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El Gobierno eleva la previsión de crecimiento del PIB al 1,5% en 2014

De Guindos asegura que "España ha dejado de ser un lastre: se nos vuelve a percibir como un país serio".

"España ha dejado de ser un lastre para la Eurozona, se nos vuelve a percibir como un país serio que cumple con sus compromisos". Con estas palabras, cerraba Luis de Guindos su intervención ante la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados, a la que acudía este martes por la mañana. El ministro se ha mostrado convencido de que, "por primera vez" desde que se inició la crisis se puede hablar de "consolidación de la recuperación".

De hecho, el titular de Economía le ha puesto cifras a esta mejoría. De Guindos ha anunciado que el Gobierno cambiará en septiembre sus previsiones para la economía española. Su nuevo pronóstico será de un crecimiento del 1,5% del PIB para este año y del 2% para 2015. Las actuales estimaciones, aprobadas a finales de abril, contemplan un crecimiento del 1,2% este año y del 1,8% para el próximo ejercicio.

En este sentido, De Guindos ha asegurado que hay dos grandes noticias que permiten ser relativamente optimistas para el futuro. En primer lugar, ha destacado que "la recuperación de la demanda interna ha sorprendido". En su opinión, esta mejora tiene que ver sobre todo con el saneamiento de la situación financiera de las familias y con la mejora de la confianza.

En segundo lugar, el ministro de Economía ha querido poner el acento en la "recuperación del crédito nuevo". Desde hace año y medio, el flujo del nuevo crédito (aunque no el stock total) se ha ido recuperando, tanto en lo que hace referencia a las familias como a las empresas. Además, De Guindos ha querido resaltar el papel que el ICO ha tenido en esta mejoría."

Ni colapso ni rescate

En lo que atañe a la economía real, De Guindos ha reivindicado la actuación del Gobierno, con tres mensajes claros. Primero, ha asegurado que "en dos años y medio se ha evitado el colapso y el rescate", una perspectiva que en su opinión era muy probable a finales de 2011 y que ahora ya se ha alejado.

En segundo lugar, ha defendido que "nuestro país ha sido capaz de corregir sus desequilibrios", algo que ha logrado "asimilando las reformas estructurales" puestas en marcha por el Ejecutivo. Por último, el ministro de Economía ha definido la situación de la economía española como "más flexible, dinámica y competitiva". Ahora, "el reto es intensificar esta recuperación".

Todo esto ha provocado que, por primera vez, la economía española sea capaz de generar empleo sin necesidad de crecer por encima del 2% y apenas tras cuatro trimestres de crecimiento. En este apartado, De Guindos ha recuperado la EPA conocida la semana pasada para recordar que "por primera vez en esta crisis, la ocupación ha crecido en términos desestacionalizados".

Un sistema fiable"

Pero quizás el apartado en el que De Guindos ha querido hacer más énfasis es aquel que más le toca directamente a su departamento: el saneamiento del sector financiero y el coste que ha tenido para el contribuyente. El ministro ha asegurado que, por fin, "tenemos un sector financiero saneado y solvente", que está colaborando a la recuperación. Hace dos años, "el principal lastre era el sector financiero" y ahora los inversores apuestan por hacerse con las cajas de ahorro saneadas ("el Frob sólo tiene posiciones de control en dos entidades, ha recordado"), una prueba de que, por fin, nuestro sistema bancario es fiable.

De Guindos ha defendido la actuación del Gobierno en el rescate de las cajas, especialmente en lo que hace referencia al proceso de venta de Catalunya Banc. A este respecto, ha asegurado que si la subasta de esta entidad se hubiera hecho antes, "habría sido necesario" meter más fondos públicos. La Comisión Europea declaró a la caja catalana "una entidad en resolución", a la que había que liquidar, una solución que De Guindos cree que le habría costado al contribuyente unos 18.000 millones de euros: "La opción escogida ha sido la más barata para el contribuyente".

El problema, en su opinión, es que se ha debido cerrar un agujero generado por "políticas irresponsables de crédito realizadas en el pasado". Y ha recordado que si el Gobierno no hubiera inyectado dinero en las entidades quienes habrían perdido no habrían sido sus directivos, sino sus clientes: ahorradores, depositantes o bonistas. De hecho, en este sentido, De Guindos ha asegurado que su Ministerio ha sido "muy exigente" con el sector financiero, para que no vuelvan a repetirse aquellas situaciones.

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