Llega la Semana Santa y aún no has decidido a dónde escaparte. Siempre pendiente hasta el último momento de las previsiones meteorológicas, de las ofertas de última hora y de los planes de tus amigos.
No te preocupes, no eres el único. Son muchos los españoles que organizan sus viajes en el último minuto. He aquí algunas propuestas que quizá te ayuden a decidirte.
1. Extremadura: el despertar del Jerte
Es un clásico pero es mención obligada, sobre todo este año en el que la Semana Santa coincide en el calendario con la llegada de la primavera. Es el mejor momento para disfrutar del despertar del océano de cerezos -más de millón y medio de árboles para ser exactos- que se visten todos de blanco a la vez, creando un espectáculo sin rival.
Lo mejor es que este año el llamado "despertar del valle" empezará entre el 19 y 21 de marzo, justo en los días álgidos de la Semana Santa. Pero como la naturaleza es imprevisible, desde la Oficina de Turismo del valle del Jerte han habilitado un blog oficial desde donde informan día a día del estado de la floración. Más fácil, imposible.
La Semana Santa es una escapada corta que muchas familias aprovechan para salir con los niños. Y Valencia es uno de esos destinos que debes tener en cuenta si viajas con los más pequeños de la casa. Pasadas las multitudinarias Fallas, esta urbe mediterránea recupera la tranquilidad digna de un destino family-friendly, con una oferta diseñada para conquistar a niños y mayores.
Cultura a la carta en la Ciudad de las Artes y de las Ciencias donde seguro pasaréis un buen rato visitando el Museo Príncipe Felipe, dedicado a a ciencia, y surcaréis los océanos visitando el acuario Oceanogràphic. Puedes dar un paseo en bicicleta por el parque creado en cauce del viejo Turia.
También puedes sentirte como un explorador en África mientras haces un safari por el Bioparc y contemplas animales exóticos… Otra opción es dar un paseo en barquita entre arrozales y barracas en la Albufera. Y como no, tomarte una paella valenciana de las de verdad. Y como premio, ¡una horchata!
3. Galicia, fe y surf en El Ferrol
Si te animas a viajar a poner rumbo noroeste no lo dudes, dirígete a El Ferrol. Además de poder disfrutar de una Semana Santa monumental, declarada Fiesta de interés Turístico Internacional, si tienes suerte y el sol asoma, (todo parece indicar que así va a ser) tendrás muy cerca algunas de las mejores playas de las Rías Altas de Galicia. Y de las más salvajes, famosas por su oleaje y por su entorno natural, ajeno a la fiebre del ladrillo.
En concreto, la ría de Ferrol tiene fama por acoger los arenales favoritos de muchos surferos. Sirva como prueba que la playa de Pantín es sede habitual (en septiembre) de una de las pruebas de surf más importantes del calendario internacional. Seguro que en Semana Santa más de un aficionado se anima con la tabla y se lanza al mar en estas costas. Y si te gusta el arte urbano, no te pierdas la ruta por las "Meninas de Ferrol".
4. Andalucía, caminos de Pasión
Es bien sabido que la Semana Santa en Andalucía se vive por todo lo alto, sobre todo en Sevilla y en Málaga, destinos recomendados para amantes de las multitudes. Pero hay más opciones. En estas fechas, los pueblos también tienen sus propias celebraciones y con ese fin se ha diseñado la ruta de los Caminos de Pasión. Un recorrido por el centro de la comunidad con el que, además de vivir una Semana Santa más tranquila, podrás disfrutar con su rico patrimonio cultural y saborear una gastronomía deliciosa.
Si te animas, toma nota. La ruta comienza en Alcalá la Real, en Jaén, y ofrece paradas en Osuna y Carmona (provincia de Sevilla) y en Cabra, Baena, Lucena. Puente Genil y Priego (provincia de Córdoba). Pueblos blancos con brillo propio.
Vale, necesitas asegurar el sol y te apetece tumbarte a la bartola y no hacer nada de nada, oculto en alguna de las playas más hermosas de las Islas Canarias. Pues entonces propongo poner rumbo a la Reserva Natural especial de las Dunas de Maspalomas, en el sur de Gran Canaria.
