El Ministerio de Industria baraja la posibilidad de aumentar la vida útil de las instalaciones nucleares. En declaraciones recogidas por Servimedia, el presidente de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), Francisco Gil-Ortega, aseguró que se está pensando "prolongar la vida de las instalaciones nucleares de los 40 actuales a los 50 ó 60 años".
De este modo, el Ministerio de Soria estaría pensando en equiparar nuestra legislación con las de otros países como Estados Unidos, donde la vida de las centrales se puede ampliar hasta los 70 u 80 años.
En su intervención en el Foro de la Nueva Energía, Gil-Ortega apuntó que, ante la indefinición sobre la posible vuelta de la central nuclear de Burgos, situada en Santa María de Garoña, Enresa tiene ya preparado un plan de contingencia.
También habló sobre la puesta en marcha del Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos radiactivos de alta intensidad en Villar de Cañas (Cuenca), fechado para el primer trimestre de 2018. Gil-Ortega quiso tranquilizar a los detractores del complejo asegurando de que se trata de "una instalación pasiva, no un instalación nuclear, no sufre reacciones en su interior, solo emite calor, no hay ningún riesgo de situarlo en Villar de Cañas ni en ningún sitio de España", aseguró.
Los residuos nucleares permanecerán en el Almacén Temporal Centralizado un periodo de 60 años para, posteriormente, ser trasladados a un Almacén Geológico Profundo (AGP), donde finalizarán su etapa radiactiva en otros 50 años.
Para el presidente de Enresa esta instalación es "imprescindible y urgente". La necesidad del almacén es vital para evitar situaciones como la central de Zorita, donde los residuos se encuentran al "aire libre". El complejo, de 54 hectáreas, ha generado en el municipio de Villar de Cañas un crecimiento de un 15% en tasa interanual, iniciándose proyectos empresariales como un hotel, una sucursal y distintos comercios en la zona.