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Guindos: "Los 26.000 millones que nos debe Grecia son solidaridad pura y dura"

Junto a Sarkozy, Rajoy culpa a Tsipras de la crisis y avisa de que Sánchez está pactando con "Podemos-Syriza" en España. Aznar pide firmeza.

Junto a Sarkozy, Rajoy culpa a Tsipras de la crisis y avisa de que Sánchez está pactando con "Podemos-Syriza" en España. Aznar pide firmeza.
Reunión del equipo económico sobre Grecia. | EFE

España no es Grecia, pero no está completamente a salvo. "Quiero decir a los españoles que pueden estar tranquilos", proclamó Mariano Rajoy. Aquí hay "un Gobierno serio" que "ha hecho unas reformas" que, según la Moncloa, actuarán de cortafuegos. Pero el presidente también dejó entrever que todo se puede ir al traste si hay un giro brusco en las próximas elecciones generales. "El PSOE ha dejado que Podemos-Syriza gane en grandes capitales", recordó sin que los periodistas le preguntaran por ello. "Hay que oír de todo en la vida", aseveró sobre los elogios del partido de Pablo Iglesias al gobierno heleno, para recalcar que "el 100%" de los socios comunitarios no piensan lo mismo.

A las nueve de la mañana, el presidente reunió al núcleo económico de su gabinete para analizar la primera fotografía que ofrecía el denominado lunes negro. Según las fuentes consultadas, el Ejecutivo daba por descontada una fuerte caída de la Bolsa, pero Luis de Guindos descartó un plan de contingencia específico, defendió que el país está preparado para asumir el golpe y reclamó que Grecia siga en el euro.

Para transmitir tranquilidad, Soraya Sáenz de Santamaría y el citado ministro de Economía comparecieron al término de la reunión, a las once, y afirmaron que no todo está perdido y aún hay tiempo hasta el martes por la noche, cuando expira el plazo dado para la negociación. "Todo sería mucho más difícil" tras ello, y de ahí que Guindos reclamara a Alexis Tsipras que "recapacite" y cumpla "con las reglas que nos hemos dado entre todos".

El titular de Economía también confirmó que el dinero prestado por España a Grecia son 26.000 millones de euros. "Fueron solidaridad, pura y dura. Nosotros no tenemos casi exposición, ni desde el punto de vista comercial ni financiero. Lo que hemos hecho es ser solidarios con la población griega", subrayó, destacando lo ya hecho por España, y en un momento de enorme dificultad para la población. En teoría, dicha cantidad será devuelta en el futuro en condiciones muy ventajosas.

Pasada la una de la tarde, el que atendía a los medios era el propio Rajoy. Lo hacía en compañía de Nicolás Sarkozy, que le puso como ejemplo frente a Tsipras. En ese sentido, el presidente recordó que las previsiones económicas tornaron en negativas en el país heleno una vez llegó Syriza al poder. "Esa es la diferencia entre las políticas serias y las que no lo son. Las políticas serias, aunque difíciles, acaban generando empleo", destacó en la sede nacional del PP, que es donde se reunió con Sarkozy y su equipo.

A ojos de Rajoy, Tsipras es el único culpable de lo que está ocurriendo, rompiendo unilateralmente las negociaciones al convocar un referéndum. "Grecia tiene que poner algo de su parte" y "cumplir sus obligaciones", le emplazó, insistiendo en que todavía hay margen de maniobra. Para el presidente, es imprescindible que el mensaje sea idéntico en las principales cancillerías de la UE, y de ahí que haya mantenido contactos con los líderes comunitarios a lo largo de las últimas horas. El domingo informó personalmente de la situación a Pedro Sánchez, en calidad de líder de la oposición, y a otros portavoces parlamentarios.

Así, el Gobierno quiso dar la sensación de que, pase lo que pase en Grecia, España seguirá con su senda al alza. El cuadro macroeconómico, previo a la presentación de los Presupuestos Generales del Estado, será dado a conocer en breve, y confirmará el cambio positivo de la economía nacional. "Seriedad" y "estabilidad", fueron dos de las palabras más repetidas. Si bien, Rajoy avisó claramente de que el riesgo puede llegar por culpa de Podemos. Son "Syriza", dijo a las claras. Y culpó a Sánchez de su política de pactos.

José María Aznar, muy distanciado con Rajoy, terció en la cuestión para reclamar firmeza: "Si la UE acepta que las reglas se incumplan, su futuro está gravemente comprometido", y se mostró menos confiado que el Gobierno. "Esta crisis nos afecta. Los españoles tenemos decisiones importantes que tomar que van a determinar el futuro", dijo. Durante esta semana, la Fundación FAES alertará sobre el populismo en su campus de verano.

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