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Nuevo 'Día D' para Grecia: ¿Y si impaga al FMI el próximo 9 de abril?

Atenas y sus acreedores siguen sin llegar a un acuerdo para desbloquear los fondos de rescate, mientras Grecia agota sus reservas de liquidez.

Atenas y sus acreedores siguen sin llegar a un acuerdo para desbloquear los fondos de rescate, mientras Grecia agota sus reservas de liquidez.

Las negociaciones entre Atenas y sus acreedores internacionales, englobados bajo la denominada troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional), siguen encalladas, ya que el Gobierno de Alexis Tsipras se resiste a cumplir las condiciones de reformas y ajustes acordadas en el programa de rescate. El problema, sin embargo, es que Grecia se queda sin liquidez conforme pasan los días, acrecentando así el riesgo de impago soberano (default).

El grupo de trabajo del Eurogrupo, que reúne a los responsables del Tesoro de los 19 Estados miembros, analizó el miércoles por teleconferencia la situación helena y concluyó que "todavía queda mucho trabajo por hacer" en el nuevo plan de reformas que acaba de presentar Atenas. Tsipras confiaba en dicho listado para desbloquear los 7.200 millones de euros del último tramo del rescate o, al menos, una parte del mismo.

Pero las propuestas planteadas por Syriza están lejos de satisfacer las condiciones mínimas que exigen sus acreedores. No es de extrañar si se tiene en cuenta que el citado listado se centra, básicamente, en aumentar la recaudación fiscal en unos 6.000 millones de euros en 2015 mediante la lucha contra el fraude y la evasión fiscal.

Así, por ejemplo, Atenas prevé ingresar unos 875 millones de euros auditando las transferencias bancarias al extranjero y otros 600 millones a través de un nuevo sistema de lotería del IVA ideado para incentivar la exigencia de facturas y, de este modo, reducir el elevado fraude tributario que registra el país.

Sin embargo, con independencia de que estas medidas sean o no realistas, el problema de fondo es que no recoge las principales reformas estructurales ni las medidas de austeridad que pide la troika, sobre todo en materia de pensiones públicas y mercado laboral. De hecho, el documento remitido por Tsipras va justo en la dirección opuesta, ya que contempla elevar el gasto en 1.100 millones en 2015 para, entre otras partidas, aumentar las pensiones más bajas, así como subir el salario mínimo y reforzar la negociación colectiva en el ámbito laboral.

La lista seguirá siendo negociada durante los próximos días. La troika debe avalar el paquete antes de que se convoque al conjunto de los socios comunitarios para desbloquear la ayuda. El próximo grupo de trabajo del Eurogrupo está previsto para el 8 de abril y, de momento, la siguiente reunión de los ministros de Economía de la eurozona se prevé para el 24 de abril, pero Grecia todavía espera alcanzar un acuerdo con sus acreedores la semana que viene.

En el calendario ya hay una primera fecha señalada en rojo: el próximo jueves 9 de abril, cuando Atenas deberá pagar alrededor de 420 millones de euros al FMI. Aunque nadie lo sabe con certeza, todo apunta a que el Estado heleno se quedará sin liquidez este mes de abril y, de hecho, ya ha empezado a barajarse la posibilidad de que no disponga de dinero suficiente para hace frente a la factura del FMI.

El miércoles saltó al espita después de que Atenas amenazara a sus acreedores con retrasar dicho pago. "Si el dinero no llega para el 9 de abril, primero haremos frente al pago de los salarios y pensiones aquí en Grecia y a continuación solicitaremos a nuestros socios que comprendan que no vamos a pagar dentro del plazo los 420 millones al FMI", según advirtió el ministro griego del Interior, Nikos Voutzis, informa Der Spiegel. "No hemos recibido ni un euro desde agosto, no hay ningún otro país en el mundo capaz de saldar sus deudas sólo con sus propios recursos, sin recurrir a préstamos […] Queda dinero hasta mediados de abril", reconoce Voutzis.

