Desde el estallido de la burbuja inmobiliaria, la okupación de viviendas es el delito que mayor incremento ha experimentado en España. El nombre técnico que establece el Código Penal para este delito es la usurpación, y la define como la "utilización de inmuebles ajenos sin autorización o de forma violenta".
Según los datos recogidos por El Mundo basándose en las cifras de INE, los delitos de usurpación se multiplicaron un 168% hasta 2013. Mientras que en 2008 únicamente se produjeron 622 condenas por este delito contra la propiedad, en 2013 llegaron a las 1.669.
De esta cifra, tal y como recoge Idealista, Andalucía acumuló el mayor número de resoluciones judiciales por usurpación, con 493 condenas, por delante de la Comunidad de Madrid y la Comunidad Valenciana, con 302 y 206 condenas, respectivamente.
Respecto al tipo de delitos que más aumentaron durante la crisis, en segunda posición se encuentran la acusación y denuncia falsa, que aumentaron un 123%, y los delitos contra los derechos y deberes familiares, que crecieron un 74%. Sin embargo, las condenas por robo se han incrementado únicamente en un 16% y los delitos contra la seguridad vial o las lesiones han descendido en los últimos años.