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Rechaza el prohibicionismo de la UE

República Checa, el último refugio de los fumadores europeos

Es el único país de la UE que rechaza frontalmente las nuevas restricciones de Bruselas al tabaco.

Es el único país de la UE que rechaza frontalmente las nuevas restricciones de Bruselas al tabaco.

La UE se ha entregado con éxito a la prohibición sistemática del consumo de tabaco en los lugares públicos. El único país que resiste es la República Checa, que, fiel a su concepción del liberalismo, intenta por todos los medios minar la normativa europea. Bruselas lleva meses trabajando en un nuevo plan antitabaco, en el que pretende imponer restricciones y límites extra a la comercialización y consumo de este producto. Así, entre otras medidas, la Comisión Europea (CE) planea restringir al 10% de la cajetilla el espacio que tendrán las tabaqueras para promocionar su marca y sacar del mercado todos los cigarrillos "que tengan un sabor característico", como los mentolados o los de chocolate.

Sin embargo, la República Checa rechaza de plano este tipo de prohibiciones. "Se trata únicamente de una nueva invención de Bruselas para regular el mercado. Hoy es el tabaco, pero mañana nos prohibirá comer grasa o conducir un coche. Debemos resistir y defender nuestra libertad", declara Jaroslav Kubera, presidente del ODS [Partido Democrático Cívico, conservador] en el Senado, repitiendo los argumentos con los que convenció a los dirigentes de su partido para que rechazaran este nuevo proyecto europeo.

Tarjeta amarilla

En el ámbito de la Comisión Parlamentaria de Asuntos Europeos, los miembros del partido ODS llegaron a poner en marcha el procedimiento conocido como "tarjeta amarilla" contra la directiva del tabaco. Se trata de un instrumento diplomático excepcional que permite presentar una amonestación a Bruselas por abuso de poder [incumplimiento del principio de subsidiariedad].

Además, esta postura no parece que corra el riesgo de cambiar con la izquierda [checa] pro-europea. "No lo considero un tema de lucha política", opina Jeroným Tejc, diputado del CSSD [Partido Socialdemócrata]. "Esta cuestión no es objeto de debate dentro del partido. Yo no fumo, pero respeto las opiniones de mis compañeros que tienen una relación distinta con el tabaco".

Pese a ello, la República Checa ratificó el año pasado el acuerdo de la Organización Mundial de la Salud [OMS] que impone un endurecimiento progresivo de la legislación local sobre el consumo de tabaco. "Creo que en la República Checa la mentalidad cambiará en algún momento. La cuestión es cuándo", afirma el diputado [y médico] Boris Stastny. "Algún día sucederá, pero sólo con la presión de la UE, o después de que un camarero o una camarera haya interpuesto una denuncia por haber desarrollado un cáncer de pulmón en su lugar de trabajo. Porque en el resto de los países, los casos de este tipo son los que han desencadenado un cambio en la legislación y permiten comprender hasta qué punto se había viciado el discurso de los fumadores sobre la libertad".

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