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Cinco cosas que hasta un niño debería saber antes de invertir

Conseguir una rentabilidad atractiva asumiendo los menores riesgos posibles es el culmen de todo ahorrador.

Conseguir una rentabilidad atractiva asumiendo los menores riesgos posibles es el culmen de todo ahorrador.

Es posible que en estos momentos usted disponga de unos ahorros por diferentes motivos. Ante la baja rentabilidad de los depósitos bancarios, muchos ahorradores se plantean otras alternativas para sacar provecho de su dinero.

Conseguir una rentabilidad atractiva asumiendo los menores riesgos posibles, es el culmen de todo ahorrador. Para ello, desde Legálitas recuerdan los cinco aspectos fundamentales a tener en cuenta antes de tomar cualquier decisión de inversión:

1. Conocer el perfil inversor: esto significa conocer la situación financiera actual, los objetivos financieros, el horizonte temporal, la personalidad y tolerancia al riesgo y los conocimientos financieros que tenemos como ahorrador o inversor minorista. No es lo mismo un cliente con un perfil conservador que no quiere asumir riesgos, que un cliente con un perfil agresivo y tolerante al riesgo, ya que los productos a estudiar para llevar a cabo una inversión serán diferentes. Actualmente, todas las entidades financieras solicitan al cliente que cumplimente un formulario o cuestionario para conocer su perfil de inversor y los conocimientos que se tienen de los productos y/o mercados financieros. Cabe recordar que una regla básica es que a mayor rentabilidad significa asumir mayores riesgos.

2. Definir el tiempo que quiere tener el dinero invertido: deberá tener claro las cantidades que se invertirán en activos de corto plazo (menor de 2 años), así como las que se podrán invertir en activos a largo plazo (mayor de 2 años). Aquí juega un papel importante la liquidez de los diferentes productos. Un producto tiene liquidez cuando se puede recuperar el dinero en cualquier momento. Es importante tener en cuenta que la liquidez, en algunos casos, no es "automática", sino que requiere la venta del producto en el que hemos invertido, lo que puede suponer la pérdida de parte de nuestros ahorros. Dentro de los productos con una liquidez elevada podremos destacar la renta variable (acciones) y los fondos de inversión, a excepción de los fondos de inversión garantizados que tienen una fecha de vencimiento estipulada en contrato. Por el contrario podemos destacar como productos de baja liquidez los activos de renta fija, tanto pública (Estados u organismos públicos) como privada (empresas) así como diferentes seguros o planes de ahorro que dependerán de las condiciones existentes en la póliza.

3. Diversificar la inversión: en la medida que sea posible y en dependencia directa del capital o ahorros que se dispongan para invertir, se deberá de diversificar el riesgo a asumir entre diferentes alternativas de inversión (deuda, depósitos, fondos de inversión, acciones). Esto hará que no se concentre el riesgo en una sola tipología de producto y que se compensen las distintas rentabilidades en el caso de que no todas sean positivas.

4. Control periódico de las inversiones: así mismo se deberá llevar un control y seguimiento periódico de las distintas inversiones que se llevan a cabo. No se puede dejar la inversión sin realizar un seguimiento sobre la misma. Mediante un control periódico siempre se podrán corregir situaciones adversas antes de que sea demasiado tarde.

5. Déjese asesorar por expertos: en los últimos años se viene observando una creciente sofisticación de los instrumentos financieros ofrecidos a los clientes minoristas de forma que, en respuesta a la demanda de mayores rentabilidades, se les está ofertando. Recientes casos de comercialización de instrumentos financieros (participaciones preferentes, obligaciones subordinadas, deuda estructurada...) han puesto de manifiesto bajos niveles de comprensión por parte de los clientes de la naturaleza y los riesgos de los instrumentos financieros en los que invierten. Por ello, será necesario que antes de realizar la contratación de cualquier activo o instrumento financiero se tenga pleno conocimiento de su funcionamiento y sus principales características con la finalidad de evitar sorpresas desagradables.

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