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Por qué tener tantas pymes no es bueno para España

Sólo Grecia, Italia y Portugal tienen más presencia de empresas con menos de 10 trabajadores. Aunque a veces se celebre, no es una buena noticia.

Sólo Grecia, Italia y Portugal tienen más presencia de empresas con menos de 10 trabajadores. Aunque a veces se celebre, no es una buena noticia.

Pymes, emprendedores, autónomos, comercios de barrio… En las próximas semanas, los pequeños empresarios estarán de moda. Todos los partidos, de PP a Podemos, pasando por Ciudadanos o PSOE, les prometerán cuidados, subvenciones, atención y apoyo. Otra cosa es lo que se desprenda de sus programas o cuáles serán las medidas reales que aplicarán cuando lleguen al Gobierno: pero de izquierda a derecha, todos los candidatos sin excepción asegurarán que la defensa del pequeño empresario es una de sus prioridades.

No sólo eso, en muchas ocasiones, el elogio de la pyme va acompañado de la amenaza a la gran empresa, a la que se culpa de todos los males: desde la destrucción de empleo a no pagar impuestos, pasando por llevarse las fábricas a países del tercer mundo.

Quizás por eso, cifras como las que este martes publicaba Eurostat son recibidas con una mezcla de alegría y nuevas promesas. Según la oficina estadística de la UE, el 40,8% de los asalariados españoles trabaja en una empresa con menos de 10 empleados. Y un 19,6% extra lo hace en empresas de entre 10 y 50 empleados. Son el 60% de los trabajadores. España es un país de pymes.

De hecho, somos el cuarto país de la UE con más porcentaje de la fuerza laboral empleado en estas pequeñas empresas (de menos de 10 trabajadores, las llamadas micro-pymes): sólo nos superan Grecia (58,6%), Italia (46,4%) y Portugal (42,3%). En el lado contrario de la clasificación, Reino Unido (17,3%), Luxemburgo (18%) y Alemania (19%).

Eurostat

No es extraño, por lo tanto, que los políticos españoles cortejen a estos empresarios y a sus trabajadores. Al fin y al cabo, son una parte importante de los votantes. Lo que sí debería ser motivo de reflexión son las cifras y las consecuencias que éstas tienen. Por ejemplo, quizás deberíamos preguntarnos es si nos conviene estar en el pelotón de Grecia-Italia-Portugal en vez de en el que forman Reino Unido-Luxemburgo-Alemania.

La estadística

Lo primero que hay que decir es que no es malo que nazcan muchas pequeñas empresas (todas las multinacionales fueron en algún momento micro-pyme) y que lo normal es que la mayoría se mantengan así. En casi todos los países el porcentaje de empleo generado por compañías de menos de 50 empleados ronda el 40-50%. Incluso en Alemania, la suma de micro (de 1 a 10 empleados) y pequeñas empresas (de 11 a 49) acoge a más del 42% de los trabajadores. Muchos pequeños negocios sólo tienen sentido y son rentables si mantiene ese pequeño tamaño y muchos empresarios o autónomos ni siquiera pretenden ir más allá.

Pero la cuestión no es ésa. La pregunta es si España está haciendo algo mal. Es decir, ¿por qué no crecen las empresas españolas? Porque para muchos de los empresarios que empiezan el objetivo es ir ganando tamaño (eso querría decir que han tenido éxito) y en nuestro país no lo consiguen. Y en segundo lugar, ¿puede un país rico, en el año 2015, vivir basando su modelo productivo en micro-pymes?

A la primera pregunta no es fácil responder. Pero todo apunta a que la legislación tiene algo que ver. Por ejemplo, en España hay muchas más empresas de 45-49 empleados que de 51-55. ¿Por qué? Pues porque la ley impone nuevos requisitos una vez que la empresa supera los cincuenta trabajadores (no es el único escalón en el que se ve un movimiento anómalo en el número de empresas). Y una empresa que se queda en 48 empleados, no llegará a los 200. El objetivo teórico debería ser que el mayor número posible de las micropymes se convierta en grandes empresas o multinacionales. Eso querría decir que triunfan.

