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José Sevilla: "Bankia va a ser una muy buena oportunidad de inversión"

El número dos del banco alerta sobre movimientos a corto plazo tras la ampliación del martes y aconseja a los minoritarios que esperen unas semanas.

El número dos del banco alerta sobre movimientos a corto plazo tras la ampliación del martes y aconseja a los minoritarios que esperen unas semanas.

Hace exactamente un año, el 25 de mayo de 2012, comenzaba la vida de la nueva Bankia. Ese día, dimitía todo su Consejo de Administración (excepto José Ignacio Goirigolzarri), el Estado anunciaba un plan de recapitalización que inyectaría más de 20.000 millones en la entidad y se suspendía su cotización durante unas semanas. Doce meses después, las aguas bajan mucho más tranquilas por la cuarta entidad financiera española. Sí, el nombre de Bankia sigue en las portadas de los medios, en muchas ocasiones de forma negativa. Pero todas estas noticias hacen referencia a eventos de un pasado cada vez más lejano. "No queda nadie de aquellos tiempos", aseguran en la entidad.

Este martes se completa el proceso de recapitalización de Bankia. Más de 11.000 millones en nuevas acciones, procedentes de las ayudas públicas y el canje de preferentes. Desde ese momento, la entidad entrará definitivamente en una nueva etapa. Como explican desde la entidad, todavía no es el momento de entrar para los inversores minoritarios. Habrá que esperar unas semanas a que el precio se estabilice.

El equipo de Goirigolzarri está empeñado en ofrecer "normalidad" y en mirar al futuro. Una muestra de esa normalidad llegó hace unas semanas, en la presentación de resultados del primer trimestre. Por primera vez, José Sevilla, director general de Presidencia y número 2 de la entidad, fue el que apareció ante la prensa. Esta semana, Sevilla recibía a Libre Mercado en su despacho madrileño, con el objetivo de echar un vistazo al futuro a corto y medio plazo de una caja que, no hace tanto tiempo, amenazaba con llevarse por delante la economía española.

- Me gustaría comenzar esta entrevista con una duda casi personal, sobre usted y sus compañeros más cercanos. Cuando hace un año supe que José Ignacio Goirigolzarri sería el encargado de dirigir la nueva Bankia, me pregunté ¿por qué alguien con este prestigio se involucra en esto? ¿Qué le empujó a usted o al señor Goirigolzarri o al resto del Consejo de Administración a meterse en este lío?

- Es cierto, tenemos un consejo de administración con gente muy experimentada y con carreras profesionales muy exitosas, ninguno de ellos necesitaba venir a Bankia. Creo que el único interés ha sido sacar adelante este proyecto. Es el cuarto banco más importante del país, que hace un año tenía una enorme falta de credibilidad y se percibía como uno de los grandes problemas que tenía España (recuerdo un famoso informe del FMI sobre una entidad sistémica). Los que nos metimos en el proyecto lo que queríamos era estabilizar este grupo y trabajar para darle una salida rentable y viable a largo plazo, en el entendido de que el hecho de que Bankia funcione es una pieza importante para que funcione el país en su conjunto.

- Y mirando hacia el futuro, ¿cómo se plantean la dirección de una entidad que, en estos momentos, podríamos decir que es un banco público?

- No somos un banco público, somos un banco privado que ha sido nacionalizado. Bankia es una compañía cotizada, que va a tener unos minoritarios de alrededor del 30% y volverá al Ibex 35. Los que estamos gestionando el proyecto lo hacemos con los mismos criterios con los que hemos gestionado en el pasado otras compañías.

- Desde fuera, da la sensación de que ése es el objetivo del Consejo, pero cuando el Estado se mete en algo, siempre existe el miedo de que el político de turno pueda intervenir. Ahora mismo hay varios temas polémicos sobre la mesa (desahucios, Iberia-IAG,…), ¿no temen que, a medio plazo, cuando nos olvidemos de todo este lío, puedan empezar las llamadas?

- No sé lo que va a pasar dentro de 3 ó 5 años. Lo que sí puedo contar es la experiencia del último año y no hemos tenido ninguna limitación, ningún condicionante, por el hecho de que el Estado, a través del Frob, tenga una participación de control. Las únicas limitaciones que hemos tenido han sido las derivadas del proceso de recapitalización y del acuerdo con Bruselas. En la medida en que hemos recibido ayudas del Estado, eso ha implicado una serie de limitaciones en el plan de reestructuración que hemos pactado con Bruselas. Y ya hemos dicho que este plan ha ido un poco más allá de lo que nos habría gustado.

