Las subidas continuadas de precios están complicando cada vez más la vida de los argentinos. Con una inflación que supera con creces el 30%, según expertos internacionales -poco más del 10% para el Gobierno de Kirchner-, Argentina se está convirtiendo en un país cada vez más caro para sus ciudadanos.
Lejos de reconocer parte de culpa en la suba de los precios, Cristina Fernández de Kirchner carga, como ya hizo su homólogo venezolano, contra los mercados y los dueños de los supermercados. Este lunes la presidenta argentina salió a defender el acuerdo de precios impulsado por el Gobierno a través de su página de Facebook y dijo que "nadie puede estar de acuerdo en que saqueen a los argentinos", según publica el diario argentino Cronista.
"Estar unidos no significa pensar lo mismo en todo, estar unidos no significa no tener diferencias, pero nadie puede estar de acuerdo en que saqueen a los argentinos, después del esfuerzo que nos ha costado llegar a todos hasta aquí. Nadie, nadie. Por eso no importa el barrio, podés vivir en Villa Lugano o podés vivir en Recoleta, pero a nadie le gusta que le saquen las cosas o les pongan las cosas a lo que no vale, a nadie le gusta, yo te lo puedo asegurar, a nadie. Y tenemos que ayudar a que eso no suceda, porque hemos trabajado mucho, porque el Estado ha puesto mucho, no este gobierno, el Estado, los propios argentinos. Cuidar estos logros, en definitiva, es cuidarnos a nosotros mismos como sociedad".
La presidenta peronista aprovechó para promocionar a través de su perfil en la conocida red social el nuevo spot publicitario del Gobierno sobre los "precios cuidados".
No es un discurso nuevo, pero sí es una retórica que se está agudizando en los últimos días al mismo tiempo que crece la tensión monetaria. En una comparecencia la pasada semana Kirchner, al más puro estilo chavista, criticó al empresariado por buscar mayor rentabilidad aumentando los precios, al tiempo instó a "abandonar los manejos especulativos y la fuga de capitales". Al mismo tiempo que culpaba a los empresarios de la cada vez más complicada situación por la que atraviesa el país latinoamericano, hizo un llamamiento a los argentinos. "Es hora de que todos los sectores asuman la responsabilidad que le corresponde para que las cosas sigan funcionando", dijo la presidenta argentina.
'Escrache' a los dueños de los supermercados
El viernes pasado la ciudad de Buenos Aires amaneció empapelada con pancartas con la foto de algunos conocidos dueños de supermercados del país, según publican varios medios locales. "Estos son los que te roban el sueldo. Aumentó el precio de todo para sacarte la plata a vos", proclaman los carteles. Entre otros, aparecen Daniel Fernández, consejero delegado de Carrefour; Liliana Frávega, presidenta de una conocida firma de electrodomésticos familiar; y Matías Videla Sola, gerente de Jumbo. En los carteles también aparecen Alfredo Coto, dueño de los supermercados Coto y Juan José Aranguren, consejero delegado de la petrolera Shell.
Los autores de estos movimientos, que pretenden culpar a los empresarios de las subidas de precios de los productos, son agrupaciones kirchneristas y peronistas como Unidos y Organizados, integrada por La Cámpora, el Movimiento Evita, el Partido Comunista (Argentina) o la Juventud Peronista, Nuevo Encuentro entre otros.
Hace unos días era el propio jefe de gabinete de Kirchener el que animaba a los ciudadanos a combatir contra los que subían los precios y "pretenden especular con la mesa de los argentinos". Jorge Capitanich acusó a los economistas de ser "agentes encubiertos de grupos de empresarios que no se animan a dar la cara" y de dirigentes opositores que no "tienen coraje" de dar su propia visión de la realidad. Cargó contra los grupos que "pretenden especular con la mesa de los argentinos" al incrementar los precios de la carne.