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Ciudadanos pide una revolución para los profesores: MIR, incentivos y evaluaciones

La formación naranja propone un Pacto Nacional por la educación y plantea un cambio en la profesión docente para premiar en función de resultados.

La cuarta parte del programa económico de Ciudadanos ya está sobre la mesa. Las tres primeras estaban dedicadas al mercado laboral, los emprendedores y los impuestos. Este lunes, tras varios meses de silencio, le ha tocado el turno a la educación. Albert Rivera, Luis Garicano, Carolina Punset (líder de C's en Valencia) y el experto internacional en educación, Guillermo Cisneros, han presentado las propuestas este lunes por la tarde en Madrid.

Todo ha sido un poco extraño en esta presentación. Desde la fecha elegida (un lunes de la última semana de julio), hasta el documento en sí mismo. Al estar enmarcado dentro del programa económico, todo apuntaba a que las propuestas tendrían una parte de reforma educativa y una parte dedicada a la inserción de los jóvenes en el mercado laboral. Pero lo cierto es que prácticamente todas las medidas son educación pura y dura. Hay algo de FP Dual, algún apunte al papel de las empresas en la parte de la universidad y poco más.

En realidad, la inclusión de la reforma educativa en el programa económico es una apuesta personal de Luis Garicano. El profesor de la London School of Economics cree que es imprescindible asegurarse "de que los contenidos se adecuan a las necesidades de la economía del conocimiento". Por eso, el documento comienza con una declaración de intenciones: "Las políticas educativas de un país son un instrumento esencial para construir una sociedad avanzada, garantizar un crecimiento económico sostenible y hacer frente a las desigualdades sociales".

¿LOMCE 2ª Parte?

A partir de ahí, comienza un documento con menos sorpresas y menos propuestas concretas que los tres anteriores capítulos del programa económico. Ciudadanos plantea un MIR para los profesores, universalizar el acceso a la educación pre-escolar para todas aquellas familias que lo deseen, aumentar la autonomía de los centros y cambiar la carrera docente, para que todos los implicados (ya sean directores, maestros de escuela, catedráticos de universidad o rectores) tengan incentivos a mejorar día a día en su trabajo, premiando a los mejores y modificando los criterios de selección vigentes hasta el momento.

El enunciado suena bien. De hecho, es más o menos lo que las instituciones educativas internacionales (desde la OCDE a la UE) le han pedido al Gobierno español desde hace años. Pero en estos temas la clave está en los detalles. Prácticamente todas las grandes frases del documento de Ciudadanos podría haberlas firmado José Ignacio Wert, porque en lo que tiene que ver con la educación no universitaria, lo que el partido naranja pone encima de la mesa es una especie de segunda parte de la LOMCE. O mejor dicho, de lo que pudo ser la LOMCE. En su redacción inicial, aquella Ley también planteaba más autonomía para los centros, cambiar el sistema de financiación, incrementar la rendición de cuentas y garantizar la igualdad de oportunidades buscando la excelencia, no la mediocridad. Al final, buena parte de lo previsto no llegó a aprobarse y la norma que finalmente se aprobó es una versión descafeinada del primer borrador.

En este sentido, la principal duda con el programa de Ciudadanos es si estamos ante promesas firmes o es simplemente un brindis al sol. Habrá quien diga que esto podría decirse de cualquier programa electoral de cualquier partido. Pero en este caso hay una diferencia. En las tres primeras patas de su programa económico (mercado laboral, empresas e impuestos) C's fue muy preciso. No se limitó a plantear unas líneas generales, sino que desarrolló con bastante detalle sus promesas. Evidentemente, no estaba todo cerrado, pero buena parte de las propuestas eran aplicables con pocos añadidos al día siguiente de las elecciones.

En educación no es así. Sí, hay algunas medidas concretas, pero son las menos. Los autores parece que se han mantenido un paso atrás, quizás por no meterse en un charco o no molestar a ninguno de los implicados. Está claro que éste es un tema delicado, pero llama la atención la diferencia en el tono del documento respecto al de sus predecesores.

