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El tripartito de Alicante prefiere un secarral antes que un IKEA

Se trata de un proyecto de 250 millones que supondría la creación de unos 4.000 puestos de trabajo.

Se trata de un proyecto de 250 millones que supondría la creación de unos 4.000 puestos de trabajo.
Un IKEA de Madrid I IKEA

Frente abierto entre IKEA y el tripartito que gobierna en Alicante. La compañía sueca ha dado un ultimátum al nuevo gobierno que forman el PSPV, Guanyar Alacant y Compromís para que apruebe su proyecto de construir una tienda y un centro comercial en un descampado del barrio de Rabassa.

Tras las elecciones del 24M, la Generalidad Valenciana, con el apoyo del Ayuntamiento de Alicante, aprobó en su primera reunión paralizar la instalación de IKEA en la ciudad. En ese momento, la portavoz Mónica Oltra, indicó que la actuación se encontraba "bajo sospecha" por estar el constructor Enrique Ortiz, imputado en varios procesos judiciales.

Después, el consistorio alicantino se ha reunido un gran número de veces con IKEA para intentar llegar a un acuerdo. La pega ahora es que los terrenos de Rabassa están demasiado cerca del centro de la ciudad, lo que, según la administración, podría perjudicar al pequeño comercio.

Aunque el consistorio sí contemplaría que IKEA se instalase a las afueras, la compañía ha recordado que firmó con el gobierno anterior esa ubicación y que no se irá a otro sitio de la provincia de Alicante.

El pasado miércoles, en declaraciones a medios de comunicación, la directora de Expansión de IKEA para España, Asunta Enrile, aseguró que las negociaciones se encuentran en un "punto crítico" desde el que tienen que empezar a "pasar cosas".

Por otro lado, Enrile explicó que el pequeño comercio no se vería afectado por un macrocentro comercial que incluiría "marcas internacionales" ya que se "complementarían". En ese sentido, ha detallado que se ofrecería "ocio y servicios" destinados a familias como ya ocurre en los dos centros comerciales, Jerez y Valladolid.

250 millones de euros

Según la empresa, el proyecto de IKEA en Alicante supondrá una inversión de 250 millones de euros y la creación de unos 4.000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos, y en los que se contabilizan los que se crearían durante la construcción de los edificios y con la contratación de la futura plantilla.

La superficie del complejo sería de unos 125.000 metros cuadrados, 42.000 de tienda y unos 83.000 más de centro comercial.

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