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El nuevo PIB reduce la deuda y el déficit públicos por 'arte de magia'

El PIB crece en 26.000 millones por un cambio contable. La deuda baja al 96,4% (-2,5 puntos) y el déficit cae por debajo del 6,5% en 2013.

España estrena nuevo PIB y, con él, cambian también los datos de deuda y déficit públicos. El Instituto Nacional de Estadística (INE) revisó este jueves las cifras de PIB desde 2010 en base a los criterios que establece el nuevo sistema europeo de cuentas (SEC 2010) aprobado en mayo de 2013 por la UE. Es decir, cambia la forma de calcular el PIB de los países miembros, y, por tanto, uno de los indicadores clave sobre el tamaño y evolución de la economía.

La modificación incluye diversos cambios metodológicos y estadísticos. Así, por ejemplo, los gastos en I+D y en armamento militar serán considerados como inversión a partir de ahora, al tiempo que se empiezan a contabilizar en el PIB, según una serie de estimaciones, ciertas actividades ilegales, como es el caso de la prostitución, el tráfico de drogas, el contrabando de tabaco y el juego ilegal.

Como consecuencia, el INE ha revisado al alza el PIB nominal de los últimos años, tal y como refleja el siguiente gráfico. En 2010, pasa de 1.045.620 millones de euros a 1.080.913 millones (35.293 millones más). De este incremento, los cambios metodológicos suponen un 1,55%, mientras que las actividades ilegales representan el 0,87% del PIB. En concreto, la prostitución supone un 0,35% y las drogas un 0,50%, lo que equivaldría a 9.187 millones de euros (3.783 millones la prostitución y 5.404 millones las drogas). Mientras, en 2013, el PIB sube en 26.193 millones, hasta situarse en un total de 1,049 billones.

Las fuentes del INE han explicado que para calcular la actividad ilegal han usado más de 500 fuentes y han asegurado que las cifras ofrecen una calidad aceptable a pesar de la dificultad para cuantificar estas actividades, informa Efe. Por otro lado, han dicho que cualquier comparación con otros países es complicada porque no todos han introducido los cambios al mismo tiempo y porque en algunos países, como Holanda, algunas actividades se consideran legales, como la prostitución.

Aún así, han explicado que al comparar las novedades introducidas por cada país se puede ver que el impacto de la inclusión de las actividades ilegales en la contabilidad en España es más elevado que en Reino Unido (0,7%), Portugal (0,4%) o Alemania (0,2%), pero más bajo que en Italia (1%) o Grecia (1%).

Menos déficit y deuda

Este cambio no tiene especial relevancia desde el punto de vista del ciclo económico, ya que implica revisar toda la serie histórica y el nuevo método se aplica a nivel europeo, pero sí es relevante para el Gobierno, puesto que dicho incremento implica que la deuda y el déficit públicos caen como por arte de magia, sin necesidad de aplicar nuevos recortes presupuestarios o subidas de impuestos.

Como ambos indicadores se compraran tradicionalmente con el PIB, si este último sube, aunque sea como consecuencia de un simple cambio metodológico, el agujero de las Administraciones Públicas, al permanecer invariable, baja.

En concreto, hasta este jueves, la deuda pública de España se situaba en 1.012.643 millones de euros en el segundo trimestre de este año, lo cual equivalía al 98,9% del PIB. Sin embargo, ahora, como el presunto tamaño de la riqueza nacional es mayor, la deuda baja hasta el 96,4% del PIB, unos 2,5 puntos menos. En 2013 sucede lo mismo, puesto que la deuda baja del 94,4% hasta el 92,1%, y así sucesivamente desde 2010.

Y lo mismo sucede con el déficit. España cerró 2013 con un agujero fiscal de unos 72.600 millones de euros, equivalente al 7,1% del antiguo PIB. Excluyendo el coste del rescate bancario, el déficit rondó el 6,6%, incumpliendo así el objetivo máximo marcado por Bruselas.

Pero, de nuevo, gracias a la nueva metodología, el déficit baja casi tres décimas, situándose ahora en el 6,8% -con rescate de cajas- y en el 6,3% del PIB -sin dicho rescate-. De este modo, el Gobierno podrá afirmar que ha cumplido los límites de déficit comprometidos con la Comisión Europea. Y ello, sin necesidad de ningún tipo de ajuste adicional.

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