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El resultado de la gestión de Tomás Gómez: brutal subida de impuestos en Parla

Parla pide medidas extraordinarias de financiación a Hacienda. A cambió verá parte de sus cuentas controladas y tendrá que subir impuestos y tasas.

Parla pide medidas extraordinarias de financiación a Hacienda. A cambió verá parte de sus cuentas controladas y tendrá que subir impuestos y tasas.

Tras años de gestión socialista, casi 10 de ellos con Tomás Gómez de alcalde y otros cinco con la alcaldía ocupada por el que fuera mano derecha del hoy líder del PSM, José María Fraile, el Ayuntamiento de Parla ha tenido que acogerse a las medidas extraordinarias puestas en marcha por Hacienda para los municipios en peor situación de España.

El Ayuntamiento de Parla se apresuró a negar que haya pedido un rescate y que al acogerse al Real Decreto 8/2013 de 28 de junio para salvar sus desastrosas cuentas tenga que subir impuestos.

Pero cierto es que, por mucho que se amenace a los medios con "las acciones legales oportunas", la única forma de evitar fuertes subidas de impuestos y tener sus cuentas fiscalizadas sería incumplir la ley y que el Ministerio de Hacienda se lo permitiese.

Porque si cumplen con lo que explica claramente el citado texto legal el resultado será control desde Hacienda, subida brutal de algunas tasas y del coste de ciertos servicios, y subida también de los impuestos municipales más importantes.

¿Es un rescate?

La primera pregunta a responder sería si el plan al que se acoge el Ayuntamiento de Parla puede ser considerado un rescate. El propio consistorio parleño reconoce que se acoge al Real Decreto Ley 8/2013 -aunque lo citan como 8/2003-. En ningún punto de este decreto se habla, obviamente, de "medidas de rescate", pero en su mismo título aparece la frase "de apoyo a entidades locales con problemas financieros", bastante inequívoca.

El propio decreto establece las condiciones en las que debe encontrarse un ayuntamiento para acogerse a estas "medidas extraordinarias, de carácter temporal y voluntario" y después se ha publicado una "relación de municipios incluidos en el ámbito subjetivo de aplicación del Título II", que es la parte del texto legal a la que se acoge el Ayuntamiento de Parla.

Presupuestos controlados por Hacienda

Del hecho de que se trata de medidas para municipios en una situación realmente desesperada nos da una idea un dato: pese a la situación pésima de la mayor parte de administraciones locales sólo 536 municipios de España cumplen las condiciones objetivas y aparecen en la citada lista, lo que supone un 6,6% del total, es decir, los que verdaderamente necesitan ser "rescatados".

Además, entre las medidas que establece el decreto se señala que en determinados casos de debe someter a "informe previo y vinculante del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas la aprobación de los presupuestos municipales". Es decir, que toda la política municipal queda sometida al visto bueno del Gobierno.

Otro ejemplo del control que se quiere ejercer desde el departamento de Cristóbal Montoro es el hecho de que el dinero que se genere de las medidas de liquidez se ingresará en "una cuenta bancaria de titularidad del municipio de uso restringido". Esta cuenta "deberá ser autorizada, a propuesta del municipio, por la Secretaría General de Coordinación Autonómica y Local del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas".

En esta autorización el ministerio especificará "las condiciones de utilización de dicha cuenta", señalará "los pagos a efectuar con cargo" a la misma y, por si esto no fuese suficiente, "dispondrá las obligaciones de información y control de la entidad de crédito". Es decir, que Hacienda controlará qué se puede hacer y qué no con el dinero que entregue a Parla.

Subidas de tasas

El impacto más significativo para los parleños será, no obstante, la subida de precios que inevitablemente tendrá que darse en todos los servicios que ofrece el Ayuntamiento, aunque estén gestionados a través de empresas privadas.

El Real Decreto Ley es inequívoco al respecto y una de las condiciones que marca para acceder a las medidas es "financiar íntegramente el coste de los servicios públicos mediante la aplicación de tasas y precios públicos". Esto deberá hacerse de forma gradual, pero con celeridad: en el primer presupuesto –es decir, 2014- esta financiación debería ser al menos de un 50% del coste de cada servicio; en el segundo de un 75% y en el tercero ya del 100%.

Esto significa que los vecinos de Parla deberán pagar íntegramente y a través de tasas servicios como la recogida de basura y limpieza viaria, las escuelas infantiles, las instalaciones deportivas, la ayuda a domicilio a personas mayores o enfermos.

¿Y cuál es la situación actual? Pues en la mayor parte de los casos la recaudación cubre una parte mínima del coste de los servicios. Así, por ejemplo, y según datos recabados por el propio ayuntamiento en 2012: las instalaciones deportivas municipales tienen un costo de 2,8 millones de euros e ingresan apenas 26.000 -no llega al 1%-; la ayuda a Domicilio supone 1,4 millones de euros a las arcas municipales, pero sólo recauda 56.000 -no llega al 4%-; y las actividades culturales cuestan 2,5 millones de euros y se recaudan apenas 381.000 –un 15%-.

También suben los impuestos

Pero la mayor subida se producirá en algo que legalmente se considera una tasa pero que, dado que su pago es inevitable, los ciudadanos sienten como un impuesto: la tasa de basuras.

Actualmente en Parla no se paga tasa de basuras, pero como hemos visto el Real Decreto obliga a ello. El coste del servicio según los presupuestos municipales es de casi 8 millones de euros, si en 2014 debe financiarse en al menos un 50% esto supone 4 millones que, divididos entre las aproximadamente 40.000 viviendas de Parla, significan que en 2014 cada familia tendrá que pagar al menos 100 euros que hasta ahora no pagaba. Y lo peor no es eso, sino que en 2015 serán 150 y 200 en 2016.

Finalmente, la subida impositiva más inevitable para las familias de Parla se producirá en el Impuesto de Bienes Inmuebles, el conocido IBI. El Decreto Ley también es inequívoco al respecto: no sólo exige una subida mínima del 25% sino que establece que "el tipo aplicable no podrá ser (…) inferior al 0,6 por 100" del valor catastral de las viviendas.

En la actualidad, ese porcentaje en Parla se sitúa en el 0,4%, es decir que el IBI subirá en Parla al menos un 50%. La familia que paga actualmente 200 euros, pasará a pagar 300 y si alguien tiene un piso, o un local, más grande y llega a pagar unos 600, su nuevo recibo será de 900.

El Ayuntamiento ha negado que se vayan a producir estas inevitables subidas, pero es evidente que o bien miente a los parleños o bien está dispuesto a incumplir los términos del decreto al que voluntariamente se ha acogido.

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