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Li Ka-Shing, el hombre más rico de Asia que nació pobre

Li Ka-shing tuvo que abandonar los estudios a los 15 años para ponerse a trabajar en una fábrica de plásticos.

Li Ka-shing tuvo que abandonar los estudios a los 15 años para ponerse a trabajar en una fábrica de plásticos.
El magnate asiático, Li Ka-Shing I Corbis

A los 84 años, a Li Ka-Shing todavía le quedan fuerzas para llevar las riendas de los gigantes más importantes de Asia: el holding Cheung Kong y la corporación Hutchison Whampoa. Su afán de superación ha regido la filosofía de su vida y no conoce el concepto de abandono.

Por eso la historia de Li Ka-Shing merece ser contada. Sus orígenes se remontan a la más absoluta pobreza, pero gracias a la perseverancia y al sacrificio en el trabajo ha logrado convertirse en el hombre más rico de Asía y en el octavo más acaudalado del mundo.

Nacido en la provincia de Guandong (China), en 1928, Li Ka-Shing y su humilde familia se vieron obligados a huir a Hong Kong en 1940, cuando el ejército japonés entró en su ciudad. Su padre murió cuando él tenía 15 años y el joven tuvo que abandonar el colegio para trabajar en una empresa de plásticos.

Es ascenso de Li en esta compañía fue imparable y a los pocos años consiguió que le nombraran directivo. Pero la ilusión del joven era dar vida a su propio negocio y con 22 años decidió crear su primera empresa. Utilizó su aprendizaje en la fábrica de plásticos, y el dinero prestado por su familia, para lanzar Cheung Kong Plastics Company. Con el éxito de esta empresa, la fortuna de Li comenzó a crecer rápidamente y con los beneficios obtenidos, el empresario decidió invertir en el sector inmobiliario, precisamente, en la época del boom de Hong Kong.

La gran operación de Li

A los 30 años, Li Ka-Shing ya era un empresario reconocido y en 1972 logró sacar Cheung Kong a bolsa. Su gran operación llegaría con la compra de Hutchison Whampoa en 1979, una empresa dedicada al tráfico de contenedores que, actualmente, es la más importante del mundo en ese sector.

Pero el buen olfato de Li para los negocios hizo que ese mismo año, en plena Revolución China, comprara multitud de empresas nacionales a un buen precio para convertir la suya propia, Cheung Kong, en un gigantesco conglomerado empresarial.

Sus buenas relaciones con las altas esferas políticas, en especial con el ex presidente chino Deng Xiaoping, le permitieron convertirse en el intermediario de los negocios entre China y Hong Kong, aumentando de forma exponencial su fortuna. En la década de los 80, Li ya era uno de los hombres más acaudalados de Asia, posición que iría mejorando hasta que Forbes le otorgara el título de hombre más rico de Asia y octavo del mundo. Actualmente, Li Ka-Shing amasa una fortuna de 31.000 millones de dólares.

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