Los hallazgos en conducción autónoma se presentan siempre en torno a vehículos como Google Car o el Taxisat español. Sin embargo, el objetivo prioritario de los principales investigadores, quienes cuentan con mayor cantidad de presupuesto, es conseguir camiones que conduzcan solos.
Diversos proyectos tanto europeos y americanos, como del Lejano Oriente, persiguen el automatismo en la conducción sin necesidad de modificar la infraestructura de las carreteras y autopistas. "La industria del transporte está muy interesada en conseguir que camiones autónomos se guíen en base a un camión. Tal vez un conductor humano podría conducir con otros tres camiones autómatas detrás de él", aseguraba el profesor de Centro de la Universidad de Ohio, Úmit Ozguner.
En este sentido, el proyecto europeo Sartre, Safe Road Trains for the Enviroment, es el más adelantado hasta el momento. La tecnología desarrollada, liderada por la automotriz sueca Volvo, permite convoyes de carretera con hasta ocho vehículos conectados.
De esta forma, un vehículo conducido por un profesional permitiría que los conductores que le siguen se conectasen a la red del primero, despreocupándose de la condución. Entre los beneficios que supone lo conseguido por Sartre están la optimización del tráfico en autovías, la mejora de la dinámica en convoyes con el consiguiente ahorro de gasolina, además de suponer el primer escalón para conseguir convoyes de camiones de carga conducidos únicamente por una persona.
La guerra norteamericana
La firma de robótica norteamericana ASI, en paralelo con la idea de Sartre, trata de desarrollar convoyes sin conductor para sus camiones de guerra. De esta forma, el Ejército norteamericano elimina la necesidad al mínimo de conductores humanos en zonas de conflicto.
Este tipo de convoyes también se estarían enfocando a vehículos en el ámbito de la minería para reducir el número de conductores necesarios en el núcleo de la mina.
NEDO, el proyecto japonés
La caravana Nedo también tiene el objetivo de conseguir caravanas autómatas como el proyecto Sartre. Sin embargo, el proyecto nipón es más ambicioso, ya que trata de desarrollar primero un vehículo autómata de gran tonelaje para, después, adherir progresivamente vehículos a la caravana. El proyecto, iniciado en 2008, cuenta con tecnologías láser y de infrarrojos para detectar obstáculos, así como cámaras que consiguen guiar su rumbo tomando como referencia las líneas de la carretera.