El miércoles de la semana pasada se vivieron en la provincia argentina de Córdoba momentos de verdadero pánico después de que la policía se negase a trabajar pidiendo mejoras salariales. El acuartelamiento - según lo denominan en Argentina- de los oficiales produjo una ola de saqueos y disturbios en toda la región al aprovechar la situación de vacío de seguridad.
Unos quince supermercados de la periferia de Córdoba sufrieron saqueos o ataques a pedradas contra sus vidrieras, según el diario Clarín. A medida que acechaba la noche el vandalismo y la violencia se hacían con las calles de Córdoba. La gravedad de la situación obligó a suspender las clases en los colegios, el transporte, los bancos...
Las demandas de los policías pronto se han trasladado a otras provincias hasta llegar a Buenos Aires. Así, ya son ocho, según Clarín, las provincias con los policías manifestándose y en huelga, aunque no en todas están acuartelados.
En la provincia de Buenos Aires, en Mar del Plata, Bahía Blanca y La Plata existen movilizaciones de efectivos de la policía reclamando un importante aumento salarial, pero al parecer hay servicios mínimos. Tal y como ocurrió el pasado miércoles, los saqueos y hurtos se han multiplicado en estas provincias.
Desde que comenzaran las agitaciones han muerto tres personas y centenares han resultado heridas o detenidas. La última víctima falleció "electrocutada" en la madrugada de este domingo en la localidad de Concordia, situada en la provincia de Entre Ríos, unos 430 kilómetros al norte de Buenos Aires, según informó el gobernador provincial. "Todo indica que se encontraba en el lugar de los saqueos", confirmó el gobernador.