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Tres sencillos trucos para ahorrar luz en verano

Bajas las persianas o desplegar el toldo en las horas que más da el sol, nos permitirá tener nuestra casa unos grados por debajo del exterior.

Bajas las persianas o desplegar el toldo en las horas que más da el sol, nos permitirá tener nuestra casa unos grados por debajo del exterior.
El aire acondicionado consume más energía que el ventilador | Corbis

En verano, los aparatos eléctricos que se utilizan para protegerse del sofocante calor del hogar pueden hacer engordar considerablemente nuestra factura de la luz. Aunque son de sentido común, desde el comparador HelpMyCash han buscado tres trucos muy sencillos con los que ahorrar en este recibo.

Haz de tu casa una cueva

Tan solo con que bajemos las persianas en las horas que más da el sol, así como correr las cortinas o desplegar los toldos, nos permitirá tener nuestra casa unos grados por debajo del exterior. Ojo, no hace falta que estén bajadas del todo, si no perderemos la luz. Además, para ser efectivo deberíamos cerrar las ventanas, al menos las que den a las fachadas en las que de el sol. Esta solución es perfecta para los que trabajan fuera de casa.

Si tenemos la gran suerte de que nuestra vivienda tiene corrientes de aire debemos aprovecharlas. Aunque durante las horas en las que da el sol más fuerte es importante aislar las estancias, a lo largo de la noche (cuando las temperaturas son más bajas) es interesante dejar que fluya el aire.

Desconecta los focos de calor

Para evitar que la habitación se recaliente es importante evitar los focos de calor. Si ya hemos aislado el que procede del exterior de la vivienda, ahora hay que tomar medidas dentro. Así, si no queremos acabar "cocidos" deberíamos evitar conectar aparatos que emitan calor. Estos serían, por ejemplo, las aspiradoras, los ordenadores, los televisores… Está claro que esta medida es un tanto peculiar, puesto que muchos de nuestros hábitos están ligados, necesariamente, a estos aparatos. Así pues, podemos tomar medidas complementarias como:

  • Cocinar siempre con el extractor de humos encendido. Además de evitar malos olores no acumularemos el calor residual en la cocina.

  • Enchufar un ventilador mejor que el aire acondicionado. No solo consume menos energía, sino que podemos enfriar el ambiente combinándolo con un bol lleno de hielo y sal.

  • Si tenemos plantas en la terraza o en las ventanas este es un buen momento para regarlas. Además de que ellas lo agradecerán, refrescará el ambiente.

  • Desconectar todos los aparatos que no usemos. Para ello podemos utilizar las regletas, de modo que evitemos que algunos se queden en stand by.

Haz del calor tu aliado

Son muchas las situaciones que hemos contemplado en las que el calor nos molesta. Sin embargo, éste también puede hacernos ahorrar luz en algunos momentos, tales como:

  • Secarnos el pelo sin necesidad de secador.

  • Evitar el uso de la secadora.

  • Descongelar los alimentos aprovechando la temperatura ambiente evitando el uso del microondas.

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