El periodismo, en general, y la presa escrita, en particular, se encuentran estancados en una crisis de la que nadie sabe muy bien cómo salir ni cuáles son las fórmulas que se deben aplicar. La compra del The Washington Post por parte de Jeff Bezos, el exitoso propietario del grupo Amazon, ocurre en un momento en el que el periódico ha perdido un 7% extra de ventas en lo que va de año, además del declive de un 44% de los ingresos en los últimos seis ejercicios.
El periodismo se encuentra en estado de shock, al menos los empleados del Washington Post. Muchos se preguntan qué va a pasar con el periódico y si la crisis echará a perder, finalmente, a uno de los referentes mundiales del periodismo.
Jeff Bezos ya ha adelantado cuál va a ser la dirección a seguir. "Necesitaremos inventar, lo que significa que necesitaremos experimentar". El millonario propietario, conocido por su visión y conocimiento de las nuevas tecnologías, afirmó estar "entusiasmado" y "optimista acerca de esta oportunidad para la invención". Por el momento, ha descartado estar al frente del diario en su "día a día", añadiendo que la gestión del rotativo se mantendrá como hasta ahora. El diario continuaría con su misma línea editorial de centroizquierda (nada que ver con la europea), pero a su vez con columnistas férreos en política exterior.
Para entender cómo funciona la mente de este brillante empresario hay que echar una ojeada a la política de Amazon. Es una multinacional a la que le preocupan poco los beneficios. Amazon mantiene una fuerte política de expansión del negocio a la que le lleva a sacrificar incluso su cuenta de resultados. De hecho, perdió dinero el pasado trimestre.
La personalidad de Bezos hace esperar que no se inmiscuya en exceso en la línea editorial, centrándose más en la proyección del periódico. Jeff Bezos conoce como nadie el mundo de internet y de las tabletas donde el Kindle de Amazon juega un papel de gran relevancia. También Amazon aportará al periódico su sistema de algoritmos, lo que ayudará a conocer mejor las necesidades de los lectores, individualizando mejor el producto.
Bezos ya dio a conocer el año pasado en Alemania su opinión acerca del futuro de la prensa, centrándose en tres ideas esenciales:
- La prensa en papel no tiene futuro alguno, ha perdido eficiencia con respecto a internet, además de no ser rentable.
- Ya no hay vuelta atrás, las noticias deben ser gratis.
- ¿La solución? "Nos hemos dado cuenta de que la gente está dispuesta a pagar por suscripciones de diarios en tabletas.
Recordemos que Amazon, por un precio fijo al mes, permite almacenar todo tipo de información, películas y otros productos culturales, con lo que este mega soporte le vendría como anillo al dedo a The Washington Post. En definitiva, Bezos quiere aportar nuevas perspectivas para mejorar la proyección del rotativo.
La dirección
Por otro lado, su intención es mantener la actual dirección del periódico. Como bien recordó el empresario, "tengo un fantástico trabajo que adoro". Está visto que Bezos no tiene, por el momento, intención de coger libreta, boli y grabadora, y es por ello por lo que no estaría interesado en trastocar la estructura y dirección del medio.
Martin Baron continuará como director y Katharine Weymouth Graham (cuarta generación de los expropietarios, la familia Graham) seguirá como editora. A su vez, una de las condiciones pactadas en la transacción del periódico es la obligación de mantener los 2.000 puestos de trabajo.