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Sanidad equipara erróneamente el humo del cigarrillo electrónico al del tabaco

La etiqueta aprobada incluye elementos gráficos que llevan a pensar erróneamente que el humo del tabaco y el vapor son lo mismo, cuando no es así.

La etiqueta aprobada incluye elementos gráficos que llevan a pensar erróneamente que el humo del tabaco y el vapor son lo mismo, cuando no es así.

La Asociación Nacional del Cigarrillo Electrónico (ANCE) considera que el diseño de la etiqueta que indica la prohibición de consumir tabaco y cigarrillo electrónicos en los espacios señalados induce a error al consumidor y debe, por lo tanto, ser modificada antes de ser distribuida.

Desde ANCE se valora muy positivamente que España siga siendo el país más avanzado en regular los cigarrillos electrónicos con iniciativas como la aprobada la semana pasada en la reunión Interterritorial del Ministerio de Sanidad y las Comunidades Autónomas para unificar la señalización.

Sin embargo, considera que en este caso el elemento gráfico es incorrecto y debe corregirse, de manera que no se equipare visualmente el vapor del cigarrillo electrónico con el humo generado a causa de la combustión del tabaco. De hecho, la propia Directiva Europea de Productos del Tabaco establece una nueva categoría de producto -distinta del tabaco- para el cigarrillo electrónico.

Para Alejandro Rodríguez, presidente de ANCE, "todos sabemos que los detalles son importantes y más en cuestiones de señalización, donde el mensaje se reduce a la esencia. En este caso, el mensaje que se transmite es que humo y vapor son lo mismo, lo que lleva a pensar que sus efectos en el consumidor también lo son. Nada más lejos de la realidad".

En relación a estos posibles efectos, existen varios estudios científicos al respecto. Así, por ejemplo, el Centro Nacional de Información Biotecnológica de Estados Unidos a demostrado que no existe el llamado "vapeador pasivo", ya que las partículas que podría transportar el vapor a terceras personas apenas contienen sustancias químicas perjudiciales y son, por supuesto, infinitamente menores que las del humo del tabaco.

En este sentido, ANCE, como asociación responsable y representante de la industria, sugiere un nuevo diseño del logotipo que se ajuste más a la realidad del producto y que diferencie claramente el humo del tabaco, resultado de una combustión, del vapor del cigarrillo electrónico en el que se produce una condensación.

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