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España podría perder la puja del AVE en Brasil por el accidente del tren de Santiago

Las causas del trágico accidente son un factor determinante para ganar el concurso por el AVE en Brasil.

Uno de los efectos colaterales de la tragedia que se ha cobrado la vida de, al menos, 78 personas tras el accidente del tren Alvia de Santiago de Compostela es que reina la incertidumbre entre las empresas españolas candidatas a obtener el AVE en Brasil.

El consorcio español es uno de los participantes en la puja por la línea del AVE de 530 kilómetros entre las ciudades brasileñas de Rio de Janeiro y Sao Paulo. Se trata del concurso más importante de la alta velocidad ferroviaria que a día de hoy se licita en el mundo ya que la inversión supera los 13.000 millones de euros.

La puja se abrirá el próximo mes de agosto y el veredicto estará listo a mediados de septiembre. Las empresas españolas eran hasta ahora claras favoritas para llevarse el macrocontrato, pero si se demuestra que el descarrilamiento del tren de Santiago se debió a un fallo técnico. Según informa el diario el Economista, uno de los requisitos para obtener la licitación obliga a los aspirantes a que no hayan registrado ningún siniestro en los últimos 10 años.

Aunque no menciona a ninguna de las empresas que integran el consorcio, el diario apunta muchas de las fuentes cercanas al proceso ya dan "por perdido" el contrato.

Precisamente uno de los competidores de España, Communications Construction, el consorcio chino de trenes, ya fue apartado del proceso por el accidente que registró en Zhejiang en julio de 2011 y que dejó 33 muertos,

El consorcio español, está integrado por las empresas públicas Adif, Renfe e Ineco y por las privadas Talgo, Elecnor, Cobra (ACS), Abengoa, Indra, Thales, Bombardier y Dimetronic. Las consecuencias de ganar la puja impulsarían sobremanera a la industria ferroviaria española, por eso, no es de extrañar que desde el consorcio espere que se den a conocer cuanto antes las causas del accidente para poder llegar "limpios" al proceso de licitación.

Las fuentes explican que el Ministerio de Fomento está acelerando todo lo posible la publicación del informe que aclara las causas del siniestro ya que se estima que la elaboración del documento pueda tardar de uno a cuatro meses.

Para llegar al informe definitivo, Renfe Operadora realizará una primera evaluación, luego le tocará el turno a Adif y el tercero correrá de la mano de la CIAF (Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios). La CIAF redactará el informe final incluyendo las conclusiones de Renfe y Adif.

Las fases del 'macroproyecto'

El Gobierno brasileño sacará a licitación el proyecto en dos fases: una primera que incluye la operación y la tecnología (trenes y sistemas) y una segunda que comprende la construcción de la infraestructura. Se otorgarán dos concesiones diferentes, una para cada fase, con una duración de 40 años.

La primera de ellas, que es la que ya ha salido a concurso por un importe de 2.450 millones, abarca la instalación de la denominada superestructura de la línea (los sistemas de electrificación, señalización, seguridad y telecomunicaciones, entre otros) y la explotación del servicio ferroviario durante un plazo de cuarenta años. La segunda parte del proyecto, presupuestada en 11.200 millones, contempla la construcción de la infraestructura (plataforma y la vía).

España tendrá tiene que lidiar de nuevo en este concurso, como ya ocurrió en Arabia Saudí, con la línea entre las ciudades de La Meca y Medina, con el consorcio liderado por el fabricante francés Alstom y también con los japoneses. De no resolverse con rapidez la situación, España podría no repetir el éxito logrado en el AVE La Meca-Medina, el mayor contrato conseguido por España en el exterior por un gran grupo de empresas públicas y privadas españolas. Este contrato era de casi 6.700 millones de euros, pero el de Brasil es de casi el doble.

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