El semanario alemán recuerda que el pasado 15 de marzo Tsipras advirtió por carta a la canciller alemana, Angela Merkel, que si Grecia no obtenía asistencia se producirían impagos. Pese a ello, Atenas se apresuró a desmentir dicha información. "No existe ninguna opción de que Grecia incumpla sus obligaciones con el FMI el próximo 9 de abril", indicó el portavoz del Ejecutivo griego, Gabriel Sakellaridis. Pero la duda ya está sembrada.

Los precedentes: Sudán, Zimbabwe y Somalia

Ningún país ha impagado al FMI en sus 70 años de historia, pero sí se han producido algunos retrasos de forma aislada, tal y como se baraja con Grecia. Esos atrasos, equivalentes a cerca de 1.500 millones de euros corresponden a países tercermundistas, como Sudán, Zimbabwe y Somalia.

Pagos atrasados al FMI -expresado en derechos especiales de giro (SDRs)-.

Llegado el caso, el impago al FMI provocaría un negativo efecto en cadena de consecuencias imprevisibles, tal y como analiza el think tank especializado en asuntos europeos Open Europe.

En primer lugar, dificultaría aún más el desembolso del último tramo del rescate a Grecia; el acceso de Atenas al mercado financiero internacional, siendo ya muy difícil, se volvería imposible; además, este caso se contempla como una de las causas para declarar en impago los préstamos que la zona euro ha concedido al Estado heleno; en última instancia, sería una nueva razón de peso para que el BCE restrinja aún más la línea de liquidez extraordinaria facilitada a los bancos griegos, y de cuyo mantenimiento depende que se acabe decretando o no un corralito en el país heleno.

Por ello, aunque, en general, el impacto a corto plazo de no pagar al FMI no tiene por qué resultar mortal a corto plazo en términos económicos y financieros, "implicaría graves daños a la reputación" de Grecia y agrandaría aún más la extensa brecha que divide a Atenas y sus acreedores, según alerta dicha entidad. La última palabra estaría, una vez más, en manos del BCE, de cuya decisión depende la supervivencia o no de la banca helena, pero el impago al FMI bien podría marcar un nuevo punto de inflexión en la tragedia griega.

Próximas fechas clave

De hecho, aunque Grecia acabe abonando la próxima factura del FMI, si el acuerdo con el Eurogrupo no llega, volverán a surgir dudas muy similares pocos días después, ya que el Tesoro de Grecia debe refinanciar cerca de 2.500 millones de euros en letras a corto plazo entre el 14 y el 17 de abril. Además, deberá encontrar otros 1.700 millones adicionales para pagar pensiones y sueldos públicos a finales de abril. Después, el Tesoro deberá refinanciar otros 1.400 millones el 8 de mayo y desembolsar 779 millones al FMI el día 12 de ese mismo mes.

Pero la fecha clave se producirá el 20 de julio, cuando vencen unos 3.500 millones de euros en bonos que están en manos del BCE. Atenas carece de recursos propios para devolver ese dinero, y si no paga los analistas dan por seguro que será el fin de Grecia en el euro. En total, el Gobierno de Tsipras afronta unos compromisos de pago próximos a 16.000 millones de euros en 2015.

Calendario de pagos que debe afrontar Grecia.

A un paso del 'default', otra vez

Por el momento, la agencia de calificación Fitch ya ha rebajado en tres escalones el nota crediticia de Grecia, de B a CCC, por la incertidumbre sobre el calendario de la ayuda financiera de sus socios de la UE y por su falta de acceso a los mercados internacionales, dejando su rating a un paso del default.

Y, como consecuencia, también ha rebajado la nota de los cuatro bancos griegos más importantes debido a los crecientes problemas de liquidez del país. Las calificaciones del Alpha Bank, el Eurobank, el Banco Nacional de Grecia y el Banco del Pireo han pasado de B- a CCC.

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