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Bruselas quiere imponer un tope a las comisiones por pago con tarjeta

Quiere situarlas en un máximo del 0,3% del valor de la transacción en el caso de las tarjetas de crédito y del 0,2% para las de débito.

Quiere situarlas en un máximo del 0,3% del valor de la transacción en el caso de las tarjetas de crédito y del 0,2% para las de débito.

La Comisión Europea propondrá este miércoles imponer un tope a las "excesivas" comisiones interbancarias por pagos con tarjeta, hasta situarlas en un máximo del 0,3% del valor de la transacción en el caso de las tarjetas de crédito y del 0,2% para las de débito, según han explicado a Europa Press fuentes comunitarias.

Estas comisiones están incluidas en los costes de los comercios por aceptar tarjetas de pago como Visa o MasterCard y se repercuten sobre los consumidores finales con precios más altos. A juicio del Ejecutivo comunitario, el actual mercado de pagos en la UE es demasiado caro, con un coste de más del 1% del PIB o 130.000 millones de euros al año.

Los nuevos límites, alega Bruselas, reducirán los costes para comercios y usuarios y ayudarán a crear un mercado europeo de pagos, ya que en la actualidad las tarifas varían considerablemente de un país a otro.

Los topes se aplicarán inicialmente sólo a las compras transfronterizas, por ejemplo cuando un consumidor usa su tarjeta en otro Estado miembro o cuando un comercio usa un banco de otro país. Pero después de un periodo transitorio de 22 meses cubrirán también las transacciones nacionales.

Los niveles del 0,2% para tarjetas de débito y del 0,3% para las crédito ya han sido ofrecidos por Visa y MasterCard a la Comisión como medida correctiva para librarse por multas por abuso de posición dominante.

Cuando entre en vigor el nuevo reglamento, se prohibirá a los comercios aplicar recargos por aceptar tarjetas de crédito y de débito. Estos recargos, según destaca Bruselas, son ahora muy comunes para la compra de billetes de avión. Con la introducción de topes a las comisiones, los costes para los minoristas se reducirán sustancialmente y estos recargos ya no estarán justificados, alega la Comisión.

En el caso de las tarjetas que no estén sujetas a este tope (como las dirigidas a empresas o las American Express o Diners), los comercios seguirán pudiendo aplicar recargos o rechazar aceptarlas.

Así, los consumidores sólo tendrán que asumir pérdidas muy limitadas -de un máximo de 50 euros, frente a 150 euros en la actualidad- en caso de pagos con tarjeta no autorizados.

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