María Teresa Estevan Bolea, ex presidenta del Consejo de Seguridad Nuclear, ha hablado en los informativos de esRadio sobre el almacén nuclear centralizado para despejar algunas dudas y para desmentir muchas de las afirmaciones que se están diciendo.
Atónita ante la polémica política, ha lamentado que "hacemos un disparate después de otro" y ha asegurado que "en la UE no se pueden creer lo que está pasando". La instalación, ha dicho, "es pasiva" y "no hay riesgos", frente a lo que dicen los ecologistas.
Bolea ha dicho no entender por qué se ha tardado "ocho o diez años" en acometer las obras en una "instalación tan simple". Y ha recordado que si no se centralizan los residuos habrá almacenes "individualizados", como el ya existente en la central de Trillo.
También ha desmentido que se trate de un "cementerio nuclear", como lo califican algunos medios. Se trata, ha precisado, de un "almacén de combustible gastado que se reprocesará". La instalación es "pasiva", ha insistido, antes de referirse al tema del coste. Ascenderá, ha contado, a mil millones, un dinero del que ya dispone la empresa pública Enresa pero que debería ser "la quinta parte".
Bolea ha expresado su confianza en que el Gobierno aproveche el consejo de ministros de este viernes para hacer que el proyecto sea de interés nacional y desbarate así las maniobras de Page, que ha decidido declarar la zona como protegida por su valor medioambiental. Tenemos un gobierno con mayoría absoluta y su deber es ejercer", ha zanjado.