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Compass Group España: postres premium para 250.000 comensales diarios

La compañía tiene más de 2.000 clientes en España y da 75 millones de comidas al año. En 2014, el 60 por ciento de los empleados recibieron formación.

La compañía tiene más de 2.000 clientes en España y da 75 millones de comidas al año. En 2014, el 60 por ciento de los empleados recibieron formación.
Postres Premium. | Compass Group

Pasan algunos minutos de las 17.00 horas cuando un grupo de edad variopinta entra en la sede de la Escuela de Hostelería Compass, ubicada en el madrileño barrio de Las Tablas. Están fuera de su horario laboral, pero no les importa dejar de lado durante casi una semana sus horas de descanso diarias tras una dura y larga jornada laboral para continuar formandose en su profesión, en lo que más les gusta, en la cocina.

La oportunidad no se puede dejar pasar, porque allí les está esperando uno de los chef ejecutivos de la compañía, que a su vez es uno de esos cocineros españoles que han llevado la gastronomía nacional a ser una referencia mundial. Uno de esos profesionales de dilatada trayectoria y al que más de uno ha visto también en la tranquilidad de su hogar en programas de cocina de Cuatro o Canal Cocina.

Se trata de David Ferrer. Criado en las cocinas de Zalacain y Arzak, trabajó como jefe de cocina en el restaurante Codex Calixtinus, asesorado por Martín Berasategui. De allí saltó a Cambio de Tercio, donde situó al restaurante como el mejor de cocina española en Londres. Volvió a Madrid de la mano de Sergio Arola como jefe de cocina en La Broche, restaurante premiado con 2 estrellas Michelín. Desde ese momento sus proyectos profesionales no han parado de crecer.

El tema del día son los postres. Cómo conseguir que las miles de personas que comen a diario en los comedores colectivos a los que la compañía suministra tengan un oferta suficientemente atractiva. Que no se encuentren con la comida aburrida que hasta hace unos años parecía una obligación. Que vayan con ganas y gusto a los comedores de sus empresas, ya se llamen Telefónica, Google, IFEMA, Caixa Fórum o el Congreso de los Diputados, entre otras a la que Compass Group España presta servicio.

Tras el repaso en el aula a varios documentos con ideas para hacer postres inmovadores y atractivos, llega el turno de pasar a la diversión en estado puro: la cocina. A los alumnos no les importa la falta de aire acondicionado (las normas de sanidad no lo permiten) ni que el calor de los fogones provoque un calor insoportable. Poder estar mano a mano en una cocina con David Ferrer es una oportunidad al alcance de muy pocos y no están dispuestos a desaprovecharla.

Todos los alumnos participan por turnos improvisados en la elaboración de los postres. Ninguno se escaquea ni mira hacia otro lado. Y el premio llega al final, cuando después de horas de agobiante calor toca el turno de colocar todos perfectamente organizados en una vitrina, repartirse las cucharillas y darse el gustazo de comérselos. Terminan así la quinta sesión de un curso en la que han repasado casi todos los tipos de platos que se pueden servir en un comedor colectivo.

El curso que concluye no es una excepción. Compass, con más de 12.000 empleados, realizó en el año 2014 cursos de formación en los que participaron más de 7.500 de sus empleados. En total, más de 79.500 horas de formación. Y todo ello con el objetivo elevar la calidad de las 250.000 comidas diarias (más de 75 millones al cabo del año) que da entre sus más de 2.000 clientes en el país.

"Compass Group es uno de los 10 mayores empleadores privados a nivel mundial y la mayor empresa del sector de la restauración social. Esa posición de liderazgo solo se puede conseguir y mantener a través de una apuesta por la formación para intentar ofrecer siempre la mejor experiencia posible a nuestros clientes", explica a Libertad Digital el Training Manager de la compañía, José Luis Alguacil.

"La Escuela de Hostelería es un paso más en un proceso constante con el que intentamos concentrar el know how de la compañía e intercambiar experiencias, porque se aprende tanto con la presencia de profesionales relevantes que guían, enseñan y muestran diferentes formas de saber hacer las cosas, como compartiendo historias durante las mismas con otras personas de la organización, lo que hace que este sistema tenga un fuerte impacto tanto profesional como personal", continúa.

"El desarrollo de las personas es esencial para la mejora del rendimiento y para poder ofrecer un trabajo estimulante en el que se puedan realizar las propias aspiraciones profesionales al mismo tiempo que se contribuye a conseguir los objetivos de la compañía. Apostamos por la formación abierta y real para que todos las personas que forman esta compañía puedan capacitarse y dotarse de las habilidades y competencias necesarias para potenciar su desarrollo profesional e incrementar su cualificación personal", concluye.

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