- ¿Por ejemplo, con las preferentes?

- Sí. En la solución de los híbridos, habríamos preferido una solución diferente, que iba más por la vía de un canje con bonos, lo que habría permitido con el tiempo recuperar el nominal. Pero ésta fue una imposición de las autoridades europeas (lo que llaman el "reparto de las cargas"). Europa dijo que se tenían que convertir en capital, con unas quitas y asumir parte de las pérdidas del grupo.

- ¿Entiendo que ustedes eran partidarios de que no hubiese quitas?

- Bueno, nosotros pensábamos que podía haber unas quitas pero, al mismo tiempo, que los inversores pudieran acceder a productos que, con el paso del tiempo, les permitieran recuperar todos sus ahorros.

El dinero de los contribuyentes

- Hablemos un poco de las ayudas públicas y el futuro a medio plazo. Hasta ahora, el Estado ha metido unos 22.400 millones en BFA-Bankia. A cambio, tiene el 100% de BFA, que es el propietario del 70% de Bankia y de algunas participaciones más, ¿cuánto vale eso ahora mismo? ¿Cuánto ha perdido el Estado?

- Eso es difícil saberlo todavía. BFA tiene un 70% de Bankia, un 5% en Iberdrola, un 15% en Mapfre y otras participaciones menores. ¿Cuánto vale eso? Pues no te puedo dar una cifra. ¿Vale menos que esos 22.400 millones que se han inyectado? Pues seguro, porque parte de ese dinero se ha usado para cubrir pérdidas históricas. Nuestro reto como gestores, a lo largo de los próximos años, es minimizar la diferencia entre lo que ha puesto el Estado y el valor de venta de esos activos.

- A mí, haciendo unas cuentas muy por encima, me sale que BFA vale unos 10.000 – 12.000 millones; es decir, la mitad de lo que puso el Estado.

- Es un cálculo que puede estar en el entorno del valor actual. Pero pensamos que tenemos potencial para mejorar el valor en los próximos años. Para eso lanzamos nuestro Plan Estratégico, desde ahora a 2015, con el objetivo de recuperar la rentabilidad, volver a los beneficios y recuperar parte de ese valor.

- Precisamente, en la primera rueda de prensa de Goirigolzarri, aseguró que su principal objetivo sería "devolver a los contribuyentes el dinero que habían puesto en Bankia". ¿Cómo lo harán?

- La única forma es mejorar la capacidad de generación de beneficios del grupo y la rentabilidad a medio plazo. Pasar de una Bankia que pierde dinero a una que gana dinero, acometer un plan de reestructuración importante, mejorar nuestra capacidad de generar ingresos en el negocio recurrente,… Y a partir de ahí, el grupo comenzará a ofrecer dividendos, con los que se le irá devolviendo al Frob esta inversión. Con el tiempo, lo lógico sería que poco a poco, vía dividendos, se recupere parte de esa inversión. Y luego, lo normal es que se vaya vendiendo en Bolsa la participación.

- Durante dos años, parecía inevitable que Bankia fuera despiezada o que hubiera una absorción por parte de un gran banco, nacional o extranjero, pero ahora esa posibilidad parece lejana.

- Creo que eso es algo que hoy está absolutamente abandonado. Lo que hay es un Plan de Reestructuración que dará viabilidad y rentabilidad al grupo actual. Nadie contempla trocear el grupo o separar piezas ni nada parecido. Lo que se busca es llevar a la rentabilidad esta franquicia.

La nueva Bankia

- Cómo será la nueva Bankia: ¿más pequeña, más centrada en sus mercados tradicionales,…?

- Bueno, Bankia será más pequeña en términos de capacidad instalada. Vamos a reducir un tercio nuestra red de oficinas. Pasaremos de unas 3.100 oficinas al entorno de las 2.000. También tenemos un plan para reducir la plantilla un 25%. Parte de esta reducción se produce por venta de participadas (proyectos en los que la gente que está trabajando se marcha a otras entidades) y outsourcing. Pero también tenemos un ERE, que vamos a llevar a cabo. Eso sí, no creemos que Bankia tenga que ser mucho más pequeña en volumen de negocio. Nuestro objetivo es tener una entidad que en su tamaño de balance no sea mucho más pequeña que en la actualidad, pero sí en su estructura de costes.

