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¿Cuál es el modelo de pensiones que propone Ciudadanos?

Rivera promete ante Évole e Iglesias acabar con las reformas aprobadas en 2011 y 2013 por PP y PSOE. ¿Sería sostenible?

Rivera promete ante Évole e Iglesias acabar con las reformas aprobadas en 2011 y 2013 por PP y PSOE. ¿Sería sostenible?
Albert Rivera, esta semana, en Madrid. | EFE

Yo soy favorable a volver al Pacto de Toledo para que, gobierne quien gobierne, las pensiones se actualicen conforme al IPC, me parece que es un buen índice. ¿Que nos gustaría que fuera más? Seguro.

Yo creo que la base tiene que ser 65 años (como edad de jubilación). A partir de ahí, no es lo mismo trabajar de bombero o en la obra que de jurista o de oficinista. 65 como regla básica. Y si hay gente que por propia voluntad y por su profesión quiere irse a los 67 o 68, yo no le veo problema.

Por debajo de los 65 yo no me atrevo a prometerlo [Pablo Iglesias habló de 63 años e incluso de 60]. Creo que es mejor ser realista, decir lo que sí que se puede y lo que has calculado que se puede hacer. Yo no voy a hacer promesas de ese tipo porque al final no podré mirar a la gente a los ojos.

Albert Rivera tiene un plan de pensiones privado, pero inactivo. Es el que corresponde a empleados y exempleados de La Caixa, por lo que comentó, el pasado domingo en Salvados, el programa de Jordi Évole en el que se enfrentó en un peculiar debate con Pablo Iglesias, debe estar parado desde que dejó la entidad bancaria.

En realidad, escuchándole hablar de su confianza en el sistema público de pensiones, casi parece hasta lógico que piense que no necesitará ahorrar para cuando se jubile. El líder de Ciudadanos asegura que su proyecto de reforma de las pensiones devolverá, como regla básica, la edad de jubilación a los 65 años. Y que la revalorización anual volverá a estar ligada al IPC. Vamos, que todo lo que nos han dicho en los últimos años era una exageración. Y que habrá que deshacer las reformas aprobadas desde 2010.

No está claro si Rivera era consciente de lo que estaba diciendo. Pero volver a una edad de jubilación legal de 65 años y ligar la subida de las prestaciones al IPC equivale a derogar las reformas del PSOE en 2011 y del PP en 2013. ¿De verdad es eso en lo que está pensando Ciudadanos? ¿De verdad Albert Rivera piensa que puede pagarlo? ¿De verdad cree que esta promesa es mucho más realista que los 63 o 60 años de Pablo Iglesias? ¿De verdad podrá mirar a los ojos a los españoles dentro de cuatro años y decirles que se podrán jubilar a los 65 con una pensión igual y unas condiciones de acceso a esta pensión iguales a las actuales?

Una hoja en blanco

Para empezar a responder a estas preguntas, lo primero sería acudir al programa de Ciudadanos, a su apartado sobre pensiones. Pero no hay nada. El equipo de Luis Garicano ha sido innovador en la presentación de sus propuestas. Dividieron su programa económico en seis capítulos y le han dedicado un apartado a cada uno, con una presentación específica, expertos venidos del extranjero para explicarlo y más detalle del habitual en los programas electorales de los partidos españoles. Además, algunas de las medidas planteadas son polémicas y pisan callos en temas políticamente sensibles: mercado laboral (contrato único), impuestos (un nuevo IVA que implicaría subir muchos productos desde los actuales tipos reducidos e hiperreducidos) o gasto público (paralizar nuevas inversiones en AVE).

Pero con las pensiones no se han atrevido. Lo que hay, oficialmente, es una hoja en blanco. Por eso sorprenden aún más las dos afirmaciones de Rivera ante Évole. Es la primera toma de postura oficial (o lo pareció) del partido. El tema ha pasado relativamente desapercibido, a pesar de su importancia. Se han comentado más muchos otros aspectos del debate, aunque de aplicarse lo que dijo el de Ciudadanos implicaría un cambio de rumbo sustancial respecto a la situación actual.

