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Antonio del Valle, la historia del nuevo accionista principal de Banco Popular

La prestigiosa revista Forbes estima que la riqueza de la familia asciende a 4.940 millones de dólares.

Banco Popular llegó este miércoles a un acuerdo con la entidad mexicana BX+ por el cual se hacía con casi un 25% del capital del banco. A su vez, a través de esta alianza, la familia mexicana Del Valle se haría con un 6% del Popular mediante una ampliación de capital por importe de 450 millones de euros.

La familia Del Valle, que controla BX+, lidera el grupo de inversores mexicanos que comprarán el 6% del capital del Popular y que se convertirán en los mayores accionistas de la entidad, solo superados por la Sindicatura de Accionistas, que tiene un 9,7%. Tras esta adquisición, Antonio del Valle, el cabeza de familia de esta adinerada saga mexicana, vuelve así a la primera línea del principal negocio con el que hace treinta años hizo fortuna.

Un magnate que supo levantarse

A principios de los ochenta, el Gobierno mexicano de José López Portillo estaba inmerso en una de las crisis económicas más graves que asolaron el país. Sus ineptas y arbitrarias políticas económicas llevaron al país prácticamente a la quiebra. En medio de la fiebre por el petróleo, se endeudó con bancos extranjeros y patrios para explotar nuevos yacimientos además de financiar excelsas infraestructuras sin sentido. El aumento exponencial de funcionarios y la corrupción pusieron la guinda al desastre económico.

El 1 de septiembre de 1982, en su último informe de Gobierno, culpó a los banqueros de la ruina económica del país y de un día para otro nacionalizó la banca y decretó el control de los tipos de cambio. Antonio del Valle era, hasta ese día, el propietario de Banco de Crédito y Servicio.

Tras el expolio, Del Valle, al igual que muchos otros de sus antes competidores, pensó en abandonar el país y dirigirse a EEUU o a España, de donde eran sus padres. Finalmente, la familia contribuyó a que no se marchara de México. Pero ya no podía dedicarse al negocio de la banca, ahora pública.

Con el justiprecio que el Gobierno le dio por la expropiación, Del Valle, junto a sus socios, se hizo con varias empresas. Una de ella fue Química Pennwalt, una fábrica de productos químicos. Desde entonces, a base de comprar empresas y tomar decisiones estratégicas en ellas, el magnate se ha hecho con un conglomerado de compañías, sobre todo en el sector petroquímico.

Ahora, Química Pennwalt se llama Mexichem y vale 2.300 millones de dólares. La empresa, líder en la industria química, da trabajo a más de 17.500 empleados, quienes operan en prácticamente todo el continente americano y en localidades específicas de Europa y Asia, contribuyendo activamente al desarrollo en los países donde sus operaciones están localizadas. Los expertos del sector la consideran la multinacional mexicana más prometedora del momento.

Además de los negocios en la industria petroquímica, Del Valle volvió en el 92 a entrar en el sector bancario después de que el Gobierno mexicano privatizase las entidades financieras. Antonio del Valle y su familia son accionistas de la entidad mexicana BX+ (Banco Ve por Más), del que Popular se ha hecho con el 25%. La prestigiosa revista Forbes estima que la riqueza de la familia asciende a 4.940 millones de dólares. Son la séptima fortuna del país.

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