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La receta de Varufakis contra la crisis: un 'mega Plan E' europeo de 800.000 millones

El ministro de Finanzas de Grecia detalla su propuesta para solventar la crisis. Un "New Deal europeo" financiado por el BCE.

El ministro de Finanzas de Grecia detalla su propuesta para solventar la crisis. Un "New Deal europeo" financiado por el BCE.

"De cara al futuro, y más allá de las tensiones actuales, nuestra tarea común consiste en rediseñar Europa para que los alemanes y los griegos, junto con todos los europeos, puede volver a imaginar nuestra unión monetaria como un ámbito de prosperidad compartida".

Así se manifestó el polémico ministro de Finanzas griego, Yanis Varufakis, este viernes en su blog. El objetivo del responsable heleno, y del Gobierno de Syriza en su conjunto, consiste, por tanto, en cambiar las actuales estructuras de la UE y la zona euro. ¿Su meta? Crear los "Estados Unidos de Europa", es decir, avanzar hacia la unión política, pero con una serie de características propias.

Varufakis esbozó hace algunos años, antes de ser ministro, su particular hoja de ruta para solventar la crisis del euro. Tal y como avanzó Libre Mercado, su plan gira en torno a tres grandes ejes: mutualización de la deuda europea, rescates bancarios a través del Fondo permanente europeo (MEDE) y la aplicación de un gran New Deal a escala europea.

Los dos primeros puntos ya fueron más o menos esbozados por el ministro heleno. Así, por ejemplo, para reducir el endeudamiento público, Varufakis propone que los Estados miembros transfieran al BCE su deuda por valor del 60% del PIB, el límite fijado por el Tratado de Maastricht. El BCE no compraría la deuda transferida, ya que no puede legalmente monetizarla. Sería como un apunte contable. El BCE, para hacer frente a los intereses de esa deuda asumida se endeudaría, a su vez, emitiendo bonos a un tipo de interés libre de riesgo.

Sin embargo, ahora, con ocasión de una conferencia celebrada el pasado sábado en Italia, bajo el título Una agenda para Europa, Varufakis ha detallado el eje de su plan destinado a combatir la crisis económica que sufren los países del sur, y la cuestión es que la medida en sí es muy poco original.

La idea consiste, básicamente, en repetir el Plan Marshall, solo que a nivel europeo, o, lo que es lo mismo, replicar el fracasado Plan E de Zapatero en España en toda la zona euro, en línea con lo que propone, igualmente, el líder de Podemos, Pablo Iglesias.

Hacia una "Europeización Descentralizada"

"Se precisa de algo distinto. Permítanme esbozar aquí en qué podría consistir ese algo. Yo lo llamo un proceso de Europeización Descentralizada. La idea, en esencia, es simple: necesitamos estimular una gobernación federal del euro sin federación, sin ulterior pérdida de soberanía nacional, manteniéndonos dentro de los Tratados existentes", explicó durante su intervención.

La idea es europeizar tres o cuatro ámbitos básicos de nuestras políticas económicas: europeizar el sector bancario, europeizar una parte de la deuda pública, europeizar las inversiones agregadas (a través del Banco Europeo de Inversiones, en asociación con el Banco Central Europeo) y, finalmente, europeizar un programa de mitigación del hambre y la pobreza. Una vez europeizados esos ámbitos, los gobiernos nacionales podrán gestionar sin sufrimiento los equilibrios presupuestarios, aun si la posición externa de un país (como Grecia o Portugal) es negativa.

Pues si la inversión agregada, si el malestar bancario, si una parte de la deuda pública, si un programa de mitigación de la pobreza; si todo eso está europeizado, entonces nuestros gobiernos nacionales pueden tener presupuestos equilibrados sin que nadie tenga siquiera necesidad de saber si Grecia o Portugal tienen superávit por cuenta corriente con Alemania.

Un mega Plan E europeo

Varufakis se centró en explicar su plan para "europeizar" la inversión pública:

1. El Banco Europeo de Inversiones (BEI) debería tener luz verde para embarcarse en un Programa Paneuropeo de Recuperación con Inversión por un monto próximo al 8% del PIB de la Eurozona, concentrándose en proyectos de infraestructuras a gran escala, al tiempo que su filial, el FIE (Fondo de Inversiones Europeas), se concentraría en incipientes empresas innovadoras, en PYMES, en empresas de innovación tecnológica, en investigación de energías verdes, etc.

