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Rajoy: "No se puede ser un optimista absurdo pero tampoco un cenizo"

En la SER, el presidente dice que su discurso es "bastante realista". "Todavía queda muchísimo por hacer", admite.

Mariano Rajoy opina que "todavía es mucho lo que tenemos que hacer" para acabar con el desempleo en España. El esfuerzo ha de ser prolongado -"Hay que seguir perseverando hasta el final", según sus palabras-, pero los últimos datos del paro son "buenos" y confirman el cambio de tendencia.

Pocos segundos después de que se conocieran las cifras relativas al mes de abril, el presidente las valoraba ante los micrófonos de la Cadena Ser. "Estoy animado y esperanzado", aseguró, si bien siempre incluyó la coletilla de que hay que seguir trabajando sin descanso. Según reiteró, en 2015 habrá menos personas sin trabajo que cuando llegó a la Moncloa y los datos de afiliación a la Seguridad Social serán mejores.

En opinión del jefe del Ejecutivo, decir ahora que las cosas van un poco mejor no es tirar las campanas al vuelo. "Mi discurso es bastante realista", se defendió. Puso como ejemplo que en el año 2012 "dije que esto iba a ir muy mal y que iba a hacer todo lo que estaba en mi mano para evitar el rescate". Pero se aplicaron reformas y hubo un giro, continuó con su diagnóstico. "Hay que ser responsables. No se puede ser un optimista absurdo pero tampoco tener un planteamiento triste o de cenizo. Y aún añadió: "Hemos acertado en lo esencial".

Defensa de la reforma laboral

Hay que ir "a la mayor", reiteró en varias ocasiones. Existen indicadores que confirman la recuperación, y Rajoy tiró de ellos de forma constante. "No he hecho bandera de nadie, yo he encontrado un país en la quiebra", refrescó la memoria. "A veces veo gente que parece como que no le gustara que esto mejore, parece que lo bueno es dar malas noticias", apuntó; una crítica que le hace en constantes ocasiones al Partido Socialista.

Su defensa de la reforma laboral fue encendida. "Es una de las más importantes que ha llevado a cabo el Gobierno y tiene mucho que ver con lo que está ocurriendo en España", sentenció. De nuevo, echó la vista atrás: "He tenido que tomar decisiones difíciles. A mí no me gusta subir los impuestos", si bien reiteró que su plan ahora es bajar los tributos a pesar de lo que advierte la Comisión Europea.

Cataluña: "Diálogo y sentido común"

La economía ocupó la mayor parte de la entrevista, pero también se abordaron otras cuestiones. El desafío separatista "es un problema político de gran envergadura", admitió el presidente. Preguntado expresamente sobre qué hará si Artur Mas convoca la consulta ilegal, Rajoy evitó contestar porque "no es bueno adelantar acontecimientos".

"Diálogo y sentido común" es el mantra del Ejecutivo, pero existen límites y están claros. "Estoy dispuesto a dialogar pero no para que tenga que decir que sí a lo que para el Tribunal Constitucional es imposible", explicó. "No me caracterizo por ser intransigente", pero "hay que respetar la ley" y "el Gobierno no puede aceptar la consultar porque es contraria a la Constitución". Dicho lo cual, y una y otra vez, reiteró que "estoy dispuesto a escuchar".

"Hay diálogo, el diálogo no se rompe nunca", zanjó. Tampoco a la hora de abordar una hipotética reforma de la Carta Magna, aunque de sus palabras se desprende que no estamos ante un escenario propicio: "¿Qué es lo que se quiere? Lo tienen que decir quienes quieren hacer la reforma", apuntó.

Bárcenas: "Un tema que no me gusta nada"

Hacía tiempo que el presidente no se refería a Luis Bárcenas, que no citó. "Es un tema que no me gusta nada", confesó. "Lo desconocía absolutamente", contestó sobre las obras en la sede nacional de la formación, que podrían haberse realizado de manera irregular. Una y otra vez aseguró que respetará las decisiones judiciales: "Estaremos a lo que digan los tribunales", recalcó. Políticamente, opina que ya dio "las explicaciones" oportunas "en el sitio donde hay que darlas, en el Congreso y en mi partido".

"Que yo sepa no", respondió lacónico sobre si hubo dirigentes del PP que cobraron en negro. También rechazó una contabilidad paralela e ilegal en el partido que dirige: "Tengo la certeza de que todos los documentos que hemos enviado al Tribunal de Cuentas son las cuentas del partido. Si hay otras cosas, lo desconozco".

Aznar: "Demasiado ruido y pocas nueces"

Con Bárcenas en un segundo plano, José María Aznar se ha convertido en uno de los verdaderos quebraderos de cabeza para la dirección nacional. Aunque sin explicitarlo, Rajoy reconoció que el contacto que mantiene con su antecesor es poco: "Estuve con él hace pocas fechas, coincidimos en los funerales por Suárez", aseveró. Y, entonces, las cámaras captaron su frío saludo. Su última llamada fue por una cuestión estrictamente personal.

En todo caso, sobre el distanciamiento que existe entre ambos, Rajoy razonó que existe "demasiado ruido y pocas nueces" y restó importancia al hecho de que, por primera vez, no vaya a participar en la campaña electoral. "Creo que va a presentar al candidato", justificó, en relación al Foro ABC de esta semana. "El presidente de honor va a la campaña siempre que considere", afirmó, echando la pelota al tejado de FAES.

"Me seguirán criticando"

"Con franqueza, no lo tengo decidido", fue su respuesta sobre si planea estar más de dos mandatos en la Moncloa. Antes, en todo caso, tendría que ganar las próximas elecciones generales. "Todo el mundo dice que tomo las decisiones a última hora, esperemos a última hora", tiró de ironía. Sobre aborto e inmigración, otras de las cuestiones abordadas, se mantuvo en sus tesis ya conocidas. Al final de la entrevista, se reivindicó: "Llegué en un momento difícil. No tengo más objetivo que hacer las cosas bien. He sido muy criticado y lo entiendo, lo voy a seguir siendo, pero me he marcado un camino: que a las personas les vaya bien, estén contentas y felices. No pienso en mí".

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