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Atención a la letra pequeña

¿Cómo encontrar la tarifa de móvil perfecta?

Las penalizaciones por cancelar una portabilidad fuera de plazo o por incumplir la permanencia, son gastos que hay que tener en cuenta.

Las penalizaciones por cancelar una portabilidad fuera de plazo o por incumplir la permanencia, son gastos que hay que tener en cuenta.

A la hora de contratar una tarifa móvil nos encontramos con muchas opciones que, en ocasiones, no tenemos en cuenta porque suelen estar en la letra pequeña de la oferta. Tener controlados todos los parámetros que la definen y hacernos una idea del coste real que nos va a suponer mes a mes es clave para conseguir ahorrar, o si lo vemos desde otro punto de vista, no pagar por servicios a los que no daremos uso.

El precio de la oferta es lo primero que entra por los ojos, y puede tratarse de una mensualidad, o bien del precio que nos cuesta hablar un minuto. Por ejemplo, el gancho de la Tarifa Líder de MÁSMÓVIL es hablar por 2,7 céntimos el minuto. Otras tarifas hacen énfasis en la cuota mensual que nos permitirá hablar sin límites, otras en el coste de 0 céntimos el minuto bajo ciertas condiciones, y de lo que se trata es, precisamente, de saber esas condiciones.

Lo que tenemos que hacer para conocer todos los costes de una tarifa de telefonía móvil se reduce a los siguientes costes: establecimiento de llamada, coste por minuto, coste del SMS, cuota mensual o consumo mínimo si existe, coste del bono de Internet (si no está incluido en una cuota, por ejemplo), o coste total si hablamos de una tarifa plana o un plan global. Además debemos conocer las limitaciones de la tarifa (número de destinos por período de facturación, costes por minuto, SMS o MMS superados esos límites, coste de las llamadas internacionales,…) y por supuesto, comprobar si nos están hablando de precio final, o precio sin impuestos.

¿Cómo ahorrar (de verdad) en nuestra factura del móvil?

Si accedemos a una promoción buena, no debemos quedarnos con el precio que calculamos para el período que dure la misma, sino saber perfectamente a cuánto asciende el total una vez pasada la oferta. Esto nos puede dar alguna que otra sorpresa, sobre todo si accedemos a ofertas que buscan nuevos clientes, por ejemplo los que vienen de una portabilidad. Las penalizaciones por cancelar una portabilidad fuera de plazo, o por incumplir una permanencia entran dentro del saco de posibles costes adicionales.

Si lo que de verdad queremos es una tarifa que encaje a la perfección con nuestro consumo real, tanto en voz como datos, debemos tener paciencia y un método que nos permita comparar las tarifas que seleccionemos. El mejor método posible consiste en echar mano de las facturas de meses anteriores y analizar lo que en ellas se está reflejando. En la mayoría de las compañías se puede acceder a la factura online, lo que nos viene como anillo al dedo para tomar lápiz y papel (o una hoja de cálculo) y hacer unos números.

De cada factura de los últimos, por ejemplo, seis meses, tomaremos los siguientes datos: número de llamadas realizadas, duración media de las llamadas, número de SMS enviados y volumen de datos consumidos. En otras columnas aparte, anotaremos los siguientes costes: establecimiento de llamada, precio por minuto, precio del SMS y precio de los datos (ya sea un bono, o precio por megabyte). Con todo esto junto seremos capaces de conocer, muy aproximadamente, el coste puro de nuestra línea. Además, sabiendo cuántos datos consumimos y cuánto pagamos por ellos, sabremos si aprovechamos o no el bono de datos, y si necesitamos ampliarlo.

Teniendo presentes los datos que anotamos de número de llamadas y SMS, duración media, etc., lo que haremos será ir añadiendo una columna nueva por cada oferta que queramos comparar, y anotaremos los correspondientes costes de cada oferta. Para no liarnos, lo que se persigue es calcular cuánto nos costarían las llamadas que hicimos, los SMS que enviamos y los datos consumidos en cualquier tarifa. Ese será el punto de partida para elegir, porque nos da una pista del consumo real, de si nos compensa una cuota mensual , un consumo mínimo, o si con una tarifa plana vamos a gastar menos.

Por ejemplo, si consumimos 43 euros más IVA mensuales entre llamadas, SMS y datos, y encontramos una tarifa plana que nos sale por 35 euros más IVA, y entramos dentro de las condiciones básicas, nos compensará el cambio. Si por el contrario estamos pagando 40 euros más IVA, pero el consumo real nos sale por 23 euros más IVA, estaremos gastando de más, y por tanto no elegimos la mejor tarifa para nosotros. Todo es cuestión de números, y hacerlos periódicamente es algo muy sano para nuestro bolsillo.

Haga click en la tabla para analizar las mejores tarifas móviles

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