- ¿Es compatible esta reducción con el mantenimiento de su carácter nacional y con la competencia con los gigantes del mercado financiero?

- Según nuestros cálculos, la reducción de esas oficinas (un tercio del total) implicaría renunciar sólo al 9% del margen de explotación. Hay que tener en cuenta que una parte de las sucursales cerradas lo son por solapamiento. Ya hemos terminado la integración de todas las cajas en una única estructura. Esto nos va a permitir cerrar oficinas y reducir costes pero, si haces bien las cosas, puedes retener buena parte del negocio. También estamos focalizando el cierre en oficinas de expansión, abiertas por las cajas hace poco tiempo fuera de su territorio natural. Son modernas y se pensaba que la oficina se desarrollara muy ligada al sector inmobiliario. Este modelo, pensando a 10-15 años, no tiene mucho sentido. Por eso, lo que estamos haciendo es cerrar oficinas en pérdidas y que no van a dar beneficios en los próximos años.

- Es cierto, el ladrillo se ha caído. Varias de su antiguas cajas crecieron con ese modelo de negocio, ¿qué va a hacer la nueva Bankia?

- Tenemos una magnífica franquicia de particulares, con más de siete millones de clientes. Somos, de lejos, la primera entidad de particulares en Madrid, Valencia y, en general, en el resto de las zonas de origen de las cajas. Hasta ahora, hemos sido un banco de particulares que ha hecho una banca muy sencilla: depósitos, hipotecas,… Pero quizás se ha trabajado poco en ofrecer productos de mayor valor añadido. Desde principios de año estamos empezando a trabajar en nuevas líneas, como créditos al consumo (tenemos herramientas para líneas de pre-concedidos) o fondos de inversión, en los que estábamos en el 5%, cuando nuestra cuota de particulares es superior al 10%. Ya estamos subiendo la cuota en los dos productos. Lo mismo puedo decir sobre seguros. Ahora, el reto que tenemos que desarrollar es el de empresas y pymes. En eso estamos trabajando también intensamente, para mejorar nuestra cuota en este segmento.

- Parece que van a ser un poco menos caja y un poco más banco

- Bueno, podría decirse así. Pensamos que tenemos los mimbres para hacer esa transformación, lo que no significa que dejemos de hacer lo que hacíamos, sino que lo hagamos mejor y también empecemos a ocupar un nuevo territorio.

- ¿Y cuándo llegarán los beneficios a los propietarios, que son todos los españoles?

- Nosotros queremos acabar este mismo año en números negros (con beneficios) y el primer trimestre nos da esperanzas en este sentido, aunque 2013 es un año lleno de incertidumbres macroeconómicas y normativas. Pero a pesar de todo creo que podríamos conseguir cerrar el año con beneficios. Nuestro objetivo a nivel de grupo (BFA) es llegar a un beneficio de unos 800 millones de euros y podemos conseguirlo. En 2015, un año y medio después, pensamos que esos beneficios podrían traducirse en dividendos. También hay que apuntar que hay una restricción en el plan de Bruselas y no se podrán pagar dividendos hasta 2015.

El día 28 y la ‘salida’ a Bolsa

- El próximo martes se cierra el proceso de recapitalización y entrarán los once mil millones de nuevas acciones. ¿Bankia cotizará ya a su valor real?

- Nosotros estamos insistiendo mucho en esto. La evolución de la acción en los últimos tiempos ha sido difícil de leer. El precio no se ha ido acompasando a lo que podría ser el valor real de la acción. El 28 de mayo comenzarán a cotizar los 11.500 millones de acciones que se emiten como resultado de la ampliación de capital de BFA y del canje de híbridos. Es una ampliación de capital que se realiza a 1,35. Nosotros hemos dicho: ‘Ojo con ese precio, porque es sobre un volumen gigantesco de acciones van a hacer que el valor de la acción tienda a situarse en 1,35 o por debajo’. El Frob ya ha comunicado que el valor económico de la acción, de acuerdo con los cálculos de expertos independientes, se sitúa en el entorno de 1 euro por acción. Queremos transmitir un mensaje de que lo normal es que la acción tienda a cotizar por debajo de esos niveles, sobre todo en los primeros días, porque probablemente habrá mucha gente que querrá vender, sobre todo entre los tenedores de preferentes en el mundo institucional. Lo normal es que la acción tienda a estabilizarse en un punto por debajo de un euro. Hay gente que puede tener la tentación de entrar viendo que el valor de la acción ha caído mucho. Yo creo que es bueno esperar a que la ampliación de capital se materialice y las acciones se estabilicen.