Como apuntamos, volver a la edad de 65 supone derogar la reforma que aprobó el PSOE en 2011. Al menos la parte más sustancial y conocida. Aquella reforma tenía dos claves. Para empezar, alargaba la vida laboral de los 65 a los 67 años de forma paulatina, desde ese momento hasta 2027. De hecho, la edad legal de jubilación en España ya no es 65 años, sino 65 años y tres meses. No es que sea imposible jubilarse antes. Si uno tiene 35 años y 9 meses cotizados puede jubilarse a los 65 con la pensión que le corresponda; y también existe la opción de jubilación anticipada (pero entonces el que así lo decida se enfrenta a una reducción de la prestación). La segunda parte de la reforma del PSOE endurecía los requisitos para cobrar la pensión: la base reguladora se amplía hasta los 25 años, habrá que cotizar al menos 37 años para cobrar el 100% y las penalizaciones por jubilación anticipada son más elevadas.

Pero lo fundamental es que la "regla básica" (por utilizar las mismas palabras que Rivera) ya no son 65, sino 67 años. ¿De verdad quiere el de Ciudadanos cargarse este cambio que ya está en marcha?

La segunda reforma aprobada en los últimos años es la que llevó a cabo el PP en 2013. También aquí había dos partes diferenciadas. En primer lugar, incluye un factor de corrección a partir de 2019 y que implicará un descuento en la pensión a cobrar en función de la esperanza de vida en el momento de la jubilación. La segunda parte es un nuevo índice de revalorización (IR) que sustituye al IPC y que tendrá en cuenta los precios, pero también los ingresos y gastos del sistema a lo largo del ciclo. Es decir, si hay menos cotizaciones de las previstas o se dispara el gasto en prestaciones (y ambas cosas podrían ocurrir fácilmente), el IR podría ser inferior al IPC y los pensionistas perderían poder adquisitivo. Pues bien, también esto se lo quiere cargar Rivera, según se desprende de lo que dijo el pasado domingo.

Las preguntas

Llegados a este punto, surgen numerosas preguntas. Algunas ya las hemos formulado y tienen que ver con la sostenibilidad del sistema. Pero hay más. Para empezar, qué opinan en Bruselas o Berlín de estas propuestas. Ni PP ni PSOE hicieron sus reformas porque estuvieran encantados de meterse en ese charco. La razón última fue que el gasto se disparaba y los compromisos con la UE respecto a la contención del déficit implicaban sí o sí una reforma en profundidad de las pensiones. En la mayoría de los países ricos de la UE la edad de jubilación está ya por encima de los 65 años y las tasas de sustitución (pensión respecto al último salario) son mucho más bajas que en España. De hecho, en muchos de estos países las pensiones públicas son poco más que asistenciales y son los propios trabajadores los que complementan las pagas con su ahorro privado. ¿De verdad Rivera nos quiere convencer de que irá a Bruselas y convencerá a Merkel y Schaüble de que le dejen deshacer lo emprendido en los últimos años?

Desde Libre Mercado nos hemos puesto en contacto con Luis Garicano, responsable del área económica de Ciudadanos, y le hemos preguntado sobre las palabras de su jefe el pasado domingo. El catedrático de la London School of Economics cree que sí son compatibles las palabras de Rivera con el programa de C's sobre pensiones. En términos generales cree que "las reformas de PP y PSOE son un parche. Nosotros proponemos un modelo sostenible, justo y por consenso" y remata: "Hay que volver al Pacto de Toledo".

En cuanto a la edad de jubilación, su opinión es que "el sistema debe ser flexible y previsible. Los 65 años deben ser una opción y luego que cada trabajador decida en función de lo que vaya a cobrar". Y en cuanto a la revalorización de las prestaciones año a año, asegura que su planteamiento es "mantener el poder adquisitivo de las pensiones. Creo que con una reforma integral lo podemos conseguir".

Todo esto suena a cuentas nocionales, el sistema que Suecia implantó hace un par de décadas. Con este modelo, cada trabajador acumula una especie de bolsa virtual en función de lo cotizado en toda su vida activa. Y cuando llega la edad de jubilación, el Estado le informa de cuánto cobraría de pensión pública según los años que tenga de esperanza de vida. Cada sueco decide cuándo jubilarse. Aquel que prefiera una paga más alta puede decidir acumular más derechos en esa bolsa virtual alargando su vida laboral. Quien quiera jubilarse a los 65, se va con lo que le toque en ese momento. Eso sí, Garicano no quiere hablar de cuentas nocionales y sólo se compromete a que su modelo sea "flexible, justo y previsible".

Aquí llegamos al momento de los matices. ¿Es lo mismo un sistema "flexible" que permite la jubilación a los 65 que decir que esos 65 años sean "la regla básica? ¿O hablar de tener como objetivo el "mantenimiento del poder adquisitivo" con "ligar las pensiones al IPC"? ¿Hizo dos promesas Rivera que no podrá mantener?

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