Un oasis de gran valor medioambiental y belleza superlativa donde disfrutan todos los perfiles, desde familias con niños, que se lo pasan genial conquistando las dunas más altas, a parejas en viaje de novios que buscan la intimidad ocultos entre las montañas de arena o jubilados que pasean playa arriba y playa abajo.
La oferta de alojamiento también es potente, desde los clásicos hoteles todo incluido hasta apartamentos recomendados para viajeros más independientes o familias. Al contemplar este paisaje uno entiende por qué muchos extranjeros eligen este rincón del planeta para su retiro, seducidos por un sol casi permanente. Y un consejo: si te animas, no te pierdas el atardecer, quizá el momento más hermoso del día.
6. Asturias, 30 años de Turismo Rural
El Principado lo tiene todo: montañas y rutas de senderismo adaptadas a las necesidades del caminante; un mar, frío, pero donde darse un chapuzón si hace falta; una gastronomía capaz de complacer al paladar más exigente.
Para disfrutar de este Paraíso Natural, eslogan acertado en todos sus matices, lo mejor es alojarse en alguna casa rural. Y la oferta en ese aspecto es muy amplia. Especialmente este año en el que Asturias celebra el 30 aniversario de la apertura del que fue el primer hotel rural en España: la Rectoral de Taramundi, todo un icono en el panorama turístico español.
Este fue el primer establecimiento de una lista que ha crecido hasta el punto de que hoy se contabilizan más de 1800 hoteles rurales en el Principado, la tercera comunidad española en número de alojamientos de este tipo. Elige el que que más te guste: costa, montaña… ¡pero no olvides el chubasquero!
Este año la Semana Santa llega muy madrugadora y las estaciones de esquí se preparan para recibir a muchos aficionados deseosos de aprovechar las últimas nevadas en una temporada que hasta ahora ha sido muy pobre en nieve. Pero parece que en el Pirineo Aragonés todo va a estar a punto para quienes quieran pasar sus vacaciones practicando algún deporte invernal. Las pistas estarán abiertas en las estaciones del grupo Aramón: Formigal–Panticosa (Valle del Tena), con sus más de 170 kilómetros esquiables; y Cerler (Benasque), considerada la mejor estación de España. Y si te gusta el esquí de fondo, atento a los Llanos del Hospital.
Nuestra propuesta no pasa sólo por disfrutar de las procesiones (también declaradas de Interés Turístico Internacional) que desde el siglo XVI recorren las calles de León y que conquistarán a los más devotos. León es ciudad cuya riqueza monumental es bien conocida.
Nos encontramos ante una urbe llena de piedras centenarias como la imponente catedral gótica, cuyas coloristas vidrieras enamoran a todo el que las visita cuando el sol se filtra por los cristales. Y lo mejor. Aprovecha la visita para irte de tapas por el Barrio Húmedo.
9. San Sebastián: Capital Cultural Europea
Es una de las grandes citas, no sólo de la Semana Santa sino del año. La capital donostirarra comparte este título con la polaca Breslavia (Wroclav). Eso significa que a lo largo del año la actividad cultural va a ser intensa en todos sus matices y con un lema conductor: "Cultura para Convivir".
Si la agenda cultural programada durante tu visita no te convence, no pasa nada. Aprovecha para disfrutar del buen ambiente de la ciudad en un año atractivo y vete de pintxos y sidras por el casco antiguo, hazte un selfie en la céntrica playa de La Concha y ponte calzado cómodo para recorrer los siete kilómetros del paseo marítimo. Eso sí, ten en cuenta que la famosa escultura del Peine del Viento está cerrada por obras. También puedes optar por hacer una de las visitas guiadas que ofrece Turismo de San Sebastián.
10. Toledo, capital de la Gastronomía
Si eres de los que organizas tus viajes según la oferta culinaria de los destinos, entonces este año toca una escapada a Toledo. Por ejemplo, estos días la ciudad celebra las jornadas de "pucheros y cazuelas de Cuaresma" (hasta el día 20 de marzo). A la jugosa oferta gastronómica de Toledo hay que sumar otros atractivos.
Por supuesto, a esto se suma una Semana Santa protegida como fiesta de Interés Turístico Internacional y la celebración del XXX aniversario de la inclusión de la capital en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Creo que son excusas más que suficientes para justificar una escapada a la monumental Toledo.