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Los 'gobiernos del cambio' amenazan el turismo con más impuestos

Barcelona ha establecido una moratoria hotelera y Baleares y Valencia estudian tasas turísticas.

Barcelona ha establecido una moratoria hotelera y Baleares y Valencia estudian tasas turísticas.
Barcelona ha establecido una moratoria hotelera | C.Jordá

Tienen todo tipo de fórmulas. A veces vienen en forma de moratorias y otras en forma de tasas, pero en lo que coinciden es en que se dirigen al sector puntero de la economía española: el turismo.

"Son ocurrencias. Poner límites a esta actividad es como si Alemania pusiera un impuesto especial a la fabricación de coches en ese país", aseguró esta semana el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria,

La primera medida aprobada ha sido en Barcelona. La nueva alcaldesa de la Ciudad Condal, Ada Colau, ha suspendido la concesión de licencias turísticas en la ciudad por un año, incluidas las que ya estaban aprobadas. Colau justifica esta medida con el argumento de reordenar y racionalizar el turismo en Barcelona. Este medida afectará a más de 30 proyectos hoteleros, entre ellos la Torre Agbar.

La patronal mundial del turismo ha llegado a abroncar a Ada Clolau por criticar la llegada de turistas a la ciudad. El crecimiento "nunca debe asustarnos, lo importante es saber gestionarlo y convertir su fuerza y poder en algo positivo", ha dicho el secretario general de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Taleb Rifai. "Debemos asegurarnos de no llegar al punto de decir que no queremos turistas en nuestra ciudad. Es una actitud muy peligrosa y grave", ha añadido.

En la misma línea que Colau ha ido el partido Compostela Aberta. Esta formación, que suma a políticos de Podemos, Izquierda Unida, Equo y otras fuerzas, anunció un mes antes de las elecciones municipales que, en caso de acceder al gobierno local, prohibirá la apertura de hoteles o tiendas de recuerdos en el casco histórico de la capital de Galicia.

Tasas por pernoctaciones

Por otro lado, está el caso Balear, que prepara un aluvión de impuestos vacacionales. El Gobierno de las islas, dirigido por el PSOE con el apoyo de la marca blanca de Podemos, Mes, entre otras formaciones de izquierdas, ha solicitado una reunión con la ministra de Fomento, Ana Pastor, para plantear la posibilidad de cobro de la nueva tasa turística en los puertos y aeropuertos, así como la implantación de una tarifa plana para los vuelos interislas y también la cogestión de los aeropuertos de las islas.

Además, también va a aplicar una tasa que gravará las pernoctaciones a partir de 2016. La Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) ha reaccionado contra esta medida y ha advertido esta semana que la implantación de un impuesto turístico en 2016 conllevará "pérdidas millonarias" para las empresas y la economía de las islas.

La presidenta de la FEHM, Inmaculada Benito, ha lamentado "la precipitación del anuncio y la falta de consenso" del ejecutivo balear, y ha reiterado que la política turística no puede centrarse "sólo en el diseño de un impuesto turístico".

La presidenta de los hoteleros ha lamentado que "desde Baleares la única solución y la única propuesta a la falta de financiación que se plantea es incrementar la presión fiscal a las empresas, sin medir las consecuencias que ello puede tener en la economía de Baleares en su conjunto".

Según informa Cinco Días, la Comunidad Valenciana, gobernada por el socialista Ximo Puig, con el apoyo de Compromís y Podemos, también está cocinando una tasa por noche. La falta de consenso y de tiempo para incluir estas medidas en los Presupuestos puede demorar su aplicación hasta 2017.

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