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Una de las mejores recetas para impulsar el I+D es bajar impuestos

En lugar de grandes programas de gasto público o de pretensiones utópicas de replicar Silicon Valley, un recorte fiscal puede impulsar el I+D.

La mayoría de propuestas enfocadas al impulso de la Innovación y el Desarrollo (I+D) suelen ignorar el impacto de los impuestos en este campo. Sin embargo, un nuevo estudio difundido por el Foro Económico Mundial apunta que un marco fiscal más atractivo puede ser una de las mejores recetas para atraer y retener a los mejores innovadores.

Esta tesis no es nueva. El danés H. J. Kleven coordinó en 2014 un estudio enfocado en el impacto de los impuestos altos entre los trabajadores más cualificados, grupo que incluye a los investigadores e innovadores de mayor prestigio.

Su conclusión es que la rebaja aprobada en el IRPF para estos profesionales no solamente evitó su salida sino que atrajo talento de otros países, generando un 'efecto llamada' similar al que anticipaba el profesor estadounidense W. R. Kerr en sus trabajos para la Universidad de Harvard.

La desigualdad en el I+D

Por supuesto, el innovador medio no es comparable a los grandes investigadores. Analizando datos de las principales economías de la OCDE para el periodo que va de 1977-2003, vemos que el profesional mediano del I+D acumula 11 patentes... frente a las más de 100 que se registra entre el 1% más prolífico.
Es por eso que el Foro Económico Mundial apuesta por ver la desigualdad en positivo, apostando ante todo por la importancia de atraer al 1% de mayor talento como punto de partida para impulsar ecosistemas de innovación y desarrollo que luego puedan beneficiar a todo el ramo.

Esta argumentación no es ningún capricho ideológico, sino que recoge la síntesis de los trabajos de Ufuk Akcigit, Salomé Baslandze y Stefanie Stantcheva. Estos tres investigadores acaban de publicar un estudio en el que muestran los patrones de migración de los inventores más productivos del periodo que va de 1977 a 2003.

Un aumento del 3,3%

La conclusión del informe es clara: los grandes innovadores e investigadores suelen estar muy bien pagados y, como consecuencia, sufren a menudo el tramo más alto del Impuesto sobre la Renta. Así lo explican los autores:

Aprobar ese impuesto al éxito puede tener un impacto directo o indirecto en su motivación', por lo que no es de extrañar que 'los grandes inventores e innovadores sean especialmente sensibles a los impuestos altos. Por ejemplo, bajando del 50% al 40% el tramo superior del IRPF, el número de inventores e innovadores altamente productivos que permanece dentro de un país sube un 3,3%.

Evidentemente, los investigadores e innovadores que se quedan fuera del 1% más productivo muestran menos sensibilidad hacia los impuestos altos, pero igualmente se aprecia una relación significativa. Si el mencionado recorte de diez puntos porcentuales en el IRPF aumentaba un 3,3% el número de investigadores e innovadores que entran en el 1% con más patentes, el impacto entre quienes figuran en el 5% más productivo es del 2,94%, con un 1,75% para el 'top 10%' y un 1,13% para el 'top 25%'.

Incentivos a las empresas

Por otro lado, aunque no son pocos los estudios que hablan de 'acercar la innovación y la investigación a la empresa', la mayoría aborda este reto con propuestas basadas en aumentar el gasto público y, con esos recursos, coordinar proyectos conjuntos entre ambos campos.

Sin embargo, otros países han apostado por aprobar generosas deducciones fiscales a aquellas empresas que invierten en I+D. De esta forma, los procesos de innovación y desarrollo dejan de estar coordinados por un criterio político y pasan a responder a los incentivos que marca la realidad de ambos campos.

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