La fianza y los avales bancarios son los instrumentos más comunes a los que recurren los propietarios cuando ponen en alquiler un inmueble, pero no son los únicos que existen. Uno de los que cada vez está más presente en la sociedad es el seguro de Impago de Alquiler (producto que lleva comercializándose poco tiempo).
Este producto asegurador le está ganando terreno al aval bancario hasta el punto de situarse por encima de él como la garantía elegida por los propietarios cuando alquilan sus inmuebles. Y es que, en España, actualmente, el 25% de los alquileres se "blinda" con una de estas pólizas, según datos del Observatorio Español del Seguro de Alquiler (OESA).
Morosidad, ¿freno al alquiler?
Durante el último año la morosidad en los arrendamientos urbanos ha experimentado un crecimiento del 12%. El miedo que puede generar a los propietarios la posibilidad de que sus inquilinos no les paguen a final de mes puede actuar como freno a que éstos cuelguen el cartel de "Se alquila" en los inmuebles que no utilizan.
La Radiografía del Mercado del Alquiler 2014 elaborada por Alquiler Seguro (empresa privada especializada en la protección a propietarios) sacó a la luz que en España sólo 8 Comunidades Autónomas (Andalucía, Aragón, País Vasco, Cataluña, Castilla y León, Comunidad Autónoma de Madrid, Comunidad Foral de Navarra y Comunidad Valenciana) tienen más de 1,4 millones de viviendas vacías.
Según los datos de los Censos de Población y Viviendas 2011 hechos públicos por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2013, a fecha de 1 de noviembre de 2011, España contaba con un parque de 3.443.365 viviendas vacías, 336.943 más que en 2001.
Y es que, el riesgo de impago que asumen los propietarios por parte de los inquilinos suele ser uno de los factores que dan lugar a la existencia de viviendas vacías, problemas que soluciona, en cierta medida el seguro de Impago de Alquiler.
De hecho, según Fernando Summers, director de producto de Rastreator.com, "el principal miedo de los propietarios a la hora de poner su vivienda en alquiler es al impago de los inquilinos y los destrozos que puedan causar".
Proteger viviendas, locales y oficinas
El seguro de Impago de Alquiler no sólo es el instrumento indicado para proteger el arrendamiento de viviendas sino que su contratación también es posible para garantizar el cobro de otros inmuebles como son los locales o las oficinas.
El precio medio de la prima anual para una vivienda con un alquiler de 600 euros mensuales se sitúa en los 202 euros. Ahora bien, pese a que estos seguros son anuales, es posible elegir una cobertura para periodos de, además de 12 meses, 6 ó 9. Así, es posible adaptar la duración de la póliza a las mensualidades de alquiler que hayan acordado arrendador y arrendatario.
¿Qué tipo de protección ofrece?
La protección frente a impagos suele ser una de las principales coberturas que anima a los propietarios a contratar un seguro de Impago de Alquiler. Esta cobertura garantiza al asegurado (dueño del inmueble) el pago de las cuotas que el inquilino le debe. Eso sí, hasta un máximo de mensualidades que suele ser de 12 (que sean más o menos depende de cada aseguradora).
Pero cubrir la falta de pago no es la única garantía de estas pólizas. La compañía también puede ofrecer un estudio previo de viabilidad del inquilino (con filtro a la morosidad), defensa jurídica, reparaciones urgentes e incluso actos vandálicos. Con esta última cobertura, el propietario se garantiza que la aseguradora le dará una indemnización económica (dentro de los límites fijados) si el inquilino ocasiona daños en la vivienda o roba parte del contenido.
Previsiones de futuro
En 2014 la contratación de seguros de Impago de Alquiler se multiplicó por 2,5 y se prevé que la tendencia alcista de la suscripción de estas pólizas continúe en 2015. Según las previsiones de OESA, en 2017 la cifra de alquileres protegidos con este producto asegurador rondará el 50%, lo que igualaría a España con el resto de países del entorno europeo.
La tranquilidad y seguridad que este tipo de seguros aporta a los propietarios hace que el 71% de ellos lo renueven por un segundo año y el 45,6% vuelve a contar con él durante un tercer año, según datos hechos públicos por Arrenta.