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El automóvil es el gran motor de las exportaciones españolas

Pese al buen dato del mes de noviembre, existen dudas sobre las perspectivas de crecimiento a futuro.

Pese al buen dato del mes de noviembre, existen dudas sobre las perspectivas de crecimiento a futuro.
Operarios en la planta de SEAT. | Corbis

Los últimos datos publicados por el Ministerio de Economía muestran un incremento de las exportaciones de mercancías del 9% interanual el pasado noviembre, lo que supone una clara mejora tras tres meses sin crecimiento. La recuperación es aún más relevante si se excluye la energía, impactada por la caída de los precios del petróleo y gas, sin cuyo descenso se alcanza el doble dígito.

Entre los sectores más dinámicos, destaca el automóvil que explica la mitad del crecimiento tanto en el mes como en 2015. Dicho crecimiento coincide con el de ventas en unidades, referencia que a su vez anticiparía otro buen registro en diciembre y que de confirmarse supondría un buen año del sector automovilístico.

Las mayores exportaciones de automóviles se explican por la evolución en las ventas a destinos de la Unión Europea. De hecho, la UE, que concentra dos terceras partes del total de las exportaciones, explica prácticamente el crecimiento en el mes, recuperando tono tras tres meses con un mínimo avance.

Por países, se observan luces y sombras. Las luces tienen su reflejo en los positivos datos de ventas a Alemania, Reino Unido e Italia, con crecimientos de entre el 14% y el 32%. Por el contrario, las sombras se concentran en Francia, nuestro principal socio comercial con una cuota del 16% de las exportaciones, donde las ventas, si bien crecen un 3% en el mes, se encuentran estancadas durante el segundo semestre del año.

Mientras las exportaciones han registrado un mes positivo, las importaciones han crecido también al 9%. Combinando la evolución de exportaciones e importaciones en términos constantes, que está siendo similar durante el trimestre, obtendríamos un sector exterior con una aportación neutral al PIB del cuarto trimestre.

A falta de completar estas estimaciones con las exportaciones e importaciones de servicios, tras dos trimestres en los que el sector exterior ha drenado crecimiento al PIB, la menos negativa evolución en el cuatro parece compensar la posible desaceleración de la demanda interna, dando como resultado un crecimiento del PIB del 0,8%, similar al registrado en el tercer trimestre.

Sobre las perspectivas a futuro, a pesar del buen dato de noviembre, el crecimiento en el segundo semestre sobre el primero se ralentiza desde el 5% al 3%. Esta tendencia, unida a la incertidumbre que existe en el comienzo del año sobre la economía global, plantea algunas dudas sobre la sostenibilidad del crecimiento. En concreto, y considerando la elevada exposición de las exportaciones a bienes de consumo en la eurozona, la reciente evolución de la confianza del consumidor apunta cierta debilidad.

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