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Tras 20 meses en quiebra

La nueva Kodak resurge de sus cenizas

Las acciones de la mítica empresa empezaron a cotizar de nuevo en la Bolsa de Nueva York este viernes.

Las acciones de la mítica empresa empezaron a cotizar de nuevo en la Bolsa de Nueva York este viernes.

La que fue durante años la marca de fotografía por excelencia ha resurgido de sus cenizas tras más de 20 meses en quiebra. El pasado viernes las acciones del fabricante estadounidense de película y material fotográfico Eastman Kodak Company volvían a cotizar en la Bolsa de Nueva York bajo el símbolo KODK.

"Es un momento importante para la nueva Kodak", decía la pasada semana el consejero delegado de la compañía, el español Antonio M. Pérez. "Estamos satisfechos de volver a cotizar en el NYSE", añadió.

20 meses en quiebra

La centenaria compañía de fotografía presentaba ante un tribunal de Nueva York la petición voluntaria de quiebra el 19 de enero de 2012. La declaración de quiebra de una de las empresas pioneras en el mundo de la fotografía no fue una sorpresa para casi nadie. Sus problemas venían sucediéndose desde hace años. Los continuos rumores de quiebra llevaron a las acciones a depreciarse, en los doce meses anteriores a la declaración de quiebra, más de un 90%.

Kodak, una de las empresas inventoras de la tecnología digital en fotografía, que en sus inicios favoreció el acceso de las masas a la fotografía, no supo adaptarse al nuevo modelo de mercado de cambio constante. De hecho, la compañía, fundada en 1888, no ganaba dinero desde 2007.

La empresa estadounidense era propietaria de más de un millar de patentes dentro de la industria que no conseguía vender por la desconfianza que generaba su solvencia en el sector. Cuando se declaró en quiebra, y con el objetivo de no morir definitivamente, decidió solicitar a Citigroup un crédito por un importe de 950 millones de dólares, a devolver en 18 meses. Como aval a este crédito, que debía ser aprobado por un juez al estar la empresa en una situación de concurso, la compañía usó esas patentes.

Sin embargo, el problema vino cuando Apple demandó a Kodak por considerar que muchas de esas patentes eran de su propiedad. Éste era sólo un capítulo más en la guerra de patentes entre la empresa de la manzana y la de fotografía. Por su parte, Kodak demandó a Apple por violar la patente de previsualización de imágenes en una pantalla pequeña. Finalmente, un juzgado dio por zanjados los problemas al considerar que Apple no había cometido ningún delito con la patente de Kodak. Esto supuso un mazazo más dentro de la complicada situación de la empresa de fotografía.

Cuando Kodak declaró la quiebra, pretendía reforzar la liquidez tanto en EEUU como fuera y salvar la compañía a base de un cambio completo de estrategia y de negocio. En su comunicado del 19 de enero del año pasado, señaló que, pese a la petición de quiebra, la empresa tenía la capacidad suficiente para seguir operando, prestando servicios a los clientes y para pagar con normalidad a sus empleados.

La nueva Kodak

La histórica enseña de fotografía no tenía fácil el reto de salir adelante. Kodak arrastraba en 2012 una deuda próxima a 6.750 millones de dólares, en su mayoría en forma de obligaciones hacia sus empleados en concepto de pensiones. Tan sólo veinte meses después, la histórica marca de fotografía salía formalmente de la bancarrota y volvía a cotizar en la bolsa estadounidense.

Su presidente aseguraba que la empresa se iba a centrar a partir de ahora en otros negocios con una estructura mucho más austera. Kodak liquidó activos y su nueva estructura implica un perfil público más bajo para el icónico nombre Kodak. De hecho, los ingresos previstos de la compañía, de unos 2.500 millones de dólares (unos 1.865 millones de euros), son casi la mitad de lo que tenía cuando se declaró en quiebra.

En la salida a bolsa de las acciones el viernes pasado, el máximo ejecutivo de la compañía destacó que el cambio en el ticker de Kodak, que anteriormente cotizaba bajo el símbolo EKOD, refleja que se trata de "una nueva compañía" enfocada en productos business-to-business y servicios, "bien capitalizada y con un compromiso firme en dar valor a sus accionistas e innovación a sus clientes".

Kodak resurge así de sus cenizas como una empresa mucho más pequeña y realmente diferente. En 2012, la compañía ya anunció que dejaría de fabricar progresivamente cámaras digitales, videocámaras de bolsillo y marcos fotográficos digitales.

La compañía, que hace más de cien años posibilitó el acceso de las masas a las cámaras fotográficas, cambia de estrategia y se centrará en la impresión industrial digital. Entre los productos y servicios de consumo que Kodak seguirá ofreciendo se encuentran kioscos fotográficos en tiendas y minilaboratorios digitales de impresión en seco, impresoras de inyección de tinta de sobremesa, aplicaciones para Facebook y su servicio Kodak Gallery.

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