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EDITORIAL

Montoro, culpable del déficit eléctrico

Montoro evitó el imprescindible pinchazo de la burbuja renovable y, como consecuencia, el sistema eléctrico sigue registrando un elevado déficit.

El ingente agujero que, desde hace años, presenta el sistema eléctrico español sigue creciendo a pesar de las promesas y medidas adoptadas por el Gobierno del PP para intentar cerrar de una vez por todas el denominado déficit de tarifa, la brecha existente entre el coste real de la energía y la factura de la luz que pagan los consumidores.

Y, por paradójico que resulte, lo cierto es que el principal responsable de dicho desajuste no es tanto el ministro de Industria, José Manuel Soria, como el responsable de la cartera de Hacienda, Cristóbal Montoro, sumando así un nuevo déficit en su haber, más allá del desequilibrio que presentan las cuentas públicas.

No en vano, fue Montoro quien determinó la reforma eléctrica con el fin de suavizar al máximo el recorte a las primas renovables. El Gobierno, siguiendo las directrices del ministro de Hacienda, disparó los impuestos a las empresas del sector, manteniendo en pie la burbuja de las renovables, auténtica responsable del enorme desaguisado que sufre el sistema eléctrico, bajo la promesa de que resolvería el problema.

Pero la citada reforma no ha funcionado, tal y como se preveía. El déficit de tarifa superará los 3.600 millones de euros en 2013, un desfase que, en teoría, debería ser cubierto por el Estado mediante gasto público (contribuyentes) o bien aplicando nuevas y drásticas subidas de la luz a corto plazo (consumidores) para que la deuda eléctrica no siga engordando. En la actualidad, dicha deuda se aproxima peligrosamente a los 30.000 millones de euros.

Sin embargo, el Gobierno ha optado, una vez más, por la improvisación en lugar de asumir su responsabilidad, elevando de paso la inseguridad jurídica. Por un lado, dado el descontrol que siguen sufriendo las cuentas públicas, el desembolso de los citados 3.600 millones de euros por parte del Estado habría elevado aún más el déficit público, convirtiendo en misión imposible el cumplimiento del objetivo del 6,5% del PIB fijado por Bruselas para 2013. Por otro lado, lo último que quiere el Ejecutivo es sufrir el desgaste que, sin duda, conllevaría una fuerte subida de la factura de la luz como consecuencia de su ineficacia a la hora de afrontar el problema del déficit tarifario.

Así pues, el PP se ha decantado, finalmente, por esconder el problema bajo la alfombra, retrasando su solución para más adelante, ya que el Estado avalará la titulización de dicho agujero. Es decir, garantizará la emisión de nueva deuda eléctrica, cuyo coste se sufragará a lo largo de los próximos años mediante progresivas subidas de la luz. De este modo, serán los consumidores los que abonarán la factura, solo que de forma diferida, y, en caso de problemas, serán los contribuyentes quienes costearán el déficit.

Y el artífice de esta particular solución ha sido, nuevamente, Montoro, demostrando así a Soria quién manda realmente en el sector eléctrico. Por desgracia, este tipo de parches no solventan la raíz del problema, que no es otro que el elevado e insostenible coste de las renovables.

El ministro de Hacienda ha disparado los impuestos a empresas y familias hasta niveles récord para evitar drásticos recortes de gasto y, como consecuencia, España sigue registrando un elevado déficit público; pero no contento con esto, ha introducido esta misma fórmula en el sistema eléctrico, elevando los impuestos al sector para evitar pinchar la burbuja renovable, con idénticos resultados... El déficit de tarifa sigue su curso.

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