El grueso de la población estadounidense ha abandonado su esfuerzo ahorrador de forma progresiva por lo que, año tras año, su situación patrimonial experimenta un deterioro. Frente a este escenario, los grupos de población con mayores ingresos han mantenido su esfuerzo ahorrador. En suma, estas dos dinámicas han alimentado movimientos divergentes en las mediciones de la desigualdad.
A esta conclusión han llegado Emmanuel Saez y Gabriel Zucman, investigadores cercanos a Thomas Piketty que han actualizado las estimaciones disponibles sobre las dinámicas de la desigualdad de ingresos. Según ambos profesores, "excluyendo al 10% más acaudalado, y centrándonos en el 90% de la población, encontramos que, tradicionalmente, la ratio de ahorro estaba en niveles del 6%".
Frente a esta situación previa, la realidad que encontramos en las últimas décadas es muy distinta. Así, los trabajos de Saez y Zucman determinan que la tasa de ahorro de los hogares estadounidenses ha caído, de media, en diez puntos porcentuales, por lo que el nivel de ahorro se sitúa desde hace años en tasas negativas.
Fue en la segunda mitad de los años 90 cuando los niveles de ahorro del grueso de la población cayeron a niveles inferiores a 0%. El periodo 2010-2012 ha venido marcado por una línea ascendente que vendría apuntando una cierta recuperación del ahorro en plena crisis.
Evidentemente, la bajada histórica de los tipos de interés durante este periodo ha actuado como un poderoso incentivo contrario al ahorro y favorable al endeudamiento. Si el nivel medio de ahorro apreciado en las tres últimas décadas se hubiese reducido del 6% al 3%, la cuota de riqueza nacional que maneja el 90% de la población sería hoy más de un 30% más alta. Sin embargo, los "números rojos" antes mencionados han conducido hacia un escenario más desigual.
El informe de Saez y Zucman también es de interés en lo tocante al estudio del 10% más rico de la población estadounidense, pues ambos investigadores detallan que el 1% de mayor renta experimenta un desempeño diferente al del 9% restante.
La riqueza media de quienes figuran entre el 10% y el 1% más rico es de 1,3 millones de dólares, mientras que el 1% que registra un mayor patrimonio se mueve entre los 7,3 y los 371 millones de dólares, dependiendo del tramo analizado. De hecho, las diferencias dentro de ese 1% son tan significativas que ambos autores se esfuerzan en separar también al 0,1% más acaudalado del 0,9% restante.
La movilidad socioeconómica en EEUU
Como ya explicó Libre Mercado hace meses, "el 99% de los más ricos de EEUU hoy no lo era hace apenas diez años". Así se desprende de los estudios de Mark Rank y Thomas Hirschl, quienes apuntan que "el 73% de los estadounidenses ha estado entre el 20% más rico del país durante al menos un año de sus vidas. Un 56% ha figurado entre el 10% más acaudalado y un 39% se ha colado en el 5% más afortunado".
Llegar el 1% más rico "tampoco resulta del todo inaccesible, ya que el 12% de los estadounidenses han entrado en este nivel de ingresos durante al menos un año de sus vidas. El reto, claro está, radica en permanecer en este segmento de ingresos: la movilidad social es tan alta que solamente el 0,6% de los estadounidenses acumula una década entre el 1% más rico".