aumento de Impuestos Especiales que afectan directamente al sector hostelero son los que gravan el vino y la cerveza, todo apunta a que Hacienda centrará sus esfuerzos recaudatorios en el tabaco, el juego y las bebidas espirituosas.

El impuesto especial sobre el alcohol y las bebidas derivadas ha sido uno de los pocos que han conseguido escapar de las subidas fiscales del Gobierno. De hecho, fue en 2005, de la mano del anterior Gobierno socialista, la última vez que se elevó este impuesto. Dentro de la categoría de bebidas alcohólicas, Hacienda distingue cuatro grupos a los que grava de forma distinta:

  • Las bebidas espirituosas: están gravadas con 8,30 € por litro de alcohol puro. En este grupo están incluidas todas los bebidas de más de 15 grados de alcohol.
  • Los productos intermedios (vermut, vinos generosos...): están gravados con 3,08 € por litro de alcohol puro.
  • La cerveza: está gravada con 1,99 € por litro de alcohol puro.
  • El vino: tiene un tipo 0 en impuesto especial.

No hay que olvidar que al resultado de aplicar los diferentes gravámenes hay que sumarle el IVA del 21%. Por lo tanto, la categoría las bebidas destiladas son las principales perjudicadas por la presión fiscal sobre el alcohol, ya que soportan el 40% de su precio en impuestos. Por ejemplo, de los 15 euros de media que cuesta actualmente una botella de whisky, ron o ginebra, 5,9 euros van a parar directamente a las arcas de Estado.

El sector advierte de las consecuencias

Tras conocerse los planes del Gobierno en materia impositiva, los hosteleros fueron los primeros en darse por aludidos y su reacción no se ha hecho esperar. Ante la posibilidad de que la subida de impuestos afecte a las bebidas espirituosas, la Federación Española de Hostelería (FEHR) y la Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE) han manifestado que, si llegara a producirse, tendría una grave repercusión directamente en el sector de los destilados e indirectamente en el sector de hostelería.

En declaraciones a Libre Mercado, el director Ejecutivo de la Federación Española de Bebidas Espirituosas, Bosco Torremocha, ha advertido de que esta subida "sobre los que soportamos el mayor esfuerzo fiscal sobre el alcohol agravaría aún más la situación dramática que vivimos."

El sector de las bebidas espirituosas, compuesto en su 80% por pymes, acumula una caída del 38% desde 2008. "De llevarse a cabo la medida, se perderían 35.000 empleos y, además, Hacienda no lograría recaudar más porque al ser un producto sustitutivo, los consumidores se decantarían por consumir cerveza o vino, ya que soportan más de la mitad de carga fiscal que nosotros", explica.

Litros de bebidas espirituosas comercializados desde 2007

"Hacienda no va a recaudar más"

Según datos de la Agencia Tributaria, en 2012 la recaudación por Impuestos Especiales aplicables a las bebidas espirituosas se redujo en 28 millones, un 3,5% menos que en 2011. La recaudación total ascendió a 744 millones de euros, situándose por debajo de los niveles del año 2000 (755 millones), cuando la tasa impositiva era sensiblemente inferior.

"Estos datos son un claro ejemplo de que ya a este sector no se le puede apretar más. Y es que el sector de los destilados recauda más del 71% del total de impuestos especiales aplicables al alcohol. Nosotros sufrimos una situación claramente discriminatoria con respecto a otros sectores de bebidas alcohólicas", denuncia.

Preguntado por las fuentes que afirman que la subida a las bebidas espirituosas que prepara Montoro será de un 10%, Torremocha afirma que "Hacienda no nos ha comunicado ningún dato, pero esperamos que no sea así. Nosotros nos hemos puesto en contacto con ellos para explicarles nuestra situación y nadie mejor que Hacienda sabe que si sube los impuestos a las espirituosas no va a recaudar más porque la gente dejará de consumirlas".

Uno de los motivos que justifican que los hosteleros no sepan si definitivamente van a subir los impuestos a las destiladas es para evitar el efecto acaparamiento por el que los hosteleros anticiparían sus compras para evitar el alza de precios por el nuevo impuesto. Torremocha lo tiene claro: "Que estén tranquilos, eso no se podría producir porque ningún hostelero se puede permitir ya comprar una botella de más. Nuestra situación es asfixiante".

En Libre Mercado

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