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Familias y empresas reducen la deuda total de España a pesar de los políticos

Los hogares y compañías privadas continúan con su proceso de desapalancamiento. Mientras, las administraciones públicas engordan sus números rojos.

Los españoles deben menos dinero que hace un año. Y no es gracias a sus políticos. El sector privado continuó en 2013 el proceso de ajuste que comenzó con la crisis. Familias y empresas se están desapalancando a pasos agigantados. El problema es que sus dirigentes no les siguen el paso. Las administraciones públicas se endeudan en decenas de miles de millones al año. Así, lo que unos consiguen apretándose el cinturón, se pierde por el despilfarro de los otros.

Desde que comenzó la crisis, todos los analistas han coincidido en que uno de los grandes problemas de España estaba en su nivel de endeudamiento, tanto público como privado. De hecho, en 2007, cuando comenzaron los problemas, la carga recaía, sobre todo, sobre los hombros de familias y empresas. Los años de la burbuja, con sus bajos tipos de interés y las facilidades de crédito, habían llevado al sector privado a una deuda de 2,2 billones de euros (en 2008, las empresas no financieras debían 1,3 billones y los hogares 903.342 millones): más del 200% del PIB.

Mientras, los números rojos del sector público se mantenían más o menos controlados, no tanto porque se hubiera dado un proceso de ajuste del gasto (que no se produjo) como porque los ingresos extraordinarios de los impuestos ligados al boom inmobiliario lograban contener el déficit. Así, el año 2007 terminó con un nivel de deuda pública sobre el PIB del 36% (382.000 millones de euros).

Pues bien, desde entonces, se han cambiado por completo las tornas. Familias y empresas se han apretado el cinturón. Vamos, que han ahorrado. Es lo normal cuando vienen mal dadas, aún con más razón cuando tienes una crisis de deuda por delante. Pero se han quedado solos. El Gobierno, primero con el PSOE y luego con el PP, ha compensado de sobra este ahorro disparando el déficit público. En este 2013 que acaba de terminar, esta tendencia incluso se ha acentuado.

38.000 millones

Este lunes, el Banco de España publicaba sus estadísticas de financiación a los sectores no financieros. Todos los medios hemos incidido en que la deuda pública sigue disparada y ha alcanzado cotas desconocidas en las últimas décadas: el 94% del PIB, su máximo nivel del último siglo. Este dato es muy importante. De hecho, varios estudios han demostrado que superar determinados niveles de deuda pública es muy peligroso para el crecimiento futuro. Y, a pesar de la famosa polémica por los errores de Keneth Rogoff y Carmen Reinhart, hay un cierto consenso en que la frontera crítica está alrededor del 90-100% del PIB.

Sin embargo, otro dato igualmente importante ha pasado más o menos desapercibido. Los españoles han reducido su endeudamiento total. Sí, por una parte sus políticos les han cargado con una mochila extra de 76.891 millones de euros. Por otra, las familias y las empresas han mantenido su alto nivel de desapalancamiento: se han quitado de encima 46.429 millones y 68.746 millones respectivamente. De esta manera, la deuda total que tienen que pagar los españoles se ha reducido en unos 38.283 millones de euros. Éste sí es un brote verde que apunta a una resolución de los problemas estructurales de la economía española.

Sólo un dato empaña ligeramente esta buena noticia. El año pasado, familias y empresas redujeron su deuda incluso un poco más. En 2012, la reducción para los hogares fue de 37.138 millones y para las sociedades no financieras de 116.678 millones. En total, hablamos de más de 153.000 millones de ahorro. Entonces, el nivel absoluto no cayó demasiado, porque el Estado sumó 147.000 extra, pero el sector privado logró cifras muy importantes. Parece que en 2013, las subidas de impuestos diseñadas por Cristóbal Montoro (y que se han ido implantando desde comienzos de 2012) han limitado enormemente la capacidad de ahorro de familias y empresas.

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