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El juez bloquea las cuentas del expresidente de Pescanova

Su mujer, Rosario Adrade, abrió una cuenta en Portugal seis días después de la admisión a trámite de las querellas por el caso Pescanova.

La mujer del expresidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, intentó enviar 4 millones de euros a una cuenta en China después de la imputación de su marido en la causa que investiga el agujero de la compañía, según un informe de la Policía remitido a la Audiencia Nacional.

Tras conocerse esta información, el juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, ha ordenado bloquear todas las cuentas y depósitos bancarios del expresidente de Pescanova.

El pasado 29 de mayo, Rosario Andrade abrió una cuenta bancaria en Portugal, seis días después de la admisión a trámite de las querellas por el caso Pescanova, a nombre de una sociedad española de la que es administradora única.

Esa cuenta recibió los pasados 26 y 28 de agosto, cuatro millones y 236.000 euros respectivamente desde una sociedad llamada Kiwi España SA, administrada por Fernández de Sousa.

A continuación, se ordenó una transferencia de 5,2 millones de dólares con cargo a la cuenta portuguesa en una cuenta de su titularidad en un Banco de China. La transferencia se justificó como un presunto préstamo de la sociedad Quinta do Sobreiro, bajo su control.

Invirtió 400 millones siendo insolvente

Esta noticia estalla el mismo día que se ha conocido que la pesquera destinó a inversiones un total de 833,83 millones de euros desde 2007, enfocados principalmente al negocio de la acuicultura, de los cuales la mitad correspondió al periodo 2007-2010 y la otra mitad a los ejercicios 2011 y 2012, en los que ya estaba en situación de insolvencia.

En concreto, según recoge el informe concursal, la firma registraba unos fondos propios negativos en 2011 de 789,79 millones de euros, frente a una cifra positiva de 261,94 millones contabilizada por la empresa, mientras que en 2012 se elevaron hasta -1.321,27 millones, frente a los 120,88 millones, según la empresa.

"Considerando que las cuentas anuales presentarían unos fondos propios y un patrimonio neto negativos al menos desde 2011, la sociedad estaría en situación de disolución desde al menos ese ejercicio y, por tanto, debería haber reequilibrado su patrimonio o haber solicitado concurso", señala Deloitte en su informe concursal.

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