Las propuestas

Dicho esto, pueden extraerse algunas conclusiones de lo presentado este lunes. En primer lugar, Ciudadanos asume que España tiene un problema grave en educación y que la culpa no es de los recortes o de no gastar suficiente dinero en este tema: "No se trata sólo de gastar más dinero. Inyectar más dinero es la parte más fácil. Modificar el sistema para hacerlo mejor depende mucho menos del dinero que de factores organizativos y de introducir los incentivos adecuados. El modelo educativo tiene que cambiar".

Por eso, el primer paso sería conseguir un Pacto Nacional por la Educación para que cada cambio de Gobierno no lleve aparejada una reforma del sistema. Ahora mismo, por ejemplo, todos los partidos de la oposición excepto Ciudadanos han firmado un acuerdo en el que se comprometen a derogar la LOMCE si llegan al poder. Eso sí, los de Albert Rivera plantean una serie de puntos fundamentales que ese pacto debería cubrir:

  • Profesión docente: "Perfeccionar el acceso mediante la introducción de un sistema MIR para los docentes; mejorar la formación inicial del profesorado; desarrollar una carrera profesional que sea atractiva, con sistemas e incentivos para el desarrollo profesional; profesionalizar la función de dirección escolar".
  • Evaluación: "Evaluación del profesorado y los centros", con sistemas de control que reflejen "el aprendizaje de los alumnos siempre teniendo en cuenta los diferentes puntos de partida de los diferentes alumnos".
  • Igualdad de oportunidades: "Garantizar el acceso a educación temprana y sistemas de refuerzo y/o extraescolares para aquellos alumnos que lo necesiten, especialmente en las primeras etapas formativas".
  • Autonomía: "Dotar progresivamente de mayor autonomía, tanto curricular, como organizativa (incluyendo la selección de plantilla), a los centros en la medida que puedan asumirla y/o la vayan acompañando de mejoras de los resultados de sus alumnos".
  • Valores: "Asegurar que los valores cívicos impregnan todo el sistema educativo".

En definitiva, y como hemos indicado anteriormente, nada que no propusiese la LOMCE salvo en lo que concierne a los profesores. El tema del MIR para los docentes ha sobrevolado varias veces el debate educativo durante esta legislatura. Es una de las medidas que proponía UPyD y el PP no lo veía con malos ojos. Aunque finalmente, y escudado en un Estatuto del Docente que nunca llegó a realizarse, José Ignacio Wert lo fue aplazando a lo largo de su mandato.

C´s dedica un largo capítulo a los profesores en esta presentación. Es la pieza clave de su reforma. Consideran necesaria la existencia de docentes de apoyo que cooperen cotidianamente con el profesor titular en el aula para atender a las necesidades y diversidades de la clase. Pero quizá, lo más llamativo y que no está contemplado en la actual ley educativa, es lo que se ha denominado como MIR docente.

La formación de Rivera cree imprescindible dar al maestro la importancia que tiene en la sociedad y por tanto sería muy recomendable ver "al mejor talento joven" optando por esta profesión. Pero para ello hay es necesario volver a dignificarla y dotarla de los medios e incentivos adecuados. Proponen para ello ser más selectivos en quién accede a los estudios de magisterio, "considerando no solo criterios académicos sino también de competencias clave para el desarrollo de la labor de docente como son la comunicación, la capacidad de aprender continuamente y la motivación por la docencia". Para eso serviría ese equivalente al MIR en Medicina. Y es que "a dar clase se aprende en clase", sostienen. No obstante, no profundizan en él: qué duración tendría, si ésta dependería de la especialidad que escogiera el aspirante a profesor (como en el MIR), qué coste supondría su implantación, etc.

Autonomía y rendición de cuentas

Otra de las cuestiones sobre las que hacen hincapié estas propuestas de Ciudadanos es la que atañe a la autonomía y rendición de cuentas; la una debe ir acompañada de la otra inexorablemente para obtener resultados positivos, tal y como recogen. "Si (los centros) responden de manera directa por los resultados obtenidos, la libertad de acción no llevará a contradicciones o promociones contrarias al principio constitucional de mérito y capacidad. Autonomía y responsabilidad son los elementos clave de esta nueva orientación".

