La declaración de la infanta Cristina el pasado 8 de mayo ha puesto de manifiesto, una vez más, que cuando el evento promete, los balcones de alrededor también. Y es que una buena imagen de la infanta entrando en los juzgados de Palma de Mallorca fue el pasado fin de semana el objetivo prioritario para los medios de comunicación. Los balcones de la calle Parellades, adyacente a los juzgados, que permiten la mejor panorámica de la zona, se ofertaban en alquiler a 1.500 euros al día, más caro que el Ritz.
La ley de oferta y la demanda, nunca falla. Las cámaras de televisión realizaron desde los balcones las conexiones en directo de la entrada de la infanta para los informativos de medio mundo. Esta situación no es nueva. Y es que, ya sea para medios de comunicación, donde una imagen vale más que mil palabras o, simplemente, para disfrutar en primera fila de la magia de las Fallas, de la Semana Santa o cualquier evento importante que se precie, el alquiler de balcones puede ser nuestra solución.
Nuevas líneas de negocio
En este sentido, están creciendo diferentes líneas de negocio que tratan de sacar la mejor rentabilidad a los balcones de toda España. Destacamos dos ejemplos. Por un lado, MyBalcony, que funciona como nexo de unión entre propietarios y arrendatarios. Por el otro, Flexim Fallas Lounge, empresa que oferta a precios muy competitivos las mejores vistas de la tradicional fiesta valenciana acompañadas de un servicio de catering.
Tal y como cuenta a Libre Mercado Francisco Pavón, uno de los tres socios fundadores de MyBalcony, "la idea surgió tras ir a visitar la fiesta de la Corrida del Palio de Siena, en Italia, con unos amigos". Ahí, los jóvenes empresarios vieron cómo todos los balcones de la plaza estaban alquilados. "Lo que hicimos fue extrapolar esa idea, aprovechando que España es uno de los países con las fiestas culturales más espectaculares del mundo".
MyBalcony, que nació a finales de 2011, ha ayudado a cerrar hasta el momento cerca de 150 tratos entre propietarios y particulares. En cuanto a los récords, según relata Pavón, "la plataforma ha ayudado a cerrar alquileres de entre los 4.000 y 5.000 euros".
MyBalcony se centra, principalmente, en tres fiestas clave: La Semana Santa (ya sea sevillana o malagueña), Las Fallas y los Sanfermines. A su vez, mantienen otras líneas abiertas como la Tomatina de Buñol , los Moros y Cristianos de Alcoy, el Festival de cine de Málaga o el GP de Mónaco, entre tantos otros.
La segunda empresa a destacar en esta peculiar línea de negocio es Flexim Fallas Lounge. Esta compañía, de carácter internacional, ofrece las mejores vistas de las Fallas con servio de catering incluido. Con precios económicos que oscilan entre los 35 y los 60 euros, los clientes podrán disfrutar de la Mascletá en primera fila, acompañados de un buen cóctel. Según explica uno de sus comerciales a Libre Mercado, en total disponen de 5 balcones situados en la Plaza del Ayuntamiento de Valencia, con un aforo máximo de 40 personas.
Los balcones más codiciados
Eventos como la boda real entre el Príncipe Felipe y Leticia, la visita del Santo Padre a Santiago de Compostela y Barcelona en 2010 o el circuito urbano de Fórmula 1 de Valencia son ejemplos, entre otros muchos, de que la suerte existe, al menos, para los balcones cercanos.
- La boda de los Príncipes de Asturias
La boda del siglo apodada por muchos, fue recibida como agua de mayo por los vecinos de la catedral de la Almudena. Los bloques de la calle Bailén 19 y la calle Mayor 88 se convirtieron en puntos estratégicos para los medios de comunicación de todo el orbe. Los vecinos cercanos a la catedral, conscientes de que sólo se vive una vez, pusieron sus balcones bajo un alquiler de entre los 6.000 y 12.000 euros.
- Visita de Benedicto XVI a Barcelona
El precio máximo por balcón ascendió a los 3.500 euros. La visita del Pontífice a Barcelona añadió aún más valor al hecho de vivir en frente de la Sagrada Familia. Allí, Benedicto XVI rezó el Ángelus ante miles de fieles y focos de medios de comunicación.
- El circuito urbano de Fórmula 1
Las azoteas de la calle doctor Juan José Dóminé, en Valencia, se cubrieron de oro durante los años que estuvo en vigencia el circuito urbano de F1 -actualmente, fuera del Gran Premio de F1-. Por los tres días de competición, el alquiler de una azotea próxima rondaba los 17.000 euros. Asimismo, el alquiler de balcones con vistas al Paseo de la Alamenda llegó a rondar los 15.000 euros.