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Macri pone fin al 'cepo al dólar' tras cuatro años de restricciones

Los argentinos podrán comprar dólares libremente tras cuatro años de restricciones.

Los argentinos podrán comprar dólares libremente tras cuatro años de restricciones.

"Estamos muy contentos de poder anunciar el final del cepo cambiario en Argentina". Así de satisfecho se mostraba ayer el nuevo ministro de Hacienda y Finanzas argentino Alfonso Prat-Gay. En apenas una semana de gobierno Mauricio Macri hace con esta decisión una auténtica declaración de intenciones. "Estamos haciendo lo que dijimos que íbamos a hacer durante la campaña, normalizar la economía. Hemos heredado una situación compleja y la estamos comenzando a ordenar".

Con esta medida, desde este jueves los argentinos no tendrán que pedir permiso a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) para poder comprar dólares y además podrán hacerlo libremente en cualquier agencia de cambio, banco u otra entidad. El precio lo fijará el mercado aunque eso sí, continuará la intervención del Banco Central.

Cristina Fernández de Kirchner impuso las restricciones a la compra de dólares hace casi cuatro años. Desde que se instauró hubo una devaluación del 230% del ya maltrecho peso argentino, cayeron a la mitad las reservas del banco central, de hecho es esa fuga de capitales la que intenta frenar el nuevo Gobierno con esta medida, "se estancó la economía el empleo y se ahogaron casi todas las economías regionales del país", ha recordado en rueda de prensa el ministro de Hacienda argentino.

Cronología del 'corralito verde'

En 2010, Kirchner empezó a agudizar los controles a la compra de billetes y monedas extranjeras por encima de los 250.000 dólares al año. No obstante, estas primeras restricciones a la compra de divisas no afectaron especialmente a ahorradores o turistas. Fue en octubre de 2011 cuando las medidas comenzaron a ser más duras, ya que pasó a ser obligatorio que cada solicitud de compra de divisas pasara por la supervisión de la AFIP, dependiente del Ministerio de Economía.

A partir de ahí, el Gobierno peronista de Kirchner, tal y como les contamos en Libre Mercado, fue creando nuevas normas y restricciones. En diciembre, el Gobierno incluyó el turismo y los viajes dentro de las operaciones supervisadas por la AFIP y reguló la normativa de entrada y salida de capitales de la nación.

La AFIP pasaba de este modo a ser la encargada de autorizar o no la compra de dólares según la capacidad económica del solicitante (se puede cambiar un 25% de los ingresos), una evaluación que, según la oposición, es demasiado discrecional. Las normas se fueron completando y las restricciones creciendo al tiempo que se vaciaban las reservas en dólares del Banco Central de Argentina y se devaluaba más y más el peso argentino.

Además de la devaluación y de la ralentización de la economía, uno de los sectores que se vio más afectado fue el inmobiliario en el que las compraventas tradicionalmente se realizaban en dólares debido a la debilidad de la moneda nacional.

Otra de las consecuencias de las restricciones ha sido el mercado negro de divisas que se multiplicó durante esos años. ¡Dólar, euro, real, cambio! Ésta es la frase que más se escucha en algunas calles del centro de la capital Argentina. El dólar blue, paralelo, marginal, no oficial, es decir, el que no estaba controlado por el gobierno de Kirchner y que ha florecido desde que se agudizara el cepo cambiario.

La problemática llegó al punto de que muchas empresas y comercios aceptan dólares, en lugar de pesos, a un cambio muy desfavorable. Mientras que el dólar oficial se cambiaba a un turista que visitaba argentina este mes de septiembre por 14-15 pesos, en los comercios el cambio podía llegar a los 19-20.

El peso se desploma más de un 30%

De momento la incertidumbre domina el país en este sentido. El proceso de normalización no será fácil aunque el ministro ha anunciado que el marco regulatorio será el que existía antes de la aplicación del cepo. En cuanto al mercado ilegal, el blue, el gobierno argentino espera que siga existiendo, pero con un nivel mucho más bajo que el actual porque se espera que la brecha se reduzca.

De hecho, el fin de las restricciones ha causado una fuerte devaluación del peso. Las casas de cambio y bancos argentinos abrieron este jueves con una depreciación del peso argentino de entre el 30 y el 45%.

Las primeras operaciones sitúan la cotización frente a la divisa estadounidense, para la venta, en valores entre 13 pesos y 14, frente a 9,835 pesos por dólar a los que cerró el día antes el mercado cambiario oficial.

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