- Digamos que el verano es un plazo razonable para que el pequeño inversor empiece a mirar hacia Bankia.

- Sí, yo espero que a lo largo de junio y julio alcance ese equilibrio y empiece a cotizar, digamos, como una entidad normal. Entonces, empiece a responder a la propia evolución del negocio y de los fundamentales y no tanto a este proceso que ha habido de cierta especulación de una formación del precio no del todo ligada a los fundamentales de la compañía.

- La primera salida a Bolsa de Bankia ha sido muy polémica, ¿qué consejos daría a los que se lo estén pensando ahora?

- Yo creo que Bankia va a ser una muy buena oportunidad de inversión, no me cabe duda. Cada vez más tenemos informes de analistas que están empezando a hablar de esta Bankia normalizada. Creo que en un contexto de mercado normalizado, para inversores que miren a medio plazo, va a ser una buena inversión. Eso sí, que no parezca que decimos que hoy es una buena oportunidad. La acción sigue por encima de dos euros, cuando en unos días van a entrar títulos a 1,35. Por eso, el mensaje que queremos trasladar es de máxima cautela a los clientes particulares: ‘Tranquilos, esto tiene que llegar a su precio y va a haber una salida a Bolsa masiva". Yo si fuera un inversor particular empezaría a considerar Bankia como una opción de inversión a partir de final de junio-julio. Por eso, otra diferencia con otras salidas a Bolsa es que no estamos animando a nadie a que entre ya.

- El mensaje al pequeño inversor podría ser ‘inviertan, pero no jueguen’

- Y en cualquier caso, insisto, una vez que se haya cerrado la ampliación de capital y la acción haya alcanzado su punto de equilibrio.

- Por cierto, una pequeña curiosidad. En su momento, el señor Goirigolzarri anunció que todo el Consejo había tomado una participación en la entidad. Entiendo que eran acciones antiguas y que esa inversión la han perdido.

- Bueno, el Consejo tomó una pequeña participación para ser nombrados consejeros. Y estoy seguro de que en este contexto, con el nuevo precio, habrá consejeros que pueden valorar el aumentar su participación. Pero efectivamente, los que compramos acciones, como es mi caso, hemos sufrido la misma pérdida que el resto del mundo. No hemos vendido ninguna acción. No nos parecía ético ni estético.

El futuro

- Me gustaría terminar esta entrevista casi como la empecé, ¿cómo se plantea el Consejo, el señor Goirigolzarri, el señor Sevilla, su futuro?

- Nosotros tenemos ahora mismo el horizonte del Plan Estratégico, que acaba a finales del año 2015, para darle la vuelta a la situación de Bankia en términos de rentabilidad, solvencia y capitalización. Pero eso no significa que no miremos más allá. Por ejemplo, el plan que tenemos con Bruselas es a cinco años vista, hasta el año 2017. Estamos muy centrados en este proyecto y en cumplir con las metas en el año 2015.

- Entonces, ¿se sienten todavía con fuerzas? Un año después, no se pregunta "¿por qué no me quedaría yo en mi casa?"

- No. Mire, éste es un proyecto que está siempre en el foco mediático, mucho más de lo que nos gustaría. Pero poco a poco los obstáculos se han ido superando. Es cierto, han surgido otras cuestiones como los de las preferentes, que es un problema desde el punto de vista de la base de clientes. Pero creemos que la solución propuesta por el Gobierno, del arbitraje, va a conseguir que una gran mayoría de los clientes de Bankia, sobre todo entre los pequeños ahorradores, recupere su dinero. Y esto es una buena noticia. Poco a poco, las cosas se están cerrando. Tenemos un plan con el sello de aprobación de Bruselas, lo que nos da mucha seguridad.

Globalmente, estamos satisfechos. Este primer trimestre hemos empezado con buen pie. Miramos a los próximos tres años con un optimismo fundado. Creemos que tenemos las capacidades para transformar esta entidad en una franquicia rentable y competitiva, que dé un buen servicio a sus clientes, que es la base de todo.

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