Y teniendo en cuenta esto, desde Ciudadanos llegan a cuestionar el carácter funcionarial del profesorado, aunque simplemente lo apuntan como pincelada, sin profundizar -una vez más- en el tema. "El sistema es excesivamente garantista con determinados docentes a los que resulta imposible cesar. Se puede cuestionar la funcionarización, pero sobre todo se debe poder revocar al docente en su puesto si es extremadamente ineficaz o en el ejercicio de su profesión crea alarma social".

Por contra, el partido de Rivera considera que los profesionales "deben ver recompensados los resultados obtenidos por sus alumnos tanto para lograr su acreditación profesional como para su progresión profesional posterior". Y es que tal y como pusimos de manifiesto en Libertad Digital, en la actualidad los maestros más implicados no obtienen ningún tipo de incentivo: ni cobran más, ni escalan puestos. Da igual hacerlo mal, en definitiva. "Es necesario que las evaluaciones positivas del profesorado conlleven avances en la carrera profesional en forma de promociones, las cuales a su vez supongan mejoras salariales, oportunidades de desarrollo profesional, reconocimiento público, etc".

Los directores, proponen en C's, deben jugar un papel importante en esta evaluación del profesorado. Y para "garantizar la objetividad y obtener la máxima información posible, deben participar en la evaluación los alumnos y profesores previamente evaluados como los mejores por la comunidad educativa". Asimismo, la formación que proponen debe tener dos objetivos:

  • "Evaluación formativa: se evalúa a los docentes para determinar qué ayuda necesitan para mejorar. Por supuesto, esto tiene que venir acompañado de sistemas de desarrollo profesional efectivos".
  • "De cara a premiar a los docentes que lo hagan mejor, sería conveniente una evaluación periódica y transparente de sus resultados que contemplara consecuencias positivas en la práctica".

Además, Ciudadanos propone otros tantos cambios en la formación de los profesores:

  • "Realizar un estatuto docente donde se vincule su formación, su implicación y su labor en el centro educativo, con su promoción profesional o reconocimiento económico".
  • "Los centros deben identificar a los profesores y maestros con mayor impacto y aprender de ellos. Esta política podría conseguir máximo impacto con un coste no excesivamente elevado".
  • Bilingüismo: "Teniendo en cuenta la importancia cada vez mayor del inglés, tendría que ser requisito indispensable para poder dar clases el hablarlo y escribirlo de manera fluida.. La habilitación progresiva en inglés del profesorado debería ser obligatoria para todo el que quiera ejercer la función docente".
  • "Mediante la mejor selección de acceso y la evaluación formativa, es necesario garantizar que el docente disponga de una sólida formación académica en sus materias, pero también de capacidad de comunicación y una formación pedagógica suficiente para manejar con los alumnos recursos de aprendizaje social y emocional".
  • "Es necesario garantizar la formación, autonomía y promoción (profesional y económica) de los equipos directivos. En el Reino Unido, en Francia, en Holanda por ejemplo ser director es un trabajo segregado de la labor docente y reconocido como tal en el centro educativo. Es imprescindible garantizar un sistema de elección de equipos directivos que evite que dependan del centro educativo donde deben ejercer su labor. ¿Cómo van a ejercer su autoridad o imponer una amonestación sobre un profesorado que los elige y con el que además tendrán que volver a dar clase?", se pregunta Ciudadanos.

La universidad

En lo que hace referencia a la universidad, el programa de C's mantiene estas líneas generales: más autonomía a cambio de más rendición de cuentas. En esta parte, además, han entrado más en detalle y han perfilado más su modelo. De esta modo, lo que proponen es darle más poder al rector para gestionar su centro, pero al mismo tiempo que se controla su labor a través de un Consejo de la Universidad formado por académicos y personal de la sociedad civil.

Además, piden acabar con la endogamia del profesorado y mejorar sus resultados, a través de "pruebas públicas, presencia internacional, excelencia investigadora y suprimir la gestión como mérito". En este sentido, lo que proponen es "eliminar la omnipresente y estalinista burocracia unversitaria" y acabar con "la mayor parte de las atribuciones de la desastrosa ANECA (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y la Acreditación".

En cuanto a la financiación, desde Ciudadanos piden un incremento en el dinero que se dedica a la enseñanza superior, tanto en lo que se refiere a la investigación como a la docencia. Eso sí, su propuesta liga dinero y resultados (el programa apunta que al menos el 20-25% de los ingresos debe llegar en función de objetivos).

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