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Escándalo en la ayuda al desarrollo de Haití: 500 millones para construir seis casas

"¿Qué hacemos con todo este dinero?", se preguntaban los dirigentes de las ONGs tras recibir millonarias donaciones.

"¿Qué hacemos con todo este dinero?", se preguntaban los dirigentes de las ONGs tras recibir millonarias donaciones.
Escándalo en la "ayuda al desarrollo" de Haití

Escándalo en la Cruz Roja estadounidense. Una investigación periodística de ProPublica y NPR ha desvelado que buena parte de sus proyectos humanitarios en Haití se saldaron con un auténtico fracaso a la hora de canalizar las donaciones recibidas en acciones concretas.

En total, la organización recibió cerca de 500 millones de dólares para ayudar a transformar las zonas más pobres de la isla. Aunque otras organizaciones dejaron de recibir dinero una vez entendieron que contaban con financiación suficiente, Cruz Roja siguió captando fondos durante años.

Barrios enteros de Haití estaban llamados a ser transformados. Un ejemplo es el proyecto LAMIKA, al que se consignaron millones de dólares para desarrollar viviendas en los barrios más golpeados por el terremoto. Sin embargo, en 2015 no hay ni rastro de las acciones anunciadas en el marco de la iniciativa LAMIKA.

Combinando informes internos, correos electrónicos privados y entrevistas con trabajadores de la organización, los periodistas de ProPublica y NPR señalan que internamente hubo numerosas quejas por la mala gestión del proyecto.

Este malestar no ha evitado que Cruz Roja hable públicamente del buen resultado que ha tenido su trabajo en Haití. Así, aunque la ONG habla de miles de casas construidas, la cifra real que han comprobado ProPublica y NPR es de apenas seis.

Los e-mails de la cúpula de la Cruz Roja en 2013 revelan la gran descoordinación que marcó toda la actuación en Haití. Hay incluso mensajes en los que los dirigentes de la organización se preguntan en qué podrían gastarse todo el dinero que habían captado.

La investigación periodística denuncia que se acabó cediendo buena parte de los fondos a otras ONGs, lo que supuso un importante aumento del gasto corriente y de los costes de personal, multiplicados a raíz de esta subcontratación. Tampoco ayudó el gobierno de Haití. Según denuncian fuentes conocedoras de la situación, muchos proyectos se vinieron abajo por la nefasta protección de los derechos de propiedad. Esa inseguridad jurídica habría alimentado numerosas disputas entre las autoridades, la población local y Cruz Roja.

Un proyecto fantasma de 30 millones

También el gobierno de EEUU se ve salpicado por esta polémica. De entrada, la primera dama, Michelle Obama, participó activamente en la campaña de captación de fondos de Cruz Roja. A esto se suma el fiasco de un programa diseñado con la agencia de "ayuda al desarrollo" del gobierno de EEUU: se anunció a bombo y platillo un acuerdo con Cruz Roja valorado en 30 millones de dólares que nunca se llegó a desarrollar.

Las informaciones de ProPublica y NPR van más allá en su labor crítica y apuntan que Cruz Roja podría haber terminado con déficit de 100 millones de dólares a través de la financiación que había obtenido para Haití. Los periodistas que han destapado el escándalo han explicado que la ONG se ha negado a enseñar los resultados de su trabajo, por lo que todas las comprobaciones las han tenido que hacer sobre el terreno, sin oportunidad de interpelar a los responsables.

Desde ProPublica y NPR denuncian la mala calidad de la información ofrecida por Cruz Roja en sus memorias de actividad en Haití. Los periodistas que han destapado el escándalo niegan que el gasto en sueldos y funcionamiento sea de apenas el 9%, como afirma la ONG. De hecho, su informe destapa costes que oscilarían entre el 20% y el 30% en muchos casos.

El ex primer ministro Jean-Max Bellerive duda también de las cifras de impacto que suele difundir la ONG. "No es posible en absoluto que haya 4,5 millones de beneficiarios por sus programas... En todo Haití hay 10 millones de habitantes", explica.

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