2. El BEI ha venido emitiendo bonos durante décadas para financiar inversiones que cubrían el 50% de los costes de financiación de los proyectos. Ahora, debería emitir bonos que cubrieran el total de la financiación del Programa Paneuropeo de Recuperación con Inversión. Es decir, dejar caer la convención de que el 50% de los fondos deben proceder de fuentes nacionales.

3. Para asegurarse de que los bonos del BEI no experimentarán una subida de los tipos de interés como consecuencia de la magnitud de la empresa, el BCE debería anunciar su disposición a entrar en el mercado secundario y comprar tantos bonos del BEI como sea necesario para mantener a sus niveles actuales los rendimientos de los bonos del BEI.

Así pues, su plan consiste en lanzar un mega Plan E a escala europea, cuyo tamaño ascendería al 8% del PIB de la zona euro (unos 800.000 millones de euros), a través del BEI. Este organismo se encargaría de financiar grandes proyectos de obra pública en los países más débiles de la Unión mediante la emisión de deuda a gran escala que, en última instancia, sería adquirida por el BCE.

En concreto, Varufakis propone que el plan de compra de deuda pública que acaba de poner en marcha el BCE (el famoso Quantitative Easing) se destine en exclusiva a adquirir "los eurobonos sólidos, no tóxicos, emitidos por el BEI en nombre de todos los Estados miembros de la Unión Europea". De este modo, "se alivia la preocupación operativa del BCE acerca de qué bonos nacionales comprar. Además, esta fórmula de flexibilización cuantitativa respalda directamente las inversiones productivas, algo muy distinto de inflar instrumentos financieros de riesgo".

Pero, ¿qué proyectos financiaría el BEI? "Proyectos paneuropeos que valgan la pena, como la unión europea de energías verdes, o la unión digital […] los actuales proyectos de infraestructuras en curso, que andan moribundos a causa de unos presupuestos nacionales exhaustos [...]".

"Plan Merkel"

El diagnóstico de Varufakis sobre el futuro de la Unión Monetaria es muy claro:

El futuro de Europa será brillante en la medida en que logre servirse de la eurocrisis como de una oportunidad para realizar los Estados Unidos de Europa. Todo lo que quede a mitad de camino de eso llevará a la fragmentación y al eventual colapso del euro y a la ulterior desintegración de la UE, con terribles consecuencias para todos los europeos.

Sin embargo, aunque la federación habría prevenido esta crisis, federar ahora no resulta una solución factible. Si algo ha generado la eurocrisis son, trágicamente, orgullos nacionales encontrados, haciendo de la unidad una empresa políticamente imposible (por ahora). Las "dificultades" a que nos estamos enfrentando en el presente dentro del Eurogrupo, y los distintos puntos muertos a que se llega, son un reflejo de la divergencia política causada por el "progreso" sin fin de la crisis.

Por ello, lo que propone el ministro heleno es "europeizar", por el momento, sólo algunos ámbitos clave de la política económica europea, curiosamente, los que más beneficiarían a Grecia: traspasando buena parte de su deuda pública al BCE, recibiendo un ingente volumen de inversión pública financiada por el BEI y el BCE (todos los europeos) y rescatando los bancos helenos con el dinero de toda Europa.

Reparen en esto: lo que tenemos aquí es el potencial para estimular un New Deal europeo sin necesidad de un Tesoro federal [lo financiaría el BCE mediante la compra de deuda]. A comienzos de la década de los 50 del siglo pasado, los EEUU dirigieron la revivificación europea con el Plan Marshall […] El New Deal europeo, en cambio, no les costará nada a Alemania, Holanda, etc., porque será financiado a través de la emisión de unos bonos del BEI que, en realidad, lo que harán será ayudar a enjugar el exceso de liquidez del sector financiero alemán, ayudando así a restaurar los tipos de interés positivos para los fondos de pensiones de Alemania.

Según veo las cosas, Alemania debería dirigir al resto de Europa por esa senda mutuamente ventajosa. ¿Por qué, pues, no convertir este proyecto en un legado que, en las décadas venideras, podría llegar a conocerse como el Plan Merkel? Un desarrollo así ayudaría a suturar divisiones innecesarias y a ofrecer a Europa el impulso para la integración que tanto necesita.

La propuesta original de Varufakis consiste, por tanto, en que el resto de Europa se haga cargo de una parte de la deuda pública helena, exigir un gran plan de gasto e inversión pública financiado por el resto de europeos, así como compartir la factura de los rescates bancarios de Grecia con el resto de europeos. En resumen, dinero, dinero y más dinero... El ministro griego insiste en que no le costaría nada a Alemania, pero los alemanes, desde luego, no piensan lo mismo.

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