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Alemania: "Los griegos tienen derecho a votar a quien quieran y nosotros a no financiar su deuda"

Berlín podría rebajar las condiciones financieras, pero rechaza el impago de la deuda y exige que se mantenga la senda de austeridad y reformas.

Berlín podría rebajar las condiciones financieras, pero rechaza el impago de la deuda y exige que se mantenga la senda de austeridad y reformas.

Comienza el baile. La holgada victoria electoral que ha conseguido la coalición de izquierda radical Syriza en Grecia abre un nuevo período de incertidumbre en el seno de la zona euro, ya que una de sus principales propuestas consiste en reestructurar, una vez más, la deuda pública helena, cuyo nivel ronda hoy el 175% del PIB. El objetivo fundamental del nuevo Gobierno de Atenas es aligerar dicha carga y suavizar las condiciones económicas y fiscales acordadas con la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) a cambio del rescate del país.

Se abre, por tanto, un nuevo período de negociaciones, cuya culminación determinará, en gran medida, el futuro de Grecia y de la propia eurozona. Las reacciones internacionales no se han hecho esperar, pero, siendo Alemania el primer acreedor del Estado griego (casi 60.000 millones de euros), y el principal contribuyente de la UE, su posición respecto a Syriza tiene, sin duda, una importancia muy relevante.

En principio, la postura inicial de los alemanes se resume en tres grandes postulados:

  • Berlín está dispuesta a negociar otra rebaja de los intereses e incluso prolongar el vencimiento de los créditos concedidos a través de los dos rescates acordados hasta el momento, cuya cuantía total supera ya los 240.000 millones de euros.
  • Pero ni hablar de impagar la deuda. Es decir, hoy por hoy, rechazan aplicar una nueva quita, ya sea ésta unilateral o acordada con la troika.
  • Atenas deberá, en todo caso, mantener la senda de reformas y austeridad que los anteriores gobiernos griegos pactaron con Bruselas y el FMI. Se podrían suavizar algo las condiciones, pero en ningún caso se tolerará la anulación de las reformas aprobadas o un aumento sustancial del gasto público, tal y como pretende Syriza.

Las declaraciones políticas

Hasta aquí, los postulados que, en líneas generales, defienden las autoridades germanas. A continuación, algunos de los mensajes y declaraciones políticas más significativas vertidas desde Alemania tras la victoria de Syriza y el nombramiento de Alexis Tsipras como primer ministro.

- Steffen Seibert, portavoz de Angela Merkel: "En nuestra opinión, es importante que el nuevo Gobierno adopte medidas para que continúe la recuperación económica de Grecia […] Eso también significa que Grecia debe mantener sus compromisos anteriores [condiciones previas pactadas con la troika]".

- Wolfgang Schäuble, ministro alemán de Finanzas: "Cada nuevo gobierno debe cumplir con los compromisos contractuales acordados por su predecesor", en un claro llamamiento a respetar los memorandos del rescate. "Debemos darnos cuenta de que los griegos no están sufriendo por decisiones adoptadas en Bruselas, en Berlín o en alguna otra parte, sino por los fallos de las élites en Grecia durante muchas décadas".

- Herbert Reul, presidente del grupo CDU/CSU (la coalición que lidera Merkel) en el Parlamento Europeo, afirma que otra quita es "impensable", y advierte de que las reformas deben continuar si Grecia no quiere correr el riesgo de salir del euro.

- Michael Fuchs, número dos de la formación que lidera Merkel (coalición CDU/CSU), advertía poco antes de las elecciones griegas que "los tiempos en los que tuvimos que rescatar a Grecia han terminado". Tras la comicios, insiste en que, si Grecia quiere permanecer en el euro y obtener más financiación de sus socios, tendrá que respetar la senda de la austeridad.

- Hans-Peter Friedrich, vicepresidente del CDU en el Bundestag (Parlamento): "Los griegos tienen derecho a votar por quien quieran, pero nosotros tenemos el derecho de no financiar la deuda griega". Recuerda que los griegos tienen que pagar las consecuencias de sus errores y, por tanto, no cargar a los alemanes con el peso de la factura.

- Markus Söder, destacado miembro de la CSU en Baviera, incide en que los países acreedores deben ser firmes al insistir en la aplicación de las reformas. "Todos los pagos adicionales dependen de si Atenas cumple o no las condiciones".

- Thomas Opperman, líder del grupo parlamentario del SPD (socios de Gobierno de Merkel): "El nuevo Gobierno griego está obligado por los acuerdos con la UE y la troika […] Tiene que abordar reformas estructurales con valentía".

- Bernd Lucke, líder del euroescéptico partido Alternativa para Alemania (AfD), aboga por la salida del euro de Grecia: "Syriza no quiere poner el euro en cuestión, pero quiere cancelar la deuda y otros préstamos. Ambas cosas no encajan".

- Jens Weidmann, presidente del Bundesbank (banco central de Alemania), advierte de que la reestructuración de la deuda sólo concedería a Grecia "una breve pausa para tomar aliento". Confía en que Atenas "no ponga en cuestión" los compromisos adquiridos y las reformas y ajustes aplicados hasta el momento. "Espero que el nuevo Gobierno griego no haga promesas ilusorias que el país no puede permitirse". Y añade que, en todo caso, el mantenimiento de la financiación europea dependerá, "naturalmente", de que "se cumplan las condiciones".

- Marcel Fratzcher, presidente del Instituto Alemán de Investigación Económica, alerta de que la victoria de Syriza es "una mala noticia para Europa y Grecia […] Es inevitable que surja un conflicto sobre la política económica con los socios europeos".

Pese a ello, habrá que ver si estas posiciones se mantienen o no durante la negociación con los griegos. A este respecto, cabe señalar que el economista y nuevo ministro de Finanzas heleno, Yanis Varoufakis, que jugará un papel relevante en las conversaciones entre Atenas y la troika, indicaba recientemente que "los alemanes ladran más fuerte de lo que muerden".

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