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España es uno de los países con menos desigualdad en riqueza de la OCDE

Sólo Grecia y Eslovaquia son más igualitarios. La lista la encabezan Estados Unidos, Austria, Holanda y Alemania.

La desigualdad es uno de los temas de moda. Normalmente, en las noticias sobre esta cuestión se hace referencia a las diferencias en la renta. Sin embargo, hay otra forma de verlo, la desigualdad en la riqueza. Es decir, no nos fijamos tanto en lo que gana cada familia en un año, sino en el patrimonio que ha sido capaz de acumular durante su vida.

Este martes, la OCDE publicaba un pequeño trabajo al respecto: "Household wealth inequality across OECD countries", realizado por Fabrice Murtin y Marco Mira d'Ercole. Según sus datos, España es uno de los países menos desiguales por la distribución de su riqueza de la OCDE. Por un lado, nuestros ricos tienen un porcentaje relativamente reducido del patrimonio total; por otro, los quintiles inferiores acumulan un porcentaje superior al habitual en los países ricos.

Como puede verse en el siguiente gráfico, España es el tercer país en el que el Top 10 de la población acumula menor riqueza (aproximadamente un 40%). Del mismo modo, también es uno de los países en el que los tres quintiles inferiores (del 0 al 60%) tienen un porcentaje más alto (alrededor del 20%).

Viendo el gráfico, la primera pregunta que surge es si es bueno o no ese igualitarismo que tan de moda está últimamente. Los tres países más igualitarios de la muestra son España, Grecia y Eslovaquia. Enfrente, los países más desiguales (y ¿peores?) son Estados Unidos, Austria, Holanda y Alemania.

Hay que tener en cuenta que la desigualdad de patrimonio está muy condicionada por la edad y la posibilidad de ir acumulando riqueza a lo largo de la vida. En todos los países, el Top 10 está formado casi en su totalidad por personas mayores de 50 años, que han podido ahorrar y han sacado fruto a sus inversiones o a su trabajo. Eliminando este efecto edad, los índices de desigualdad se desploman.

También es interesante el siguiente gráfico, que muestra la riqueza media y mediana de cada hogar en los países objeto de estudio. Si vemos la media, las familias españolas están en el pelotón de cabeza, muy cerca de países mucho más ricos, como Canadá, Australia o Reino Unido. Y en la mediana (lo que tiene el hogar que está justo en la mitad de la muestra) somos los segundos, sólo por detrás de Luxemburgo.

En el estudio no se explica con detalle, pero todo apunta a que la razón que está detrás de este alto nivel de patrimonio de las familias españolas es el elevado porcentaje de hogares que poseen su vivienda en propiedad. Como puede verse en Eurostat, el nuestro es uno de los países en el que hay más propietarios de inmuebles y menos vivienda en alquiler. Esto tampoco tiene por qué ser bueno. Por ejemplo, en países muy ricos como Dinamarca o Alemania, el alquiler está mucho más extendido.

Pero sí hay un apunte que realizar. Ahora que se está hablando tanto de cambiar la ley hipotecaria, de legislar para permitir la dación en pago (incluso con efectos retroactivos) o de cambiar las leyes para hacer mucho más difíciles los desahucios, habría que tener en cuenta que los hogares españoles de rentas bajas tienen un nivel de riqueza bastante alto comparados con los de otros países y que ese patrimonio está constituido fundamentalmente por su vivienda. Si se cambian las condiciones y las leyes que afectan a esta cuestión, es muy probable que todos los agentes implicados, empezando por las entidades bancarias, también cambien su forma de actuar. Y los más afectados serán los hogares de rentas bajas: si el sector financiero endurece las condiciones de acceso a las hipotecas porque las garantías del préstamo se vuelven más débiles, serán estas familias las que más sentirán los efectos de la escasez de crédito.

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