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Dos gráficos para ser optimistas: crece la productividad incluso con creación de empleo

Por primera vez en décadas puede intuirse un cambio de modelo productivo y una mejora en la eficiencia más allá del mero recorte de costes laborales.

"Productividad" es una de esas palabras que los economistas aman y los periodistas odian. Para los primeros es un concepto ayuda a explicar casi todo, para los segundos es uno de esos términos que expulsan a lectores u oyentes.

Lo cierto es que probablemente en ambos casos sea más o menos cierto. Por un lado, es verdad que no es una palabra demasiado atractiva para un titular; por otro, es cierto que muchas de los temas de los que más se habla en los medios (desde el crecimiento de los salarios hasta la calidad del empleo creado) pueden analizarse mucho mejor si se tiene en cuenta la productividad de la economía.

En España, la productividad siempre ha seguido un camino algo peculiar. Vamos, que no sólo en lo que hace referencia a la tasa de paro somos especiales. Como explica Daniel Fernández en el Economy Weblog del IE: "En España la productividad laboral es anti-cíclica, es decir, el producto por trabajador aumenta en épocas de crisis y disminuye en épocas de expansión económica. En otros países, por ejemplo Alemania y EEUU es pro-cíclica. La correlación entre las dos variables en el caso de Alemania es positiva y altísima, de +0,93. (En el caso de España es de -0,93, para EE.UU. es de +0,56). Esto sigue siendo así en 2012 y 2013, a pesar de la reforma laboral de 2012".

En el pasado, durante las épocas de bonanza, nuestro país ha sido capaz de generar empleo sólo a base de reducir la productividad. Es decir, añadíamos mucho trabajo de poco valor añadido y poca calidad. Y la contrapartida es obvia: cuando llegaban las vacas flacas eran estos trabajadores los primeros en sufrir las consecuencias. Desde 2007, el grueso de la destrucción de empleo en España se ha centrado en el empleo temporal. Así, en diciembre de 2007 había 11,8 millones de trabajadores con un contrato fijo, por 10,9 millones en diciembre de 2014. En cuanto a los asalariados con contrato temporal, pasaron de 5,2 a 3,4 millones en el mismo período de tiempo.

Dos gráficos para ser optimistas

Ahora, las cosas podrían estar empezando a cambiar. En los dos últimos años, España ha comenzado a crear empleo sin que eso se haya traducido en un hundimiento de la productividad. Quizás sea pronto para lanzar las campanas al vuelo, pero al menos sí se puede ser moderadamente optimista.

Por ejemplo, Juan Ramón Rallo apuntaba hace unos días que España puede estar encaminándose hacia el tan necesario y tan comentado, aunque pocas veces explicado, "cambio de modelo productivo".

Como puede verse en el siguiente gráfico (extraído del mismo artículo) "el valor añadido bruto generado por cada trabajador a tiempo completo equivalente no sólo ya es mayor en casi todos los sectores de lo que lo era en 2008, sino, sobre todo, también que en 2014". Lo que quiere decir que "la creación de empleo acaecida durante el último año no ha acarreado una reducción de la productividad dado que en todos los sectores se genera un mayor valor agregado por trabajador del que hace un año".

Productividad por sectores 2007-2015

Según los cálculos de Rallo, en dos o tres años el sector privado español podría igualar el PIB que generaba en 2008, aunque en términos de empleo no se alcanzara el nivel pre-crisis hasta 2020-2022 (y eso si todo sigue como hasta ahora, porque hay numerosos riesgos en el horizonte). La mejor parte de esta noticia es que los aumentos de productividad ayudarán a que este nuevo empleo obtenga salarios superiores a los medios de 2008. Hay que recordar que los sueldos están íntimamente ligados a la productividad media de una economía (ver siguiente tabla, del blog del IE):

Producto por hora trabajada (2000-2013)

El segundo análisis optimista sobre la productividad en España aparecido en los últimos días llega de la mano del Banco de España, en su boletín económico de mayo y lo firma Laura Hospido, que se pregunta a qué se ha debido la mejora de la productividad laboral agregada que hemos visto a partir de 2007. Hay dos grandes razones que podrían explicarlo: la desaparición de los puestos de trabajo menos productivos o el aumento de la productividad en los puestos que se mantuvieron durante la crisis (bien porque al reducirse el número de trabajadores de una empresa los que quedaron contaron con una mayor dotación del resto de factores; bien porque los trabajadores han sido reasignados a tareas más productivas dentre de su empresa o en otras empresas).

En el primer caso (sube la productividad media sólo porque el mercado se deshace de los menos productivos) no habría demasiado que celebrar; en el segundo (hay un cierto efecto composición y estamos utilizando mejor a los que mantienen su empleo), sí podría hacerse una lectura más positiva.

Incremento de la productividad por países (Banco de España)

Como podemos ver en el gráfico superior, tras unos años de estancamiento, la productividad en España ha crecido con fuerza desde 2010, por encima de los países de nuestro entorno. Es cierto que hay parte que se puede achacar sólo a la destrucción de los peores empleos. Pero también pueden intuirse algunos aspectos positivos:

  • "El mejor desempeño de la Productividad Total de los Factores a nivel macro sugiere que los efectos de la reasignación laboral entre empresas han jugado un papel positivo. Es decir, las empresas con un comportamiento creciente de la PTF han ganado peso en la muestra"
  • "La recesión afectó especialmente a algunas empresas con bastante peso en el agregado pero con bajo crecimiento de la PTF. Asimismo, las empresas que han entrado durante o después de la crisis (y que son suficientemente significativas en términos de empleo para afectar al agregado) han debido ser especialmente productivas"
  • "En primer lugar, la proporción de trabajadores temporales ha estado negativamente correlacionada con el crecimiento de la PTF durante el período considerado. En segundo lugar, las empresas sujetas a un convenio colectivo de empresa muestran un mayor nivel de PTF que las empresas sujetas a un convenio sectorial. En tercer lugar, ser una empresa importadora y/o exportadora está correlacionado positivamente con la PTF"
  • "Este comportamiento diferencial de la productividad laboral en España está asociado en buena parte a un efecto composición derivado de la reasignación laboral entre empresas y a un mejor comportamiento de la PTF durante la crisis en las empresas de mayor tamaño"

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