BBVA extiende La Vela. Nunca mejor dicho. La construcción de la nueva sede del BBVA situada en el barrio madrileño de Las Tablas, al norte de Madrid, alcanzó este miércoles su altura máxima proyectada de 93 metros. El nuevo edificio de la entidad bancaria, bautizado como La Vela debido a su forma arquitectónica con forma elíptica, pretende albergar a cerca de 6.000 empleados del banco en sus 114.000 metros cuadrados.
Aún falta acristalar toda la fachada principal, de 49.000 metros cuadrados, que iluminará la capital gracias a la tecnología Led. La torre es similar en altura a la Estatua de la Libertad norteamericana e incorpora las últimas innovaciones en sostenibilidad y eficiencia energética. En concreto, la futura sede del BBVA aspira a conseguir el certificado LEED Oro, la calificación de construcción sostenible más exigente.
Los materiales utilizados en su construcción tienen un bajo impacto ambiental, al utilizarse productos reciclados como el acero o los áridos, así como el uso de madera procedente de bosques gestionados de manera sostenible -certificado FSC-. Asimismo, este revolucionario edificio tiene instalado un sistema de recogida de agua de lluvia en la cubierta del edificio, que a través de un sistema canalizado conducirá el agua a depósitos para ser utilizado como agua de riego. También, los baños poseen un sistema de reutilización del agua de los lavabos para los inodoros, reduciéndose así un 50% el consumo de agua potable.
Por su parte, la tecnología led del edificio supondrá un ahorro energético de cerca del 30%, sumado a 60% de ahorro gracias a su sistema de regulación del aporte de luz natural y detección de presencia vital para la época estival.
Este sistema de regulación se basa en estores que abren o cierran en función de la posición del sol y se comunican con la climatización para optimizar la temperatura cuando las salas estén desocupadas. Como colofón, el edificio se abastecerá en gran medida por medio de energías renovables como paneles térmicos o fotovoltaicos y energía geotérmica de bucle cerrado, que logra aprovechar la temperatura estable del subsuelo.
Actualmente, hay 2.000 empleados de la entidad trabajando en la sede, pero no se prevé que acoja al total de 6.000 trabajadores hasta 2015.