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El agujero real de la Seguridad Social superó los 18.000 millones en 2013

El gasto en pensiones y prestaciones contributivas superó en 18.153 millones la recaudación por cotizaciones. El agujero se agranda un 70%.

El Gobierno anunció el pasado lunes que la Seguridad Social registró un déficit de 11.861 millones de euros en 2013, en términos de contabilidad nacional, lo cual equivale al 1,16% del PIB frente al 1,4 estimado inicialmente. Así pues, a primera vista, este dato parece positivo, ya que el agujero ha sido inferior al previsto, pese a la recesión y la destrucción de empleo sufridas el pasado ejercicio. Sin embargo, esta cifra global lleva a engaño, ya que incluye las sustanciales transferencias realizadas por el Estado.

Dentro de la Seguridad Social cabe distinguir entre el nivel contributivo, encargado de financiar las pensiones y subsidios a los que tienen derecho todas aquellas personas que hayan cotizado previamente al sistema, y el nivel no contributivo, es decir, pensiones -mínimas, en su mayoría- y subsidios que sufraga el Estado -vía presupuestos-, pese a que sus beneficiarios no han cotizado lo suficiente o incumplen las condiciones exigidas por la Seguridad Social. El núcleo del sistema lo constituye el nivel contributivo, puesto que representa el 81% de los ingresos no financieros y cerca del 89% de los gastos no financieros de la Seguridad Social.

A mediados de 2012, el nivel contributivo entró definitivamente en déficit, motivo por el cual el Gobierno se ha visto obligado a acudir a la hucha de las pensiones para poder atender puntualmente los pagos del sistema, y, desde entonces, esta brecha no ha hecho más que aumentar. Este indicador es clave, ya que representa el déficit real de la Seguridad Social (ingresos y gastos propios, excluyendo las inyecciones ajenas procedentes del Estado y otros organismos).

Para analizar su evolución, es necesario atender a los datos de ejecución presupuestaria. Así, las cuentas del sistema (nivel contributivo y no contributivo) arrojaron un saldo negativo de 8.908 millones de euros el pasado año (0,87% del PIB) frente al déficit de 5.813 millones registrado en 2012. Este resultado es la diferencia entre unos ingresos no financieros totales de 121.274 millones y unos gastos de 130.182 millones, lo cual supone un aumento interanual del 2,34% y 4,72%, respectivamente.

Pero este balance cambia de forma radical si la atención se centra tan sólo en el nivel contributivo, una vez descontadas las inyecciones externas. Por un lado, las cotizaciones sociales ascendieron a 98.093 millones de euros en 2013, que supone un descenso del 2,93% interanual y casi 8.000 millones menos respecto a las previsiones oficiales. Sin embargo, el gasto en pensiones y prestaciones contributivas alcanzó los 116.246 millones de euros, un 4,12% más. En concreto, el coste de las pensiones (invalidez, jubilación, viudedad, orfandad y en favor de familiares) rondó los 108.580 millones (+4,9%) y el resto de prestaciones se situó en 7.666 millones (-5,81%)

De este modo, el déficit real de la Seguridad Social fue de 18.153 millones de euros en 2013, lo que implica un aumento del 71,5% respecto al agujero de 2012 (10.584 millones), según el último informe de ejecución presupuestaria que acaba de publicarse.

Para cubrir parte de esta diferencia y sufragar las prestaciones no contributivas (unos 5.000 millones en 2013) el sistema de la Seguridad Social recibió un total de 18.423 millones de euros en transferencias corrientes, un 52,75% más que a cierre de 2012. Tales inyecciones proceden, en su mayoría, del Estado: el Gobierno central inyectó en el sistema 15.694 millones en 2013, un 71,6% más que un año antes, cuando el volumen trasnferido ascendió a 9.144 millones.

El anterior gráfico muestra la evolución de las cuentas propias de la Seguridad Social durante la crisis. La recaudación por cotizaciones sociales se ha reducido en casi 10.000 millones de euros desde 2008 (-9,3%), mientras que el gasto en pensiones y prestaciones contributivas se ha disparado en más de 21.000 millones (+22,3%). Como consecuencia, el núcleo del sistema ha pasado de registrar un superávit de 13.000 millones en 2008 a un déficit superior a 18.000 millones en 2013.

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