De hecho, una de las estadísticas más interesantes sobre la economía española tiene que ver con esto. Son cifras que deberíamos tener todos presentes, porque hablan mucho y bien de nuestras empresas... y al mismo tiempo muy mal de nuestra legislación. La productividad de nuestras empresas, si miramos el tamaño de cada compañía, es comparable a la de las alemanas, francesas o británicas. El problema es que las empresas grandes son más productivas en todos los países y nosotros tenemos un agujero en este segmento.

En Libre Mercado lo apuntábamos hace unos meses:

La productividad española está en la parte media baja de la UE, con unos 58.815 euros por trabajador. Mientras, en Francia llega a los 66.000 euros y en Alemania supera los 70.000 euros. Sin embargo, si dividimos el análisis en función del tamaño de las empresas, las cifras cambian. De hecho, las empresas españolas de más de 250 empleados tienen una productividad superior a sus pares alemanas, inglesas o francesas. Y en las de menor tamaño, las diferencias son mínimas. Esto quiere decir que los empresarios españoles son igual de competitivos que alemanes o franceses; lo que les falta es tamaño.

Mejores sueldos, menos despidos

Además, hay una segunda derivada que no suele ponerse encima de la mesa. Las empresas grandes no sólo son una buena noticia para sus dueños, que ven cómo crecen sus criaturas y acumulan beneficios (si los tienen), sino también para sus empleados. En contra del discurso habitual en los medios, que apunta a las malas condiciones laborales de las multinacionales, que sólo son noticia por huelgas, ERE o cierres de plantas, lo cierto es que a mayor tamaño de la empresa, menos posibilidad de cierre, más empleo creado y mejores sueldos. Libre Mercado publicaba hace unas semans una galería sobre el tema, con 20 gráficos "para entender por qué España necesita empresas más grandes".

El siguiente cuadro está sacado de la encuesta Decil de salarios del empleo principal que el INE publicó hace unos días. Como puede verse, sólo el 3,8% de los trabajadores en empresas de menos de 10 empleados está en el decil más elevado y cobra más de 3.353 euros. En cambio, en las compañías de más de 250 empleados, casi uno de cada cuatro trabajadores (23,9%) está por encima de esa cifra. Como explica Juan Ramón Rallo, en su artículo Grandes sueldos, grandes empresas: "Según una muy extendida narrativa, lo que han hecho las grandes empresas durante los últimos años ha sido despedir a los trabajadores mejor pagados para contratar a empleados muy mal pagados. La última encuesta de salarios publicada por el INE echa absolutamente por tierra este prejuicio: no sólo las grandes empresas pagan mejores salarios que las pymes, sino que son las que más los han aumentado durante los últimos diez años".

INE

No sólo eso, también las grandes empresas son las que mejor han resistido la crisis en términos de creación de empleo. Rallo apunta a que "entre 2011 y 2014 las pequeñas y medianas empresas (compañías con menos de 250 trabajadores) destruyeron en España 868.000 empleos; en cambio, las grandes empresas (compañías con más de 250 trabajadores) crearon 33.000". Y si ampliamos un poco la perspectiva, las cosas no cambian. Según recoge Eduardo Martínez, del IESE, "en las pymes, la creación neta de empleo durante el periodo 2003-2012 ha sido negativa: crearon 1,2 millones de empleos y luego perdieron 2,2. Por el contrario, las multinacionales crearon 1 millón y perdieron 0,5 millones; por tanto, creación neta de empleo positiva".

Tiene sentido, cuando llega una crisis, las grandes empresas tienen muchas más posibilidades de sobrevivir y de mantener el empleo, en España y en todos los países del mundo. Aunque escuchando hablar a nuestros políticos parece que no quieren entenderlo.

En Libre Mercado

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