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¿Compro acciones de AENA? Las empresas públicas no son rentables

The Economist advierte de que las empresas públicas cotizadas tienden a arrojar una rentabilidad decreciente con el paso del tiempo.

The Economist advierte de que las empresas públicas cotizadas tienden a arrojar una rentabilidad decreciente con el paso del tiempo.

Que la salida a Bolsa de Aena ha tenido un excelente resultado no lo discute nadie. El debut de la acción, cerrado en el entorno de los 58 euros, dio el pistoletazo de salida a un rally que, en apenas ocho sesiones, supuso una revalorización de casi el 35%. El buen desempeño de la Oferta Pública de Venta no garantiza, eso sí, que la evolución futura esté a la altura del prometedor arranque.

De entrada, conviene subrayar que el analista Robert Crimes, de Insight Investment, tiene claro que Aena está cara y recomienda vender títulos de la gestora aeroportuaria. En su informe sobre la compañía, Crimes admite que Aena mantiene una fuerte generación de caja y un razonable potencial para repartir dividendos…

Pero apunta también que el riesgo político y regulatorio perjudica las perspectivas de crecimiento de la empresa. Crimes, conocido en nuestro país por sus duros informes sobre ACS, cree que el valor objetivo de la compañía se ubica en los 76 euros, por lo que la acción ya estaría cara.

Más pesimistas aún son los bancos que han gestionado la OPV. Fuentes consultadas por este diario explican que dichas entidades ubican el precio objetivo de los títulos de Aena en niveles inferiores a los 70 euros. Dando por buena dicha valoración, se plantearía un escenario de corrección en el que Aena podría perder un 11% frente a sus niveles actuales.

Desde el sector aeroportuario, fuentes consultadas por Libre Mercado apuntan que no le ven atractivo a la empresa en sus niveles actuales de cotización. "Todo lo que sea irse por encima de esos niveles invita a pasar página y mirar otras oportunidades... Creemos que la inyección de liquidez del Banco Central Europeo y la bajada del precio del petróleo han disparado los precios, pero para nosotros ya no tiene sentido pensar en Aena, con estos precios se va por completo de lo que marca nuestra estrategia", explican.

A favor y en contra de Aena

A favor de la gestora puede apuntarse que, tras la llegada del Partido Popular al Gobierno, su desempeño ha mejorado de forma progresiva. En 2013, Aena abandonó las pérdidas y sumó un beneficio de 715 millones de euros. Un año después, en 2014, el resultado de operación siguió mejorando: entre enero y septiembre, el beneficio neto creció un 8,7% y el beneficio bruto de operación llegó a un nivel récord de 1.800 millones.

En este sentido, fuentes del sector reconocen que Aena puede sorprender a los escépticos y recuerdan que "no estamos ante un nombre más en el sector: hablamos de una empresa experimentada que ha sido reconocida por inversores internacionales como un actor de referencia".

Sin embargo, la titularidad pública de Aena puede deprimir a largo plazo el alcance de los beneficios si los cambios aplicados en la gestora se alejan demasiado de los criterios de rentabilidad que siguen las empresas privadas. Conviene recordar que, en 2012, solamente ocho aeropuertos de toda la red fueron rentables una vez saldaron sus cuentas con Hacienda: hablamos de Barcelona, Bilbao, Ibiza, Gran Canaria, Lanzarote, Tenerife, Palma de Mallorca y Sevilla.

Deshacerse de los activos que perjudican los resultados de la empresa sería un paso lógico para otra cotizada con un accionariado 100% privado, pero el caso de Aena es distinto, ya que el 51% de la sociedad sigue en manos del Estado y un hipotético programa de venta de activos alimentaría todo tipo de conflictos políticos y sindicales.

Malas cifras para las empresas públicas cotizadas

Así, esta distorsión que puede suponer la presencia del Estado como accionista mayoritario ha sido censurada por la revista The Economist. En opinión de la publicación británica, "el desempeño de las empresas que tienen al Estado como principal accionista ha sido sorprendentemente malo a lo largo de los últimos años".

Como explica The Economist, si componemos un índice global con las 500 empresas con mayor capitalización bursátil, podemos ver que las entidades ligadas al Estado han pasado de representar el 22% del mercado en 2007 al 13% en 2014. Sus beneficios también se han desplomado del 27% al 20%, aunque excluyendo a los cuatro grandes bancos del Estado chino la caída llegaría a cotas inferiores al 15%.

No solamente vemos que las empresas públicas pierden peso relativo: también comparándolas consigo mismas encontramos que su desempeño a lo largo del tiempo va a menos. Entre 2007 y 2014, las sociedades públicas que entrarían en el Top 500 de la bolsa mundial han perdido entre el 33% y el 37% de su valor, mientras el resto de firmas experimentaban un aumento del 5%.

Pero hay más. La revista británica ha comprobado que la tasa de retorno del capital invertido por parte de las empresas públicas que han salido a bolsa ha experimentado un deterioro continuo, pasando del 16% al 12% a pesar de los privilegios que acarrea el monopolio del Estado en la provisión de ciertos servicios.

¿Será Aena una excepción o la renuncia del Gobierno a una privatización total acabará lastrando los resultados de la compañía y, con ello, el valor de la acción? Solamente el tiempo lo dirá.

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