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Artur Mas logra maquillar el impacto de la crisis bajo el secesionismo

Los votantes de habla catalana valoran positivamente la gestión de la Generalidad, a pesar de la crisis o la asfixia presupuestaria.

Los votantes de habla catalana valoran positivamente la gestión de la Generalidad, a pesar de la crisis o la asfixia presupuestaria.

Los últimos datos publicados por el Centro de Estudios de Opinión de Cataluña (CEO) arroja una imagen bastante particular acerca de la gestión que ha llevado a cabo la Generalidad que preside Artur Mas. A pesar de que la intensa crisis económica, la asfixia presupuestaria y los impopulares ajustes que ha registrado Cataluña en los últimos años, buena parte de la población no sólo ha empeorado la valoración de la Generalidad, sino que la ha mejorado respecto a 2011.

Eso sí. La nota en cuestión varía en función del sentimiento nacionalista que profese el votante en cuestión. Así, según explica el economista David Lizoain en su blog, "la bandera ha servido para tapar los recortes. En vez de ver su gestión castigada, los gobiernos de Artur Mas han sido premiados por parte del electorado gracias al procés [proceso independentista]".

El CEO publicó un informe cada año del 2007 hasta el 2011, pero, tras una pausa de tres años, volvieron a realizar un estudio para el año 2014. Entre otras cosas, preguntan sobre cómo la ciudadanía valora (de 0 a 10) la gestión de la Generalidad en ámbitos concretos, tales como la sanidad, la lucha contra el paro o la seguridad ciudadana, entre muchos otros.

Aunque, en principio, lo razonable sería pensar que la lengua que las personas hablan en casa o con la que se identifican no debería tener nada que ver con cómo valoran la gestión de Mas y sus socios frente a la crisis, los datos demuestran lo contrario.

El siguiente gráfico mide la evolución de la valoración ciudadana de la gestión de la Generalidad en función de la lengua. "Mida" se refiere a la media de todas las notas que la ciudadanía aplica a dicha gestión en los diferentes ámbitos. "Conjunt" se refiere a la nota que asignan al conjunto de la gestión.

"La lengua y la valoración de la gestión no tiene mucho que ver entre 2007 y 2010. En 2011, quizás se pueden detectar algunos cambios. Pero entre 2011 y 2014, queda bastante claro que, de repente, las opiniones se modifican en función de la lengua", explica Lizoain. Además, la valoración global "pasa a ser muy superior a la media de las valoraciones parciales entre quien considera su lengua propia el catalán, y es muy inferior a esa media entre quien tiene el castellano como lengua propia".

Así pues, a pesar de la crisis y los recortes, la valoración de los catalanes no responde tanto a criterios ideológicos como a los sentimientos nacionalistas. Es decir, el eje catalán/castellano es mucho más relevante que el tradicional izquierda/derecha, tal y como revela el siguiente gráfico, en donde destaca el apoyo de parte de la izquierda y centro-izquierda a la Generalidad de CiU y ERC.

La siguiente tabla indica el cambio en la valoración de la gestión de la Generalidad en diferentes ámbitos entre 2011 y 2014, según la lengua.

No hay ni un campo donde la muestra que considera que su lengua propia es el catalán valora peor la gestión, a diferencia de lo que sucede en el caso del castellano, donde la nota cae en casi todos los ámbitos. "La brecha más grande tiene que ver con el estado del autogobierno, pero también es significativo en cuanto a pilares del estado del bienestar", aclara Lizoain.

Por último, también se pueden observar las diferencias entre las valoraciones respectivas sobre cada ámbito de gestión. La más significativa tiene que ver con la valoración global de la Generalidad, seguida por su gestión del autogobierno. "Pero de nuevo, las diferencias en la valoración del estado de bienestar y otros ámbitos de gestión son elevadas. Y son particularmente marcadas a partir de 2011. Donde antes hubo cierto consenso, ahora no lo hay", concluye. Y ello, en función de la lengua.

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